lunes, 3 de febrero de 2014

O sol das praias de Goa...



Hola a todos de nuevo. Ya ven que llevamos un alto índice de publicación para lo que es la norma. Mañana ya se nos acaba este internet y comenzamos a movernos con quizá menos tiempo para escribir, ya veremos.

Nos quedábamos en la última entrada saliendo rumbo a las playas de Goa. Entre las muchas opciones, siendo que en información y turismo de Panaji nos dijeron que todas eran muy parecidas, optamos por Anjuna, una cosa intermedia entre las superturísticas de Calangute y Baga y las algo remotas y un poco más liosas de alcanzar de Palolem o Mandrem. Un mercadillo el miércoles que vimos recomendado en algun blog terminó de inclinar la balanza, aunque no descartábamos movernos a mitad.

Así que por 14 rupias (bueno, nunca te dan el cambio y te cobran 15 a cada uno), vamos en guagua local de Panaji a Mapusa, y de allí al mismo precio otra hasta la playa de Anjuna, antiguo lugar de reunión de hordas hippies sesenteras, que ahora recibe mochileros, buscadores de fiesta y vendedores de todo tipo...
Estación de Mapusa
Según llegamos, no taardamos en encontrar alojamiento en un pequeño cuarto con baño muy cerquita de la playa por 800 rupias la noche ( y un poco más lejos de la playa nos habían ofrecido uno por 500 que tampoco estaba mal ). Pero lo suyo es atravesar el pasillo de puestos de venta de trapitos y echar una primera visual a la playa:
Playa de Anjuna, según llegamos
Arena amarillenta, cocoteros, terracitas... No es una playa de la Polinesia (hay más gente, y el agua está algo turbia), pero para unos días de relax cumplirá perfectamente: paseamos por el aproximadamente km de playa a ver que encontramos:
Un pequeño templo hindú

Hay aves; forma oscura de Western Reef Egret, Egretta gularis
Como hace solajerillo, vamos a echarnos un algo a una terraza, para cogerle el punto a esto de la playa


Si llegamos al final hacia el sur, ahora voltamos hacia el norte:

Subiendo a una lomita tenimos una perspectiva de toda la bahía de Anjuna:

Cocoteros mecidos por la brisa de la tarde en un remoto punto del Mar Arábigo...

En la playa, no faltan las sagradas vacas
Y perros, muchos perros

Puesta de sol...


y coctelcito nocturno a 1 euro y pico, en una terracita algo apartada de la playa, porque esa noche los chiringuitos competían a ver quien ponía la música más alta y machacona...
A la luz de la velita, y jugándonosla un poco por lo del hielo...


Amanece un nuevo día en nuestra casita (y el dueño nos asegura que el jolgorio nocturno playero sólo es lunes, viernes y sábado...y claro, anoche era lunes)

Ya saben que nos puede el espíritu explorador, así que hoy nos vamos a costear hacia el sur, hacia las playas más masificadas de Goa. Como pareja criada en costas turísticas, nos hace gracia comparar, a ver a que se refieren con masificado en otros lugares del mundo...
Nos echamos a caminar todo lo largo de Anjuna hacia el sur...aunque pronto paramos a desayunar a la sombrita contemplando el paisanaje:
La policía haciendo ronda


Aquí tienen desayuno inglés por 2 euros con el café incluido
En estos días parece que está de moda el tanguita de chico por las playas de Goa, porque vimos varios. El señor de la foto era un fijo de Anjuna...igual no se corta el pelo desde que llegó en los '60 (no tenía pinta de indio...)

Dani se niega en rotundo a lo del tanguita...

Doblando las rocas al sur de Anjuna aparece un senderito por la ladera. Entre desayuno y contemplación, en esta latitud subtropical el sol pronto aprieta cosa buena:

Una pequeña calita con chiringuito, donde darse un remojón rápido:
Justo detrás parece que hay bastante actividad turística; nos estamos acercando a la playa de Baga:


Vale, esta vez hay que reconocer que las playas de Goa son turísticas...



Barcas de pesca tradicional en el extremo norte de Baga.




Pero no piensen en alemanes e ingleses, en esta zona los que hacen cola para el paraseiling y las motos de agua son casi todos indios...




Pescados a pie de playa...creemos que los compras y luego te los preparan en los chiringuitos...pero no preguntamos

Hay mucha gente y muchos chiringuitos, pero todo bastante rústico...en primera línea de playa sólo se ven cocoteros y chiringuitos de madera, nada de hoteles, que están escondidos más atras:


Muchos indios se bañan con ropa...




Ondean cientos de banderas, pero si se fijan, más de la mitad son de...

Esto es cirílico, y la bandera es ¡¡ de Rusia !!
Pues sí, resulta que el turismo mayoritario de esta zona del mundo, cuando no es local, viene de la helada Rusia, en paquetes que deben ser el equivalente del turismo de sol y playa de ingleses en Canarias o Baleares...porque muchos tienen pinta de venir a poco más que enrojecer al sol y desmadrarse a la noche...

Nosotros, al contrario de los rusos, sabemos que el sol quema y hay que ponerse a la sombrita...
Las playas de esta zona, Baga, Calangute, Candolim y Sinquerim son en realidad una única playa que se estira durante unos 5 km, de manera que en un cierto punto ya no sabemos en cual estamos. Nosotros paseamos a todo lo largo de la orilla. Bueno, al fondo será Sinquerim...

¡Ups!, una limícola. Hay que estudiarla antes de arriesgar un nombre...

Echando un vistazo atrás vemos todo el tramo recorrido; veníamos de la montaña que se pierde en la bruma del fondo.
En el final de la playa la costa se transforma en una montaña que más hacia el sur se ve en el mapa que marca la entrada a un estuario. Los portugueses, en el siglo XVI, construyeron el potente sistema defensivo de Fuerte Aguada, que rodea toda la montaña para proteger playa y estuario: Dani se empeña en echar un vistazo:

Torre de Fuerte Aguada en la playa de Sinquerim



Otra torre en los acantilados


La fortaleza continúa

Acabada la playa, nos vamos a coger la guagua hacia Mapusa, cruzando toda la zona turística interior de denso tráfico de motos y ricksaws...hay comercios, hoteles, ermitas, antiguas quintas, todo rodeado de árboles ...pero no se imaginen Maspalomas, que esto es la India, todo es rústico y desordenado, aunque aquí y allá se vean hoteles de lujo, estos están rodeados de los típicos comercios apretados y bochinches varios...
Sinquerim


Chófer y revisor...
El regreso en guagua, via Mapusa, es muy barato y entretenido (¡que saris tan bonitos!), pero larguillo; habíamos pensado para el día siguiente ir a ver otras playas al norte después del mercadillo de Anjuna (miércoles); pero al final preferimos pasar un día de reposo en la nuestra...

Tampoco es que andáramos muy finos esa mañana, Dani pasó una noche revuelta y Marián tampoco se levantó al 100%. Cuando después de mucho vaguear y botarnos bajo una sombrilla decidimos hacer una incursión al mercadillo, ésta se salda con el fracaso, es decir, Marián no compra nada...
Y no por falta de productos...había de todo lo que se pueda encontrar en un mercado hippie, junto con todo los que se pueda encontrar en las paradetas indias...

Volvemos a la playa, aun hace demasiado calor para mercadillos...

Y ya más fresquitos, no vean lo contentas que se pusieron estas señoras cuando Marián compró un bolsito y un pareo respectivamente:


El siguiente, jueves 30 de enero, es nuestro último día de playita en Goa, que pasamos en plan relax hasta media tarde.Nos despedimos de la playa, con su ambiente agradable y curioso, mezcla de hippies, mochileros, turistas indios y rusos, música chill-out al atardecer, pero a todo volumen, tienditas en pasillo donde venden todo tipo de trapos y cachivaches hippies, vendedores de recuerdos y algunos paseantes que ante la pinta que lleva se empeñan en vender 'good grass' o 'marijuana' a Dani (que no fuma y aunque lo hiciera no se la jugaría nunca en un país como India, donde se te puede caer el pelo ) ... Adeus Ajanta!
La playa a primera hora
En guaguas locales, con transbordo en Mapusa y Panaji, nos vamos hasta Vasco da Gama, que es de donde sale la mañana siguiente nuestro tren a Hospet. Llegamos ya de noche. Rápido a buscar hotel, si es posible cerca de la estación.
Vasco da Gama de noche.

Muy cerca encontramos primero un hotel de una categoría superior a la que nos interesa para sólo dormir. Pero casi nos lo dejan a menos de la mitad de precio...pero finalmente encontramos un sitio bastante decente sólo doblando la esquina, a 1300 rupias  (¿que cuanto es eso? unos 16 euros) Ya instalados vamos a dar una vueltilla y encontramos un mercado muy interesante, sin turistas:
Tipos de arroces
Verduras, algunas desconocidas

Comemos algo, incluído un trocito de tarta, que es el cumple de Dani, y al hotel.
Hay una cadena donde ponen mitos hinduístas. Aquí está el desdichado Ganesh, que después de que le cortaran la cabeza de niño, el dios de turno intentó arreglar el entuerto con lo primero que encontró, que fue una cabeza de elefante...

Muy temprano, a las seis y media salimos del hotel:

Y estrenamos tren indio, con destino a Hospet, la estación más cercana a las fantásticas ruinas de Hampi, que serán el argumento de la próxima entrada

1 comentario:

Lara dijo...

Buff... que malament ho esteu passant, no?? jajaja.
Besets!!