martes, 25 de marzo de 2014

Kandy, Sri Lanka


25 de marzo. Escribimos esta entrada en Darjeeling. Fuera es de noche, hay una niebla espesa y llueve, pero nosotros estamos en una habitación que parece de refugio de montaña con estufa de leña. Pero de aquí hablaremos en otro momento...

Volviendo al 11 de marzo (ésto les da una medida exacta del retraso actual del blog) continuamos ruta en el tren de las montañas de Sri Lanka; en el que vamos ahora es uno que agarramos in extremis gracias a que iba retrasado. Continuamos cruzando campos de té al principio, pero poco a poco el paisaje va cambiando a medida que bajamos.

Mucha de la vegetación natural de Sri Lanka ha sido sustituida por plantaciones de árboles foráneos, como este bosque de pinos que atravesamos

Una antigua factoría de té, no lejos de una estación también semiabandonada. Hoy por hoy sale más rentable bajar los sacos de té en camión.


Las aguas de las montañas se van reuniendo en valles cada vez más amplios. No lejos de esta zona se rodó la película 'El Puente sobre el Río Kwai'. De hecho la zona es visitable y aun quedan restos del rodaje, pero a nosotros no nos cuadró
 La lentitud del tren y sus paradas en estaciones o en mitad de la nada permiten contemplar escenas de la vida srilankesa

El paraguas es uno de los accesorios más usados en Sri Lanka, pero cuando estuvimos más para el solajero que para la lluvia...
El tren es muy fotogénico cuando coge curvas en mitad de la vegetación tropical
Si el tren iba retrasado, no se crean que intentaron recuperar, de hecho siguió acumulando más retrasos...pero finalmente llegamos a Kandy, ciudad de la que habíamos escuchado diferentes opiniones:
Torre del reloj, un elemento presente en cualquier población de entidad en Sri Lanka
Caminamos hacia la zona donde la 'Lonely' sitúa la mayoría de las 'guest houses', de momento, y luego no cambiamos de opinión,  Kandy nos parece una ciudad agradable, con un aire bastante colonial.



Andando, andando, llegamos a la laguna de Kandy, mandada construir por uno de los reyes cingaleses que gobernaron  un reino que consiguió mantener a raya a portugueses y holandeses durante tres siglos. Ambas potencias pudieron instalarse en lugares de la costa y comerciar con el reino de Kandy, pero nunca lograron someterlo; los ingleses también tardaron. No fue hasta 1815, aprovechando la impopularidad del último rey de Kandy, que consiguieron colacarlo bajo administración británica, con la escusa de proteger el budismo y las leyes locales de los caprichos del sanguinario rey...
Pero antes de hacer turismo, hay que buscar alojamiento. Los hostels que habíamos mirado en la guía estaban en una calle en un lateral del lago. Cuando finalmente llegamos a ella no nos parece un sitio céntrico que digamos. Encima la calle empieza con un buen repecho...Un tuc-tuc dice que nos lleva gratis a ver un hostel de la calle. Como no tenemos nada que perder, vamos a echar un vistazo. Sin ser un lugar que nos llame demasiado la atención, acabamos quedándonos la habitación, que al menos está aceptable y a buen precio, 1500 rupias la noche. Aunque al principio pensamos en quedarnos sólo una noche para cambiarnos a algo más céntrico, el 'Golden View' acabó siendo un agraradable lugar donde pasamos las tres noches que hicimos en Kandy.
Golden View, aunque la 'view' se la han dejado en poco...Al lado está el 'No Name Restaurant' un pequeño garito donde desayunamos fantásticamente todas las mañanas y cenamos alguna de las noches aun mejor...
Las pensiones y  restaurantes de esta zona basaban su éxito en las magníficas vistas que ofrecían al lago. Pero en el momento de llegar estaban levantando un mamotreto que iba por su sexta planta justo enfrente del Golden View, tapando buena parte de la vista de muchos de estos pequeños negocios...nos dijeron que el promotor del hotel de lujo es el hermano del presidente...

Pero para el viajero estas pensiones siguen siendo una buena opción: han bajado bastante los precios, menos quizás los que están más altos, que aun tienen vista, y siguen estando a dos pasos del lago; darle la vuelta o acercarse al bullicioso centro de Kandy es un paseo agradable que realizaremos varias veces en los días siguientes:

Intermediate Egret en plumaje reproductor, Mesophoyx intermedia

Indian Cormorant, Phalacrocorax fuscicollis
No sólo hay aves, también se ven peces, tortugas y varanos gigantes en la orilla:
Sin latinajo porque Dani no tiene guía de reptiles...
Un Budha gigante contempla el lago desde lo alto. Reconocemos que estuvimos pachorrosos y no subimo allá arriba...
 Sí visitamos en cambio el Templo del Diente, la principal atracción de Kandy:


Luego les ponemos fotos del templo, pero primero veamos el centro de Kandy, bastante abarcable,  con sus edificios británicos, sus mercados, y su movimiento...

Una mezquita; como en el resto de Sri Lanka, conviven las religiones.





Iglesia de , cerca del templo del Diente, contiene abundantes memoriales de los británicos de la era colonial
 Al tenerlo cerca y de paso hacia el centro, visitamos varias veces los templos budistas que hay alrededor del Templo del Diente. Son gratuitos, pero hay que pasar un control de policía...
Típica estupa budista
Budha en el interior de uno de los templos
Al que sólo entramos una vez fue al Templo del Diente propiamente dicho: la entrada es de 1000 rupias y aquí hay segundo control policial...
Zona de la entrada
Los controles no son por el amor al arte. El Diente es la reliquia más venerada por los budistas de Sri Lanka, y si recuerdan el fervor de los peregrinos que subían a ver la Huella en el Adam`s Peak, imagínense el que producirá un diente del mismísimo Buddha conseguido cuando lo quemaban en la pira funeraria... En enero de 1998 los 'tigres tamiles' realizaron un ataque suicida contra la fachada del templo causando numerosos muertos, en represalia por el avance del ejército gubernamental sobre posiciones tamiles en la zona norte. Un episodio más en la larga y cruenta lucha entre cingaleses y tamiles...
Resumiendo muchísimo, porque el enlace de arriba es largo y está en inglés, el conflicto viene de la época colonial, en que a los británicos les fue más cómodo instaurar una administración única para toda Ceylán que basarse en la distribución de pueblos y antiguos reinos en Sri Lanka, con reinos tradicionalmente budistas en el sur y una zona más pequeña de origen tamil y religión mayoritariamente hindú en el extremo norte. Parece ser que las gentes del norte tenían más facilidad para aprender el inglés que los mayoritarios cingaleses del sur, lo que llevó a que los británicos colocaran a tamiles en puestos importantes de la administración. En el momento de la independencia (1948) una mayoría de población cingalesa (hoy día siguen siendo cerca del 70%) llevó al poder a partidos de tendencia anti-tamil que fue aprobando leyes poco afortunadas, cómo la que dejaba como apátridas a miles de tamiles de origen indio (ver entrada anterior) o la "Sinhala Only Act" que hacía del cingalés la única lengua oficial de la isla. Esta discriminación de los tamiles y su cultura fue levantando los ánimos, creando disturbios. Cualquier intento de suavizar las discriminatorias leyes contra los tamiles se encontraba con la oposición de los budistas más extremistas. Movimientos independentistas comienzan a surgir en los '60. A mediados de los 70 aparecen los tigres tamiles, cuyas acciones terroristas aumentan la tensión. Nos encontramos finalmente con una guerra civil en toda regla entre 1983 y hace nada: 2009. Continuos altos el fuego y conferencias de paz sistemáticamente saltados por ambos bandos hacen que el final de la guerra llegue por la fuerza: invasión y ofensiva del ejército gubernamental sobre las posiciones tamiles, hasta eliminar toda resistencia...
Ya dijimos en la entrada anterior que nada parece indicar que apenas hace 5 años este país estuvo en guerra...también es verdad que no visitamos las principales zonas del conflicto, que para un viaje rápido por el país nos quedaban un tanto lejos.
Pero pasemos al interior del templo: el edificio más importante es una estructura de varias plantas en madera, con el tejado de la última planta cubierto de oro:


Abajo está la entrada a un templo, cerrado:

En la planta de arriba, donde está el Diente de Budha, hay muchísima gente; si se quiere asomar a ver el cofre donde guardan el Diente, hay que hacer cola, y la asomada que dejan hacer es aún más corta que la de la Huella...vamos, que te dejan mirar de refilón mientras pasas por delante.
La zona de los que están sentados está a rebentar de bebés llorando...

Zoom al cofre de oro (en realidad son siete uno dentro de otro) que protege al Diente, y al monje que no te deja parar delante
En los aledaños se pueden visitar varias capillas con imágenes de Budha y un museo interesante...
Además de los bebés por los suelos, aquí también vienen colegios. Unos paneles cuentan las vicisitudes, largas de contar, por las que ha pasado el Diente en sus 2500 años...

Al lado el palacio real, bastante modesto en comparación del templo
Un vistazo desde fuera: la verdad es que en Kandy hay más templos que vistar, tanto en la ciudad como a varios km a la redonda, pero nosotros estamos en esa fase de los viajes en que preferimos estar en los sitios en vez de acumular monumentos...


A lo que sí fuimos, y resultó ser lo que más nos gustó de Kandy, fue a una representación de danzas y músicas cingalesas. Al sonido de tambores y un instrumento idéntico a la dolzaina, los baile resultaron ser muy vistosos...¡altamente recomendable!



Después del concierto un paseo por los alrededores de Templo del Diente:

Y un atardecer en el lago:
 Dani aprovechó su estancia en Kandy para cambiar de 'look' tal como hiciera en Fakarawa en nuestro viaje largo antipodiano...
Tecito en el 'no name restaurant'
Aunque Kandy se puede ver en un día, y de allí moverse a otros sitios, nosotros optamos por tomárnoslo con calma. Del mismo modo, decidimos no añadir más lugares a nuestro itinerario. Nuestra última entrada en Sri Lanka la dedicaremos a Negombo, una extensión de playa que casi todos los viajeros utilizan de escala inicial, final, o ambas por el hecho de estar cerca del aeropuerto...allí nos vamos:
Confirmando la hora del tren en la 'timetable'


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