¡Llegamos a Singapur!

 El ritmo frenético de pubicaciones ya lo anunciaba: marianydani vuelven a la andadas, ahora hacia el otro lado del mundo. De momento, en pleno centro del sudeste asiático: SINGAPUR 

Un vistazo al Mediterráneo en Benicarló antes de irnos a tierras lejanas.

En metro al aeropuerto

Barcelona

 

Volando con Airchina, que primero enfila hacia el norte.  ¿?

Después de subir a Paris, el vuelo se dirige al Báltico para cruzar Asia en diagonal, haremos un cuarto de la circunferencia planetaria en unas doce horas.

Nieves en las estepas rusas, antes de meternos en la sombra terráquea.

Llegando a la escala, vuelve a amanecer

Poliedros enormes se alzan de la niebla cual fantasmas

Escala matinal en Shangai (pero en la Península es 7 horas más temprano, aun medianoche)

De Shangai, sólo el aeropuerto

Bueno, también se ve desde arriba. China la tenemos aún pendiente.

De nuevo en el aire. 6 horas más.

Macao entre nubes y la carretera que actualmente la une con Hong Kong (no estaba cuando fuimos) 

Nubes ecuatoriales 

Islitas malayas

Barcos, muchos, en el 'Estrecho de Singapur'

Ganando tierra al mar en Indonesia, al otro lado del Estrecho 

Llegamos al aeropuerto de Singapur, que ya es un espectáculo. 

Todo eficiente, fácil y cómodo. Haces la entrada rellenando un formulario por internet (hay tablets para los que no tenemos wifi o datos), ni te ponen sellito en el pasaporte, con lo que nos gusta, y el metro, super intuitivo, te lleva al centro... En el camino, todo muy pulcro y organizado.

Y ya estamos en el hotel, en la calle Purvis

A reponer fuerzas

Un pequeño paseo nocturno para hacernos una idea, al fondo los rascacielos del centro. Pero nos recogemos que hay que lidiar con el 'jet lag'

Por la mañana nuestro primer reconocimiento de la ciudad.

Nuestra calle en Singapur. Está vez no funcionó lo del 'intercambio de casa'

'Skyline' al fondo, no muy lejos

Fachada, a la derecha, del Raffles Hotel, edificio histórico y alojamiento absurdamente caro de Singapur

Jardines del Raffles

Caminando por el centro comercial (está lleno de ellos a lo poco que hemos visto) 'Marina Square'

Cruzando por un puente futurista (Helix Bridge) se accede a la zona de 'Marina Sands Bay', un enorme centro comercial con hotel de dimensiones (y precios) a juego,  a orillas del canal principal que cruza Singapur.

Parece de película futurista.

Desde el Helix Bridge hay una gran vista de los rascacielos al otro lado de la Bahía.

La construcción en forma de flor de loto es un museo de ciencia y tecnología. Entramos al edificio, pero no a las exposiciones.

Interior del ArtScience Museum

Pero para interior loco, el del centro comercial:

Tiendas de lujo extremo, restaurantes de alto copete, y hasta gondolitas para pasear en unos de los pasillos...

La bola, fuera del centro comercial pero conectada con él bajo tierra, es una tienda de Apple.

Dentro de la esfera

La vista desde fuera

Marina Sands Bay Hotel

La recepción

Cruzando por dentro del hotel, unas pasarelas te conducen a los icónicos 'Gardens bu the Bay' y sus árboles artificiales.

Una tórtola minúscula, Geopelia striata

A los pocos minutos de ver un bicho en agua con pinta de nutria, nos encontramos el cartel:

Un lagarto minúsculo que se dejó fotografiar

Rodeamos la bahía par ver los rascacielos:

Paseando entre ellos:

Aquí vamos a tener que venir un día a comer:

Pero no va a ser hoy, que iremos más cerquita del hotel; anoche dormimos regular. Vamos a ir tirando para allá...

Mirando 'pa'rriba'

Un lugar muy popular: Merlion Park

Monumento a las víctimas de la ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial 

Fachada del Rafales, otra vez. Es que vivimos al lado.

El nuestro está aquí, en Purvis Street

Éste

Muy cerca una calle bulliciosa donde parece que se come...

¡En efecto!

De las pocas cervecitas que nos haremos, que tienen precios escandinavos

A combatir el jetlag. Por cierto, el plato rojo eran unos trocitos de pollo y judías verdes diluidos en una montaña de chiles...picante como el demonio.

Esto es una rápida impresión. Nos quedan tres días completos más que iremos desgranando en futuras entradas. ¡Hasta pronto!