domingo, 2 de febrero de 2014

Goa, India

    Aprovechando que tenemos internet en Hampi, estamos intentando poner al día el blog. No se acostumbren a tanta entrada seguida porque no siempre cuadrará. En la última entrada estábamos en Aurangabad; de allí salimos el 25 de enero en un sleeper con destino a Goa:
                     
En realidad salimos de día, con unas horas de luz para ver el paisaje que cruzábamos. Luego ya se hizo de noche y a dormir mientras la guagua nos mecía con numerosas curvas y baches...Por la mañana el paisaje amarillento del Decán se había transformado en campos de arroz, cocoteros, y selva tropical...A las 8 la guagua nos deja a la entrada de Panaji, la capital de la pequeña provincia de Goa, que tiene el tamaño de la isla de Mallorca (el doble de Tenerife)
La calle de nuestra Guest House, Casa Paradiso
Si bien Inglaterra dio la independencia a la India y Pakistán en 1947, no pasó lo mismo con las pequeñas  posesiones portuguesas. Desde principios del siglo XVI Goa era territorio portugués, y continuó como tal hasta que India decidió anexionárselo en 1961 (con el ejército por delante, por si acaso) Es por ello que por todos lados aun se siente la presencia colonial : iglesias y ermitas, casas con tehos a cuatro aguas, los nombres de las calles, e incluso la tipología de algunos habitantes, mezcla de indios, africanos y portugueses...
Demos un paseo matinal por Panaji, la capital:

El edificio más destacado es la Iglesia de la Inmaculada Concepción, de 1541.

En la época de los navegantes, Panaji no era sino una pequeña villa de pescadores. Aquí probablemente pararon muchos marinos después de dar la vuelta y cruzar medio Índico, antes de dirigirse a la antigua capital, Goa Velha, unos 15 km estuario adentro, una ciudad que rivalizó en población con la próspera Lisboa del s.XVI. Como el centro de Panaji se ve rápido y en cambio el plano de Goa Velha está lleno de iglesias y monasterios, agarramos la guagua local por 14 rupias cada uno y nos vamos a la gran ciudad...
Sorpresa : nos imaginábamos una especie de Oporto indio...y nos encontramos con que en efecto hay muchas iglesias. La cosa es que sólo hay iglesias. La malaria y la insalubridad del lugar hizo que la boyante ciudad acabara siendo abandonada. El fervor cristiano (azuzado por una potente Inquisición) debió mantener en pie los edificios religiosos...porque del resto no queda nada de nada. Pero por las dimensiones de lo que hay Goa en efecto debió ser importante:
Iglesia de San Francisco de Assis, de 1661


Interior de San Francisco de Assís

La iglesia se levantó sobre un edificio anterior, de allí que se conserven tumbas de goanos notables de los primeros tiempos, un siglo antes


Una pequeña iglesia adelaña, que recuerda a las de Canarias

Interior de la Sé Catedral de Santa Catarina, empezada en 1562, y acabada 90 años después. La iglesia más grande de Asia


Exterior de la Sé Catedral

Un poco más allá una iglesia que copia el modelo de San Pedro en Roma, a escala más reducida:
San Cayetano, 1655, construida por unos monjes italianos a los que no dejaron ir a Golconda, un reino indio del interior.



Entre iglesia e iglesia el solajero aprieta (estamos cerca de la latitud 15º norte, como Cavo Verde). Habrá que comprarse una pamela...



Una de las más importantes es la Basílica do Bom Jesus:


Acabada en 1605, en ella se guardan los restos de San Francisco Javier, religioso navarro que llegó aquí para poner derechos a los pecadores goanos en 1542...
A San Francisco Javier se le intuye en el sarcófago de cristal que se ve arriba de todo


Lo de la religión hindú es complicadillo: les sirve como dios al que ponerle ofrendas una imagen de San Francisco Javier:



Otra perspectiva de la Basílica


No todo está en pie, acabamos nuestra visita en las ruinas del gigantesco Monasterio de San Agustín, fundado en 1572 y abandonado en 1835:


Hecha la visita a Goa Velha, nos volvemos a Panaji:


Habrá que echarse una 'Kingfischer', la cerveza india:

Después de reposar un rato, salimos al fresquito. En la Bahía de Panji hay varios barcos-casino:

Pero nosotros preferimos gastarnos los cuartos en 'Viva Panaji', un restaurante en un edificio portugués con rica comida goana:
Arroz de gambas al curry y pescado en una salsa muy roja (y picante , claro, aunque vamos acostumbrándonos)

A la mañana siguiente nos despedimos de Panji (Panji o Panaji es lo mismo):

Un paseo por la calle 31 de Janeiro:



Y un buen desayuno en un buffet de hotel de época::

En guagua local, nos vamos a las famosas playas de Goa, ¡pero eso queda para la próxima entrada!

Los siguientes días nuestro campo base será la Praia d'Anjuna...

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