lunes, 9 de marzo de 2020

Kauai, islas Hawai’i. (3ª entrada)

En la isla de Kauai, cambiamos de campo base algo más al sur. Cuando planeábamos nuestro viaje, pensando que Kauai era geológicamente la isla más antigua del archipiélago que visitaríamos, nos habíamos imaginado algo al estilo de la Gomera con carreteras cruzando barrancos y precipicios, y que sería mejor tener dos puntos de exploración. Luego lo que Marián encontró de intercambio no estaba tan lejos uno de lo otro, ni la idea de las carreteras era acertada.
La casa que se han construido Anita y Tommy cerca de Kalaheo, en el sur de la isla. Nosotros estamos en la casita de invitados detrás. 

Barrancos hay, pero no hay que atravesarlos para ir de pueblo a puebloás

En efecto, en Kauai no hay tantas carreteras. La vía principal es la que va paralela a la costa, por zonas bastante llanas, desde Waimea, en el suroeste, hasta Hanalei, en el norte, pasando en el sureste por Lihue (la capital) y Kapaa. Estas últimas constituyen la zona más poblada y hay más carreteras, pero ninguna entra mucho al interior. Los extremos no se alargan mucho más allá, y hay todo un arco de isla, el de los acantilados de Napali, que incluyen el Kalalau (entrada anterior) donde no hay carretera ni camino. Finalmente hay una carretera de veinte millas en Waimea que va hacia las paredes del cañón y que acaba en los riscos por encima de Kalalau. A esta última vamos nuestro primer día en la nueva casa.


Calle principal de Waimea

Estatua de Cook. Ya explicamos en una entrada anterior su relación con Waimea



Nuestra intención es una excursión en la cresta que asoma a Kalalau. Pero primero paramos a hacer fotos:

Se ve que aquí también ha llovido



Pero hacia las cumbres pinta bastante nublado, y nosotros acabamos de salir de una travesía de cuatro días pasados por agua. Nos vamos a la costa:
La 'Salt Pond',unas salinas a la hawaiiana. Ya habíamos estado antes. Dani hace fotos de pajaritos...
 Pero el objetivo es otro...

Relax en la playita:

Kauai, de costa a cumbre


Aún nos da tiempo de pasear por el sur de la isla. Primero a unas cascadas no lejos de Lihue.

Wailua falls


En el camino el paisaje recuerda a la savana africana...

Los árboles,sin embargo, son 'molucan albizia', Paraserianthes falcataria, originario de Indonesia y Papua-Nueva Guinea

Nos acercamos a la costa pasando la capital, a la bahía de Nāwiliwili. Allì hay unos hoteles, playa y un puerto industrial



Barco tradicional polinesio

Al día siguiente hacemos un nuevo intento en la cresta que asoma al Kalalau.

El bosque de ōhi'a de la cumbre envuelto en niebla

El valle de Kalalau sólo se deja ver unos segundos
Como pinta que no se va a despejar, elegimos otra ruta más soleada en el cañón:
Empezando el 'Waimea Canyon Trail', una ruta asequible de unas dos horitas 


La ruta comienza a bajar por eucaliptos de tronco rojizo
Pronto llegan las asomadas a los barrancos:




 Y las plantaciones forestales dan paso a los bosques nativos de koas y ōhi'as:

El oscuro es ōhia, Metrosideros polymorpha, y el clarito koa, Acacia koa, ambos endémicos del archipiélago

Acabamos en un riachuelo con cascarita:

 Si se sigue el  curso del agua, pronto acaba precipitándose por el abismo.

Aunque si uno se alonga puede verlo continuar allá abajo

Volvemos sobre nuestros pasos hasta el principio de la ruta, donde dominan los guayaberos introducidos
Psidium cattleianum (stawberry guava)
Un vistazo lejano a la cascada


Como la excursión fue rodada, nos da tiempo de bajar a la costa sur para completar una ruta pendiente. Nada más bajar del coche nos saludan los saltos de ballenas:


Cuando vinimos unos días antes, con Marc y Pepi, nos llovió. Hoy es un buen día para el 'Maha'ulepu Heritage Trail'

Shipwreck beach

Un sitio típico para bodas hawaiianas

Dunas fósiles

Pdte. identificar


Heiau (altar de sacrificios) de los antiguos pobladores

El camino pasa por el borde de un campo de golf

El mayor peligro no es caer por el acantilado (también hay carteles que lo advierten) sino que te abran la cabeza de un pelotazo
 Las playas solitarias se suceden...

 Llegamos hasta la última.
 A la vuelta nos llueve:


Hoy toca día de descanso. Pero Tommy le presta una tabla de surf a Dani, habrá que probarla...Primero nos vamos a la bahía de Nāwiliwili.
En el estuario, una construcción polinesia, unas piscinas para criar y pescar peces

Un rato en la bahía para coger olas mientras Marián lee en una hamaca. Pero las olas son pequeñas y pronto cae una lluvía impertinente.

Nos mudamos, atasco incluido, al norte de Kapaa, a la playa 'surfer' de Keālia

¡ Surfeando en las islas Hawai'i !

Después de una gran sesión, aún tenemos tiempo de pasear hacia el norte de la playa, entre chubasco y chubasco:

Antiguo embarcadero de piñas tropicales

Paliku Beach, salvaje y solitaria
 Dani se despide de su 'spot' de surf con una foto gran angular desde la torreta de los socorristas
Olas en Keālia 

Último día en Kauai y último intento para hacer los altos de Waimea-Kalalau, combinando el ' Pihea Trail' con el 'Alakai Swamp Trail'
Al llegar a los últimos miradores, Kalalau es un abismo blanco.
De momento habrá que conformarse con la flora nativa de ōhi'a, e intentar ver algún pajarito endémico
 El sendero está empapado y resbaladizo:

 y la niebla arrastrada por el viento lo envuelve todo
Estamos en el mismo tipo de bosque de Volcano

Pero aquí la humedad y lluvía son aún mayores y los musgos cubren los troncos ... Dani no puede evitar recordar el sendero de Cabezo del Tejo - Chinobre, en Anaga, Tenerife...
 Después de unos buenos tramos de barro, el sendero pasa a ir por tabla es. Sin ellos la ruta sería casi impracticable

El bosque es cada vez más denso

Y primigenio, al menos en aspecto

¿¿ Scaevola glabra, 'ohe naupaka ??

Un aceviño/acebo hawaiiana Ilex anómala, kāwa'u

Buscando a Marián
 El 'swamp' de Alakai es una zona pantanosa debida al encharcamiento de la zona alta de Kauai, según un cartel, el lugar donde más llueve del planeta...


No sabemos si donde más, pero debe llover mucho a juzgar por los musgos...

...lo verde...

...y la lluvia que comienza a ponerse intratable


La zona encharcada tiene una flora muy exclusiva, pero Dani no tiene los latinajos

La lluvía pasa a ser agresiva. El final de la ruta no estará a más de trescientos metros, pero es un mirador desde donde no se verá nada. Toca dar media vuelta
Como ahora nuestras botas están encharcadas, ya no hay que poner cuidado de pisar charcos...tardamos casi la mitad en volver.



Al llegar al mirador del principio,  no se ve nada
Estamos empapados después de cuatro horas de ruta. Nos vamos rápido para la costa...
Allí luce el sol, y podemos poner todo a secar:
Escampavía sobre las piedras

Usando el coche de tendedero
Sólo girando un poco más al norte, sigue lloviendo...



Por la noche tenemos una muy agradable velada con Tommy y Anita, que nos invitan a picoteo y vinito en la casa principal. Con un inglés muy fluido, compartimos historias de viajeros.

Toca despedirnos de esta hermosa (y algo lluviosa) isla. En la próxima entrega, nos vamos a una isla menos conocida del Archipiélago, ya verán porqué...
Marián con Anita. Tommy se nos escapó

¡ Adiós KAUAI !

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