jueves, 20 de febrero de 2014

Dulce Kerala II: Varkala


En la última entrada esperábamos el tren, que ya llega:
Habíamos planeado ir a Alleppey (Alappuzha) para hacer una medio pirula: agarrar un ferry público para ir atravesar una laguna a Kottayam, y de allí buscar combinaciones de guaguas para llegar a la playa de Varkala, lo siguiente que teníamos en la lista. Por supuesto, había una opción más fácil, que era directamente irnos en tren a Varkala...
Nosotros a lo complicado, nos bajamos en Alleppey, sólo para descubrir que faltan más de dos horas para el siguiente ferry...luego son dos horas tirando a tres hasta Kottayam, desde donde no está tan claro el transporte a Varkala...estamos en pleno mediodía con un sol vertical pegando. Aun así echamos un vistazo al canal principal de Alleppey, donde tal como habíamos leído, está todo lleno de barcos a motor...para nada el encanto de Thuravoor...

El que mucho abarca poco aprieta. Cambiamos de planes y nos volvemos a la estación. También faltan casi tres horas para el próximo tren a Varkala, pero al menos nos deja en el sitio directamente, sin más complicaciones. Aprovechamos la espera para hacer gestiones, comprando los tickets de los siguientes trenes, que aquí en India se agotan hasta con semanas de antelación. En efecto, para el siguiente desplazamiento después de Varkala, estamos en una cosa que llaman 'waiting list', vamos, lista de espera...con los números ¡ 48 y 49 !  Pero al menos veremos cómo funciona esto de la waiting list...De momento nos embarcamos hacia Varkala, que para trayectos cortos no hay problemas de plaza...

Pero el tren iba a reventar y casi no encontramos para sentarnos...


Distancia corta eran menos de 100 km, pero más de dos horas. Pero llegados a Varkala un tuc-tuc nos lleva rápido al hotel de su amigo, no lejos del mirador a la playa:


Nos instalamos en el hotel donde nos han llevado, que por otro lado tiene buen precio (800 rupias noche, que nos dejan en 700) y un chico que nos atiende muy simpático. Como nos trataron muy bien, dejamos la referencia: Clafouti Beach Resort. Bajando las escalinatas aterrizamos rápido en el extremo sur de la playa. Los restaurantes ya están preparando la mercancía para los asaderos de esta noche:
Este extremo de la playa es sagrado para los hindúes, que arrojan flores y se purifican en el mar:



Luego nos vamos a pasear a la playa, donde hay mucho turista pero también mucho místico del ayurveda y el yoga...

La playa es bonita, pero nosotros somos un tanto excépticos en cuanto al misticísmo (nuestros amigos que nos leen ya lo saben...) y no podemos dejar de tener nuestras dudas sobre lo idóneo del ayurveda y el yoga en una playa llena de turistas y, todo hay que decirlo, que no brilla por la limpieza del entorno:

Hay que decirlo, India tiene serios problemas con la gestión de sus residuos, las manchitas blancas no son guano de pajaritos, sino plásticos y papeles que los comercios de lo alto del acantilado lanzan sin ningún miramiento...

La playa es preciosa, pero como tranquilo y limpio, nos quedamos con Patalavaca (en Gran Canaria, para los no asiduos a este blog)...igual nos vean por allí haciendo yoga a la vuelta...
Caminando por lo alto del acantilado, donde hay un sendero bordeado de tiendas, bares y agencias de viajes, nos encontramos justo a tiempo para ver una obra de teatro tradicional de Kerala, el Kathakali:
Es un teatro donde es fundamental la expresión de la cara y las vestimentas; primero nos hacen una demostración de varias expresiones...
Luego viene la obra en sí, con un demonio que se enamora de un rey, se disfraza de chica hermosa que intenta seducirlo, y éste, viéndose el percal primero se hace el loco, pero finalmente se cabrea y le corta los pechos...argumento sencillo...
El demonio antes de arreglarse...

El rey cabreado cuando la bella doncella vuelve a ser demonio y se descubre el entuerto...

Por lo que hemos leído, una obra clásica de Kathakali puede durar hasta 6 horas; pero todos los espectadores éramos turistas y el abismo cultural se notaría. Por eso nos hicieron una representación de horita y algo, suficiente...al final las fotos de los actores:

Mientras se ha hecho de noche, así que en uno de los restaurantes no les cuesta engatusarnos con un buen leño de pescado que nos van a preparar a la barbecue con arrocito y demás...

Al día siguiente, relax: miren que habitación más bonita:

Con su terracita:
Y cerquita, bajando a la playa, podemos desayunar en un bar con un balcón inmejorable para cotillear que pasa en la orilla:
Por ejemplo, si eres muy blanquito, como el señor de barba y su niña, todos querrán hacerse fotos contigo...


Nosotros nos vamos a pasar el día a la playa. Alquilamos una sombrilla, que estamos a latitud 9º y eso significa sol justiciero y vertical, y Dani se dirige de inmediato a las cálidas aguas del Árabigo:
La ola hoy es machacona de tubo, así que no alquilan tablas para hacer pinitos como en Tailándia o Sudáfrica. Habrá que bajarlas sin nada:
¡ ola va !
Marián también se atreve:

Vaya, se nos ha pasado el día:


Nos recuperamos con unas gambas y un rico pescado envuelto en hoja de platanera y aderezado con salsas de Kerala...
La mañana siguiente volvemos a cotillear a nuestro bar:


Pescadores
Pero el sol es intenso, y aunque ayer estuvimos bajo la sombrilla, ambos estamos algo quemadillos (es que Dani casi no salió del agua, y a lo tonto, el sol quema por mucha crema solar que uno se eche) Por eso, tras un bañito, nos vamos a contemplar la playa desde una sombrita...
Y como al sol no podemos estar, ¿que tal horita y media de masaje ayurvédico?

Nos dejan bien arreglados para continuar nuestro viaje y despedirnos de Kerala en general y Varkala en particular...


Antes de irnos a la estación del tren, nuestro anfitrión en el hotel nos deja pasar a una habitación para ducharnos, y no nos deja marchar sin antes darnos un abrazo...

Aun queda una cosa: estamos en waiting list...¿tendremos sitio o habrá que cambiar el plan?

¡Ups! aquí estamos, al final de la lista. ¡continuamos!


Nuestro añorado amigo Manu llamó a esta zona la dulce Kerala. Y no podemos dejar de coincidir con él...


Y en los próximos capítulos...
Pasaremos un día viendo el magnífico templo de Madurai:









Luego vistaremos un enclave que fue Francia hasta 1954: Puducherry:
Y cerquita una utopía místico-social, Auronville:
Siguiendo costa arriba del Golfo de Bengala, pasamos unos días en Mamallapuram, con sus templos en la orilla y esculturas en roca:


Para finalmente venir a parar al estrés de la gran ciudad en Chennai, la antigua Madrás:

Si el experimento (publicación programada para mañana) sale bien, para cuando lean estas lineas habremos cambiado de país, y no sabemos como estarán las conexiones de internet por allí; por eso publicamos este resumen informativo... ¡Nos vemos en SRI LANKA!

1 comentario:

Rosa dijo...

muy, muy gupas las fotos y el relato. Es una gozada leerlo,...al final escribireis un libro de viajes fantasticos.

que la fuerza os siga acompañando.

desde arguineguin