martes, 8 de abril de 2014

Negombo, Sri Lanka



 8 de abril. Varanasi - Benarés

Hola a todos. Llevábamos dos semanas incomunicados en las montañas himalayas, sin acceso a internet decente. Ahora estamos en una escala técnica de nuevo en la encantadora (y hoy un tanto sofocante) Benarés. Como estamos en las horas de más calor, nos hemos sentado a la sombrita en la terraza del mismo hotel donde estuvimos hace dos semanas a revisar correspondencia y wasabitos...y el blog. En Darjeeling teníamos esta entrada a medio subir; toca acabarla para despedirnos de Sri Lanka...

 Volvemos a nuestros últimos días en la 'Lágrima de India'.(Situación: hablamos del 14 al 16 de marzo...)  Viendo que no quedaba tiempo para mucho más turismo si no era a base de pasarnos larguísimas horas en guagua o tren, optamos por irnos a Negombo, zona turística y de playa donde acaban muchos viajeros por estar al lado del aeropuerto...
Dos trenes nos llevan en unas cuatro o cinco horas a Negombo, en la costa Oeste y al norte de Colombo.


Una foto desde el tren
Negombo es turístico y está lleno de hoteles. Para evitar las vueltas de buscar alojamiento al llegar, llevábamos reservado un resort de los de piscina para las dos noches que íbamos a pasar, que ya tocaba algo de relax. De hecho, el último día, ante la perspectiva de quedarnos medio día en la calle, cogimos la opción de pagar un 'chek out' tardío (media tarifa)...
Entrada a nuestro complejo de apartamentos

Nos vamos a ver la playa a la altura de nuestro hotel. Sopla la brisa del ïndico:
Y a pesar de ser turística, también encontramos aldea de pescadores y barcos tradicionales con sus velas hinchadas por el viento:






De pirata en los mares del sur a pirata en Ceylán. Cosas de estar pelado...


Agafant 'tellines' (mariscando)









Paseando por la playa se puede ver mucha historia natural:


Pescador renegrido arreglando redes



Entre lo muchos crustáceos, galeras muy parecidas a las de Benicarló...


El ave más omnipresente en las orillas, el House Crown, Corvus splendens
En Negombo 'ciudad' hay algunas iglesias, restos de un fuerte y un canal construido por los holandeses, pero confesamos que no llegamos a acercarnos. Dedicamos dos días a relajarnos en nuestro apartamento y pasear por la playa:


Tampoco dimos un paseo en barco. Al llegar los pescadores lo ofrecían por 5000 rupias/ hora, precio que bajó a la mitad al día siguiente.

A lo que no renunciamos es a un bañito en la piscina...

Dani, sabedor de que después se iba lejos del mar, también se dio un buen chapuzón en las olas del Índico, como despedida...
Nuestro último atardecer en el Índico

Como es fin de semana, la playa está muy concurrida a las horas fresquitas

¡Adiós Sri Lanka!

Un 'rice curry' haciendo tiempo en el hotel
En caliente (nunca mejor dicho, porque mientras escribo estamos a más de 35 a la sombra en Varanasi) Sri Lanka nos ha gustado, pero no ha sido el lugar más exotiquísimo al que hayamos ido...Hemos estado en lugares idílicos como Mirissa o Arugambay,  y la peregrinación al Adam's Peak se mantendrá como uno de los mejores recuerdos del viaje, pero la antigua Ceylán convertida en nueva Sri Lanka no es comparable ni de lejos con la mezcla de amor/odio que sientes cuando estás en India. En frío, en las próximas entradas y/o cuando volvamos a nuestra tierra, intentaremos explicarlo mejor...


Tenemos el vuelo a una hora intempestiva (las tres de la mañana). Después de echarnos el rice curry nos vamos al aeropuerto en tuc-tuc. Tres vuelos, Colombo-Chennai, Chennai-Delhi y Delhi-Varanasi nos llevarán en la próxima entrada al corazón de la India más clásica. Ese será el argumento de la próxima entrada. Esta vez no podemos decir para cuando, porque estando en nuestros últimos días de viaje éste se acelera dejando menos tiempo para escribir...pero estén pendientes por si acaso.   ¡Namasté!

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