sábado, 28 de marzo de 2020

KYOTO. Un primer contacto con el Japón tradicional


Seguimos recién aterrizados en Japón. Un tren nos traslada de Osaka, donde apenas hemos pasado dos días, a la cercana Kyoto, una de las ciudades más visitadas del país. No faltan razones, como pudimos comprobar en nuestra primera incursión.
Nos recibe el gigantesco edificio de la estación de Kyoto
Nada más asomar fuera, la ‘Torre de Kyoto’. De momento esto pinta moderno, tirando a futurista (aunque para muchos de los que nos gusta la ciencia ficción, 2020 está en el futuro de nuestras novelas)
Pero vivimos al otro lado de la estación. La volvemos a atravesar para ir a nuestro hotel, que elegimos por cercano a la estación y porque era el que compartiríamos con Fran y Astrid (cuñado y hermana de Dani) la semana siguiente, cuando ellos vinieran...(pero las cosas se complicaron en España)
Nuestro hotel


Un primer paseo; nada más cruzar al otro lado de la estación (otra vez) hay dos granddes templos en el mapa. Vamos a echar un vistazo...el primero es el templo Higashi Hongan-ji
Foso exterior y puerta


Esta es la puerta principal al recinto...


Dentro. Todas las estructuras, gigantescas, son de madera

Dentro de los templos, tatamis, y figuras de Buhda medio escondidas. Hay que quitarse zapatos y en general no se pueden hacer fotos de los altares
Los edificios de madera del templo, aunque fundado varios siglos antes, se quemaron o fueron destruidos por terremotos varias veces, y fueron mayoritariamente reconstruidos a principios y mediados del XVII, con algunos añadidos posteriores.


La torre de Kyoto alineada tras el templo
Fuera de los templos, la arquitectura japonesa es más práctica y apretada que ‘bonita’:



Lo que se mantiene es el entramado rectangular de las calles, muy parecido al que la ciudad tenía desde época medieval. Kyoto fue capital de Japon desde 794 hasta 1868, más de mil años



Cerca del anterior, otro templo, Nishi Hogan-ji




Estas fuentes con cabeza de dragón se ven por todos lados
Salimos de nuevo a callejear:
También hay minialtares particulares
En el centro los edificios son algo más grandees, pero sin las alturas de Osaka.


Otro templo, este al sur de la vía de tren y muy cerca de casa. El Tō-ji, del que destaca su págoda, de 54 metros de altura, y que es la torre de madera más alta del Japón. Es una reconstrucción de 1644 de otra anterior.

 Tō-ji es el único templo budista que sobrevive en su emplazamiento de los tres que inicialmente se dejaron instalar en Kyoto al fundarse la ciudad a finales del siglo VIII (parece que el poder imperial trasladó la capital desde la cercana Nara para deshacerse del creciente poder de los monjes budistas) Aparte de la págoda hay más templos, ninguno de la época fundacional, el más antiguo de 1491.
Pero por la hora y lo que llevamos de trote, toca cumplir con otra necesidades...


Nos referíamos a comer
Un descanso en el hotel, y a la tarde tomamos un tren a la cercana estación de
Inari donde hay un templo sintoísta cercano y muy típico de fotos de instagram/facebook...El Fushimi Inari-Taisha



Ya dijimos en la entrada anterior que no es difícil ver kimonos
El templo principal se encuentra en la base de la colina, pero la gente viene por los miles de torii que cubren los senderos de la ladera. Nosotros también hicimos decenas de fotos, Suponemos que la bajada de turismo por coronavirus, junto a la hora que era, hicieron que el lugar estuviera relativamente tranquilo.






En la parte alta hay varios tramos de bambú:


También, muchos minisantuarios, también llenos de toriis de todos los tamaños (se ve que son donativos, especialmente de comerciantes, de los que Inari es protectora)


Los zorros, con llave en la boca, son un simbolo de protección de los graneros, y por tanto del comercio.

Desde lo alto se tienen vistas de Kyoto, en este caso de sus luces





De bajada y vuelta al centro, da tiempo de asomar a alguna tienda







Al día siguiente nos dirigimos al Palacio Imperial, que se encuentra en un parque rectangular de 1,3 km N-S por 700 m de este a oeste, practicamente toda las calles de esta ciudad siguen este patrónn rectangular desde hace más de 1000 años.
El palcio está cerrado hoy lunes. E invisible porque lo rodea una pared
En los jardines comienzan a florecer algunos cerezos


Nos dirigimos al castillo Nijō,

También está cerrado,  este, como todos los museos del país, por ‘coronavirus’
Más calles...
Como en los museos, en una obra esta es la manera de decir, ‘lamentamos profundamente las molestias que pudiéramos causarle’ Los carteles de los museos cerrados tienen todos frases de ese estilo

Museo de Kyoto, cerrado



En Kyoto también hay calles techadas convertidas en galerías comerciales, como en Osaka
Galerias en el barrio de Shinkyogoku

Marián mirando bolsitos


Una de las galerías de la zona es un conocido mercado de comida, el de Nishiki, muy pintoresco...
Hay cosas que no sabes que son

Pescados secos de todo tipo

Pulpos. 

¿?
Por supuesto, comimos cosas raras, pero no vamos a llenar el blog de fotos nuestrs chuchando...

Cuidado, lo que compras te lo tienes que comer in situ, o guardarlo...la explicación es muy gráfica



Cruzamos el río para ver el barrio de Gion, uno de los más típicos...

Hace buena tarde y abundan los que salen a relajarse
Más templos, pero dejaremos pendientes los nombres. Les dejamos con un recorrido fotográfico:




Hay muchas parejas que visitan los templos y calles de esta zona en traje tradicional. Y no paran de hacerse fotos.











Otras veces son grupos de amigas




Carpas de colores de varios kilos pueblan los estanques de los jardines
Otra tradición local, pasear en carrozas






Un buda gigante en el recinto de uno de los templos.


Calles típicas:





Un callejón, de los pocos que nomestá lleno de gente


Decidiendomel sabor del helado


Ya vimos de donde salen muchos de los kimonos























Kiyomizu-dera (1633) quizá el más emblemático de la zona por su estructura sostenida en un enorme andamiaje de madera






Kyoto al fondo







Bajamos de nuevo a Gion





Este barrio tambien es conocido por las gueishas

Aunque no se ven mucho. Salen poco, rápido y desaparecen. No se dejan fotografiar, y cuidado, que hay calles en que está prohibido hacer fotos (amenaza de multa incluída) hayan geishas o no.
Una que pillamos de lejos




Otro dia, de lluvia...aprovechamos para organizar mochilas, que pronto nos iremos de ‘travesía’. Pero también salimos
No es un cerezo, sino un magnolio. Bien florido.

Una especie de Milano, es muy abundante en los cielos de la ciudad. Dani no consigue libro de pajaritos. Están todos en japonés 
Hoy si entramos al templo de Tōji. Aunque no dejan hacer fotos de los interiores de los templos...



Afegeix un títol





Y los primeros cerezos bien floridos. En unas semanas habrán más

Por la noche acabamos viendo algo de la zona más moderna alrededor de la estación...


Una tienda de electrónica, con sección de telescopios y prismáticos, aquí es Dani el más interesado en tienditas 
Un poco de paseo nocturno...


Compra de víveres para cenar...

Cena con el pijama que nos ponen en la habitación


  1. Al día siguiente nos vamos, aunque volveremos más adelante a Kyoto. En la próxima entrada nos hacemos peregrinos en la península de Kii. Ya les contaremos.