domingo, 23 de junio de 2013

San Petersburgo, Санкт-Петербург, Rusia

Hola de nuevo a todos. Publicamos hoy el resto de nuestro salto a Rusia, antes de que se nos eche el siguiente viaje encima...(nuevos y recónditos lugares del planeta a la vista)

Nos quedamos con el equipo de las chicas y los dos Danis sentados en la cabina del 'Flecha Roja', atravesando los bosques rusos que separan Moscú de Sant Petesbourg. Una luna roja poniéndos sobre el horizonte nevado nos anuncia un nuevo día, ya aproximándonos a nuestro destino. Hemos pasado muy buena noche en las literas, muy cómodas. Y hasta te dan una cajita con desayuno para que vayas desperezándote...

Para ver mejor la foto igual hay que girar un poco la pantalla...tampoco era fácil hacerla desde la ventanilla del tren en movimiento...

Puntualmente, a las ocho de la mañana, nos bajamos en Sant Petersbourg. Luce el sol, pero la temperatura sigue como en Moscú...debajo de cero.

En la estación nos echamos un cafecito antes para mirar el mapa del metro

Sankt Peterburg es una ciudad construida en la desembocadura del río Nevá, a orillas del Báltico. Su historia es curiosa. Fue fundada por el zar Pedro el Grande en 1703, que declaró una guerra a Suecia con el único objetivo de quitarles un trozo de tierra y dar una salida al mar a Rusia. Nada de poner un puertito en la zona recién anexionada...Allí mismo decidió fundar la capital de su enorme reino. Una capital más cerquita de la moderna Europa, y bien lejos de los excesivamente asiáticos y atrasados moscovitas...Y ya puestos a moderno, en medio del cenagal lleno de mosquitos que era esta zona del Nevá, decidió que la nueva capital debía ser del estilo de las más modernas ciudades europeas, rivalizando en rimbombancia con Versalles y en  canales con Venecia y Amsterdam...
Sankt Peterburg en ruso

El metro de San Petesburgo igual no es tan conocido como el de Moscú, pero también posee estaciones monumentales y un buen servicio:

Nuestro hotel, encontrado por internet, está muy céntrico. Corremos a buscarlo antes de quedarnos congelados...

Pasamos un par de veces por delante antes de encontrarlo; aunque estaba justo donde ponía nuestra información, enfrente de la salida de la estación del metro Адмиралте́йская (, no se puede decir que sea fácil de localizar...
La única señal externa de la presencia del hotel es la plaquita blanca...como para encontrarlo.
Y si el letrero ofrecía dudas, la escalera directamente daba miedito...

Pero no se asusten, que el hotel en sí está muy decente y acogedor. Cosas de querer quedarnos en pleno centro histórico, que los edificios son viejos ...


Ya instalados, nos vamos a recorrer. La ciudad está congelada:

Nos acercamos a una iglesia mastodóntica, San Isaak:

Pero como hace sol, decidimos postergar la visita al interior y seguir paseando: Nos vamos a la extensa  Plaza del Palacio del Hermitage. En el centro se alza la no menos gigante 'Columna de Alejandro' 
47 metros de columna de granito construida en 1830-34, dedicada al emperador Alejandro  I (1801-1825)


Uno de los lados de la plaza está ocupado por completo por el inmenso Palacio del Ermitage...vaya, nos estamos quedando sin adjetivos para decir que todo es muy grande...

Panorámica de la extensa plaza con la gigantesca columna y el immenso Ermitage...

Salimos de la plaza a través de un arco (también grande) y nos vamos a pasear a orillas de uno de los canales de Sant Petesburgo:
¡Vaya, está helado!
Y por el canal desembocamos en el río Nevá : 

Sí, todo lo blanco es el ancho del río...
El Nevá está completamente cubierto de hielo, con sólo un pequeño canalito de agua al medio...
En frente, lejos, una de las Columnas Rostrales en la isla Vasilevskii, y el Edificio de la antigua Bolsa
(los nombres de los monumentos los estoy sacando de esta página y tirando de wikipedia, no se crean que lo tenemos todo apuntado)

Paseamos por la orilla del Nevá con intención de cruzar a la otra banda:
Cruzaremos por el puente, se entiende...

Buena ocasión para Dani hacer sus fotos ornitológicas
Como en Moscú, aquí también abunda la corneja  cenicienta, Corvus corone cornix.

Grupo de ánades rales (patos, vamos), Anas platyrhynchos

Vista desde mitad del puente
En la otra orilla del río está lo primero que construyó Pedro el Grande en San Petersburgo: la fortaleza de San Pedro y San Pablo (por si volvían los suecos)

A estas alturas del año, la población local aprovecha cualquier rayito de sol, aunque no estemos a una gran temperatura, en los zoquitos donde no pega el viento parece que se esta bien...
Rusos al solajero...al lado del río helado (los que pasean lo hacen sobre el agua)

Visitamos la fortaleza por dentro:


En el interior lo más digno de visita es la Catedral  de San Pedro y San Pablo

Por desgracia estaba en restauración, con todo su exterior plastificado...

Pero el interor es visitable, y alberga las tumbas de casi todos los zares, emperadores y familia desde Pedro el Grande:


Aquí yace desde 1998 la familia de Nicolás II
De la fortaleza se puede salir directo a la orilla congelado del río:

Volvemos a cruzar el Nevá...

En unos jardines ('Campos de Marte', por los desfiles marciales, no por motivos astronómicos...) encontramos otra llama eterna, dedicada esta a la Revolución Rusa de 1917

No lejos nos encontramos uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, con el largo nombre en una de sus traducciones de   'Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada'
Al pie la taquilla donde se compra la entrada (un tanto cara, por cierto)
Todo el edificio recuerda a las iglesias del Kremlin, y especialmente a San Basilio. Pero ya dentro te enteras de que es mucho más reciente. Lo de la 'sangre derramada' viene por la del zar Alejandro II: justo aquí éste murió en atentado en 1881, dos años más tarde su hijo Alejandro III mandó construir la iglesia, acabada en 1907:


Hecha en 'estilo ruso', lo más llamativo es la profusión de mosaicos y piedras de todos los colores que cubren las paredes:




Como siempre, la cultura nos da hambre. En el canal que pasa junto a la iglesia entramos en un buen restaurante:

Pues sí, los rusos comen ensaladilla rusa, pero con smetana, no mayonesa


ñam ñam...


Salmón al estilo de aquí

La iglesia al atardecer

Nevskiy Prospekt, la calle principal de San Petesburg

En nuestro segundo día nos vamos fuera de la ciudad: 


 Visitaremos el Palacio de Catalina, a unos 30 km de la ciudad:

Aunque la idea del palacio y la ubicación es de Catalina I (zarina de 1725-27, al morir su marido Pedro el Grande, no confundir con Catalina la Grande), fue la zarina Isabel (1741-62) la que mandó construir la mayor parte de los edificios actuales, en el exagerado estilo 'rococó' imperante en la década de los1750s

Haremos trampa; como esto de los zares y zarinas es lioso, les copiamos y pegamos un trocito de la wikipedia como guía:

Dinastía Románov (1721 - 1917)[editar]


Bueno, seguimos con el palacio...Cielo azul y aire fresco, pero no gélido. Suerte, porque para entrar hay que hacer algo de cola.


Si la gente va a visitarlo es por algo; como muchas cosas en Rusia, todo es a lo grande y sin mesura...





En realidad, todo parece tan nuevo porque se tiraron décadas restaurándolo-reconstruyéndolo después del maltrecho estado en que quedó tras la Segunda Guerra Mundial:
Fotos de como quedó todo el Palacio
Un vistazo atrás desde los jardines helados:

Carbonero común, Parus major; este también se ve en la Península
De vuelta a San Petesburgo, donde se cogen las guaguas a Pushkin (que es el pueblo donde está el Palacio), nos encontramos una gran estatua de Lenin:

Porque no olvidemos que San Petersburgo fue Leningrado de 1924 a 1991. Detrás de Lenin hay un enorme edificio soviético:
Como hace sol el deshielo está dejando los coches hechos una guarrería



Nos vamos al metro y nos trasladamos a una calle comercial de la isla Vasilievski:

A la otra banda del Nevá vemos el Ermitage:
No es que el río se haya descongelado, sólo es que estamos un poco más abajo...

Otro momento ornitológico:

Ánade real, Anas Platyrhynchos, otra vez

Macho de Serreta grande, Mergus merganser; un bicho muy raro de ver en nuestras latitudes

Y aquí la hembra


Aquí un tal Betancur construyó algo...un canario en Rusia

Nos alongamos al final de la isla Vasilievski donde se alzan las dos 'Columnas Rostrales' y se tiene una bonita vista de la ciudad:

Y atardeciendo cruzamos a nuestra banda del río:


Aunque parte del grupo se va a descansar, otra ( bueno, Dani solito), se va a comprobar la altura de la estrella Polar en estas latitudes. Porque no es por nada, pero todos los miembros del grupo estamos batiendo nuestro récord de cercanía al polo: estamos a 59º 57' de latitud norte, a 6 grados y medio (unos 720 km) del Círculo Polar Ártico. En efecto, la polar está altísima. Y por latitud estamos en zona de posibles (aunque no muy probables) auroras boreales...
Bueno, no hubo auroras, y las fotos de la Osa Mayor que hice son tan birriosas que no vale poner ninguna, ses dejo una de San Isaak de noche...
Tercer día: la visita obligada, el Ermitage:

Tenemos las entradas reservadas por internet, y no tenemos que hacer cola. Entramos a uno de los museos más grandes del mundo, ubicado en el Palacio de Invierno de los zares, construido en época de Catalina la Grande (1762-93)

El palacio es inmenso, y la colección de obras inabarcable:

Sólo la parte de arqueología es incabable...
pero el museo es famoso por su colección de pinturas:
Cuadros de Velázquez
Seguimos un recorrido de una de las guías que llevamos al viaje, porque verlo todo, va ser que no...
Madona Benois, de Leonardo da Vinci (sí, dejan hacer fotos)

Casas de campesinos en Auvers, Van Gogh

Un cuadro que nos trae recuerdos de Tahití, con la inconfundible Moorea detrás...Te vaa, Gauguin

Ea haere ia oe, Gauguin
Por lo visto éste es una obra maestra:
Armonía en rojo, Matisse

La danza, Matisse
Un tanto saturados de arte, nos vamos fuera, donde el sol ha bajado mucho; un halo solar anuncia una nueva  bajada de temperatura:
Cristales de hielo

Como el grupo ya está curtido en esto del turismo, ahora nos vamos a San Isaak:

Las inmensas columnas de San Isaac
El inmenso interior

Otro interior fastuoso. Como dice nuestro amigo Dani M., lo raro no es que  fuera en Rusia donde se dio una revolución comunista, sino que no ocurriera antes...Porque mientras en Europa los gobiernos empezaban a gastar, alguillo, en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos con nuevas infraestructuras y servicios, aquí los zares seguían construyendo catedrales para su mayor gloria y ostentación, con muy poca mejora para la población mayoritariamente pobre...
Estatua ecuestre dedicada a Pedro I y detrás la enorme cúpula de San Isaac

Mientras el grupo se va a descansar al hotel Dani se va a recorrer calles un poco más alejadas, Nevá abajo:
Barcos en el Nevá


Saliendo de las calles más turísticas San Petesburgo continua siendo monumental, aunque algo más decrépita:




Y por la noche nos vamos todos de cena de despedida a un buen restaurante donde seguimos probando especialidades locales...
si es que el frío da mucha hambre...



Mientras, fuera, ha nevado un poquito...

Nuestro último día de grupo nos vamos a la otra orilla del Nevá a visitar un barco histórico:
Una mezquita rusa

Éste no es el barco sino un restaurante...

Nuestra cita es con el crucero Aurora, convertido hoy en museo. Un barco construido a finales del XIX y que participó en la gurra ruso-japonesa (1904-05) pero que es importante para la historia rusa por su participación en la Revolución Rusa: copiamos de wikipedia, que será más rápido: 

'parte de su tripulación se unió a la revolución de febrero de 1917. Se creó en el buque un comité revolucionario, que eligió como capitán a Aleksandr Belyshev. Gran parte de su tripulación se unió a losbolcheviques, que estaban preparando la revolución comunista. El 25 de octubrejul./ 7 de noviembre de 1917greg., el rechazo de una orden al Aurora de partir al mar, fue el punto de partida de la revolución de octubre. A las 9:45 p.m., un disparo de su cañón de popa fue la señal para el inicio del asalto al Palacio de Invierno, en el cual tomó parte su tripulación.'
Bueno, aquí lo tienen, en medio del hielo, el crucero Aurora
El barco es visitable, pero a la manera rusa. No hay ningún cartel ni información (pero sí una veintena de puestos de venta de matrioskas), sólo una policía rusa encerrada en su garita, donde sí que hay un cartel explicando los horarios de visita, pero como hay una cadena que no deja pasar hasta allí, pues no te enteras. Cuando a la señora le da por salir nos explica que las visitas son en grupo, y que hasta que no se acumulen 15 visitantes detrás de la cadena no se entra (y esto lo explican en ruso, que si no está Dani M. a ver como nos enteramos...porque además somos los únicos 4 que estamos allí 'haciendo cola'). Estamos un rato y por allí no pasa nadie. Nos consta que Dani y Montse tenían mucho interés en visitar el barco, pero ellos tienen hoy el vuelo de vuelta a Barcelona y de allí a Canarias...así es que se les agota el margen que tenían y nos tenemos que despedir...¡Buen Viaje y gracias por compartirlo!
¡¡Dasvidania!!
Nos quedamos abandonados y con penita después de 9 días juntos (¡¿sólo?!). Como Dani y Montse se quedaron sin subir, pondremos un buen puñado de fotos, que sabemos que nos siguen y las verán...ah, sí, al final fue apareciendo gente, todos rusos (a ver si no cómo sabían lo de la cola...) y en algo así como media hora ya había grupo. Somos los únicos en pagar el precio de turista (por eso, por que somos los únicos no rusos y entonces pagamos el triple...) y total que somos los únicos que no entendemos al guía. Nos llevan a la proa del barco donde el guía comienza a contar la historia del barco...

Cuando el guía lleva como 10 minutos charlando...en ruso (debe estar contando la Revolución entera) decidimos pasear por nuestra cuenta, porque nosotros de ruso, pues poco...

El barco es un minimuseo de historia, lleno de fotos, mapas, ... pero casi todo está en ruso...

Recreación del comedor. Aquí había parado el guía. Nosotros habíamos dado toda la vuelta al barco en solitario y el grupo sólo había pasado a la vitrina de al lado...A estas alturas algún ruso también se había cansado de tanta erudición y también vagaba por el barco... 
Momento ´Titanic' en el Nevá






La radio. Un cartel nos hace suponer que era importante históricamente, pero estaba en ruso y Dani Marín iba camino del aeropuerto...


Después de visitar el barco nos volvemos a la otra banda del Nevá, a recorrer un poco el centro...primero nos vamos a unos jardines, que ahora están casi vacíos:

Otro Parus major

Volvemos a pasar cerca de la Iglesia de la sangre derramada, y junto a los puestos de matrioskas que hay al lado...pero como no vamos con Montse, no nos paran tanto...(Ji,ji, es con cariño)
A estas alturas ya sabemos que comer...

 A media tarde seguimos callejeando: 
Sennaya Ploschad, lugar lleno de quioscos-tiendas
No lejos, caminando hacia la Avenida Nevskiy, nos encontramos un auténtico mercadillo ruso que ocupa un barrio entero


Y por la tarde paseo romántico de despedida a orillas del Nevá:

Sí, estos señores están pescando en el hielo...



Con 24 horas de diferencia con nuestros compañeros, hoy también nos toca marcharnos. Damos un último paseo por San Petersburgo, que acabamos a orillas del Nevá, y de allí al metro...

Metro y guagua, todo muy fácil para llegar al aeropuerto de salida, más cerca que por el que habíamos llegado:

Y nos despedimos de Rusia tal cual llegamos, con mal tiempo. Diez días visitando dos ciudades muy interesantes ( pero coincidimos en que puestos a elegir, nos quedamos con Moscú ) en la mejor compañía y con ganas de repetir la experiencia...


Hacemos escala en Zurich, sólo en el aeropuerto; desde el avión los Alpes


Con esto acabamos nuestro relato del viaje a tierras rusas. Esperamos que les haya gustado la crónica. Y por la fecha a la que andamos, también que pasen un feliz verano...

¡Ah!¿nosotros? Pues haciendo las maletas para nuestra próxima aventura. Es casi seguro que publiquemos poco en este blog en los próximos dos meses. Los tiempos cambian y si la función inicial de este blog era dar señales de vida a nuestras familia, ahora está el 'facebook' y el 'watsap' que ya la cumplen (pero si podemos pondremos alguna cosilla aquí también).  Se nos quedan un montón de cosas pendientes de publicar (añadido a promesas aun no cumplidas, nuestros saltos a Tolouse, El Hierro, Oporto, Dani en Bulgaria,  Sicilia, dos travesías de montaña,...uff, ¿cuándo voy a redactar todo eso?), pero todo ello habrá de esperar:  en 6 días 

                                   ¡¡ NOS VAMOS A ISLANDIA !!


Lo dicho, cuando podamos, más
M&D
¡Por la amistad!