sábado, 22 de noviembre de 2025

Malapascua, Filipinas

Como en ocasiones anteriores, el blog se quedó aparcado, acabamos el viaje y continuamos por otras latitudes. En la nube de internet quedó un borrador inconcluso con un puñado de fotos pendiente de ser retomado. Pero sería una pena que el relato de nuestro periplo por la Filipinas, y su continuación en Malasia, no constara en este caótico cuaderno de bitácora, así que volvamos al mes de marzo de 2025, día 27 por concretar...

Con el objetivo de las sardinas de Moalboal cumplido, vamos enfilando el final de nuestra estancia en Filipinas. Cosas del visado de 30 días. Entre varios planes que barajamos en su momento, nos acabamos decantando por Malapascua, una diminuta isla en el extremo norte de Cebú, famosa por el buceo. Tenemos una buena tirada en guagua a primera hora de la mañana de Moalboal a Cebú city, un taxi para cambiar de estación de guaguas, y una furgoneta por la que hubo que esperar un rato a que se llenara, y que tardó otras tres horas, y eso que el chofer le pisaba, en llegar al muelle del barquito.

Llegamos al muelle, en el extremo norte de Cebú...

Barquitos a Malapascua

El horario de salida de barcos parece que es semirregular, habrá que esperar un ratillo para el próximo barco, que aprovechamos para unas fotos de este diminuto embarcadero en el extremo norte de la isla de Cebú.



La caseta donde te gestionan las tasas ecológicas, obligatorias.

Esperando

La islita es visible, plana, nada más salir, y el trayecto en barco es de una media hora.

¡Malapascua a la vista!

El ferry de Manila

Bienvenidos a MALAPASCUA:


Desembarcando

La isla se ve pequeña y bastante poblada, (según wikipedia, 6000 habitantes apretados en una isla de apenas un km de E a W, y dos y medio de S a N, abarcando 1,48 km² ¡la tercera parte de isla de Lobos!)  
-google earth-


Nuestro primer objetivo será ir al hotelito que consiguió Marián, uno asomado a primera línea de playa que, al menos en internet, tenía buena pinta. Un paseo por callecitas estrechas que luego cruzaremos decenas de veces nos lleva rápido al extremo sur.
Nuestro agradable hotel, Blue Coral Resort

Nos asignan una primera habitación que no nos entusiasma y que luego mejoramos notablemente. El hotel está en un extremo de la  playa sur, y como estaremos días, acabamos teniendo una en la que nos levantábamos cada mañana con vista a ella. 

Ya nos conocen, nos instalamos rápido y a explorar:

'Paseo marítimo'

Indicador de islas vecinas y distancias

Ya puestos, también les situamos en el mapa, que hace tanto que no publicamos que igual no se ubican...


Como ven, Malapascua está en medio del rebullicio de las numerosas "islas Bisayas", estas a su vez entre el Archipiélago de Luzón i aledaños al norte, y Mindanao al sur. Buscando en internet el origen del nombre, se encuentra esto:

¿¿  El nombre de "Mala Pascua" fue dado por navegantes españoles cuyo barco quedó varado en esa isla el día de Navidad, específicamente el 25 de diciembre de 1520 debido al mal tiempo. A causa de la desgracia de tener que pasar la Navidad lejos de sus compañeros y familiares atrapados en una isla desierta, los españoles llamaron a la isla Mala Pascua. A partir de entonces los españoles y los no lugareños se referieron a la isla con ese nombre.'  ??

(los interrogantes son de Dani), un texto copiado y pegado varias veces el mismo en diferentes páginas, también en inglés. Sin descartar el probable origen del nombre en algún naufragio /temporal/ varamiento obligado de españoles, la especificidad de la fecha no cuadra demasiado. Estaríamos hablando de meses antes de la llegada de Magallanes (16 marzo de 1521), el descubridor oficial de las Filipinas. No es imposible que algún navegante, posiblemente portugués, haya surcado estas aguas algún tiempo antes, y el islam hacía más de un siglo que había llegado a esta zona del planeta. Pero el nombre sin duda debe ser algo más reciente. 

  Volviendo a lo práctico, en la isla tenemos algunos trámites que hacer, como encontrar un club de buceo con el que medio habíamos contactado, vía la página de viajar por Filipinas, para decidir opciones. Malapascua está en el mapa de los lugares a visitar precisamente por sus inmersiones.

De clubs de buceo, está lleno a rebosar...Para más confusión, la mayoría tienen nombres parecidos, el nuestro era  - ᘻᗩᒪᗩᕵᗩSᑕᑌᗩ Sᑕᑌᗷᗩ, que físicamente fue un poco complicado de encontrar, está un poco escondido y la localización que dan está por afinar...

Pero lo que es para gafas y tubo, la primera impresión no fue muy buena, el fondo es arenoso y con algas, y la fauna marina no es muy abundante. La luz de los primeros días no ayudó tampoco...



Para bañarse bien, pero no abundan los pecitos de colores en la orilla, que lo sepan.

Segundo día: amanece con solito...

Pero no tarda en nublarse. En la trasera del hotel hay una pequeña playa a la que se accede atravesando un cementerio:

De alguna tumba deteriorada parece que pueda salirse el 'finado'

Un poco más allá hay una playita donde se pueden ver ' tiburones' baby, pero ese día no invitaba...

El acceso, controlado, a los tiburoncillos. Días después comprobamos que sí, que haberlos, haylos.

Aprovechamos el día gris para recorrer un poco la isla y hacernos una idea de sus dimensiones. Muy cerquita tenemos la iglesia parroquial.

'Virgen de los Desamparados Parish'



Como en todas las Filipinas, hay una gran afición a los gallos.

La mitad sur de la isla está densamente poblada. Una carretera central comunica con las playas y poblaciones del norte. (Estamos hablando de unos 2 km de distancia)

Carretera central, transitada principalmente por motos

Tomamos un desvío hacia la costa noroeste, donde hay alguna playa local de pescadores.

Una senda arbustiva y tropical nos lleva hacia el faro de la isla, en un promontorio.

Una paradita a mitad camino, en una calita con barecito, para visitar el naufragio de un barco japonés de la Segunda Guerra Mundial. Al parcer se trataba de un carguero que iba a dejar sacos de cemento en la costa, cuando fue bombardeado y hundido.

Está a unos 200 m de la orilla, donde los barcos, a unos 5 m de profundidad. El fondo es tirando a monótono, y la transparencia no es la mejor, pero el barco se ve. 

No es nuestra, que en este viaje lo de las fotos fue un poco fracaso. Fuente, en GoogleMaps

Un poco más adelante, el faro


Hacia el norte de la isla hay también poblaciones de pescadores que amontonan los barcos, y muchas otras cosas, en las playas. 

Los barcos y las playas son fotogénicos, aunque hay un problemilla de gestión de residuos...

Después de perdernos un poco, el acceso desde el faro no es muy evidente, llegamos a la playa más emblemática del norte

'North Beach', entre el día nublado y que por este lado la limpieza brilla por su ausencia, no nos pareció nada del otro mundo

Pero hay mucha vida local:

Secando pulpos

Volveremos otro día más fotogénico por esta zona, de momento seguimos nuestra especie de vuelta a la isla rodeando la punta NE e intentando costear de allí hacia el sur

Pándano gigante que recuerda a un drago

En la costa Este también hay bastantes poblaciones en los pequeños barrancos, que no difieren mucho en aspecto de las ya vistas.


Acabar aproximadamente la 'vuelta a la isla' nos lleva como hora y media larga más, porque no hay una senda costera como tal, y las poblaciones se hacen un tanto laberínticas. Por la tarde, tenemos un rato de descanso en nuestro hotelito, donde hay que decidir los siguientes días.

Confesiones de viajeros. Todo viaje que se precie tiene sus pequeñas crisis y a nosotros nos tocó, entre otras ocasiones, ese día de Malapascua. Escribiendo ahora a meses vista de entonces, nos parece una tontería, pero por aquellos días nos hizo gastar cierta energía mental. Habíamos llegado a una islita perdida de Filipinas en la que esperábamos echar unos días de relax, playita, pececitos de colores con las gafas y el tubo, y de paso a lo mejor hacer algún buceo e incluso algún curso avanzado (tenemos el 'openwater'). En nuestro imaginario quizás habíamos esperado una isla algo menos poblada y 'turística', más salvaje, de lo que realmente es...una especie de La Graciosa, con su Caleta del Sebo, o la soledad de Isla de Lobos cuando no iba tanta gente... Llevar un mes de viaje a ritmo un pelín superior al que acostumbramos últimamente influyó, pero cuando nos dió por darle vueltas, nos salieron un montón de  factores: clima de ese día, lo soso de los fondos asequibles desde la orilla, la profusión de centros de buceos y su clientela un tanto 'típica', las playas menos turísticas, que normalmente son las que nos entusiasman, sucias (por suavizar), una isla densamente poblada por gente que no nada en la abundancia, cruzada por carreteras de asfalto y con poco sendero que recorrer...la sensación de habernos equivocado de destino para nuestros últimos días filipinos (¿no habría sido mejor ver el ambiente surfero de Siargao, otra de las islas populares que barajamos?) Para añadir más, o por el estado mental de aquel día, la indecisión de Dani de qué hacer el día siguiente ¿un tentador curso de 'Advanced Open Water'?¿ ir a ver los tiburones zorro, el atractivo que realmente ha puesto a Malapascua en el mapa del buceo...?

Nubarrones grises en el mar y en las cabecitas de Marián y Dani

Tampoco se vayan a imaginar una supercrisis, es solo por dejar constancia en este blog de que viajar también cansa, a veces. Y esa tarde, el finalmente decidir algo con lo del buceo, ayudó a superarla: nada de curso, que bien analizado, Dani tiene el 'Open water' desde hace años y le saca poco jugo, más que nada porque disfrutamos más con la sencillez del margullo de gafas y tubo. Mañana se va a las inmersiones indispensables para ver el tiburón zorro, dentro de una especie de programa educativo/ ampliación del Open Water que ofrece el centro con el que habíamos contactado, y el resto de días de la isla, a relajarnos, que sabemos.

3r día en Malapascua:

Así que al día siguiente a Dani le toca madrugar, para presentarse a las 5:30 de la mañana en el centro de buceo...Marián aprovechará para disfrutar del hotel, desayunito, playita.

A esas horas ya es de día...

... y ya hay niñitos en la orilla.

La hora es intempestiva, los tiburones tienen su horario...después de las presentaciones, preparativos y embarque, nos ponen un buen desayuno en el barco que comparten varias compañías. 


Las dos primeras inmersiones son lejos, en un monte submarino cuya pequeña cima plana se alza a unos doce metros de profundidad rodeado de paredes que se sumergen en el abismo. Estamos en Kimud Shoal.

Malapascua a lo lejos

En realidad estamos más cerca de la isla de Leyte

No somos el único barco sobre el monte submarino

Aquí se hacen dos inmersiones ( y luego se hace otra en 'Monal Shoal'). Se desciende a una planicie a unos 12 m de profundidad, y lo cierto es que los tiburones tardan muy poco en aparecer. El tiburón zorro es un animal que en realidad vive a cientos de metros de profundidad, de allí sus grandes ojos negros. Kimud es sólo una estación a la que acuden para que los peces del atolón los desparasiten y limpien. Están un rato y vuelven a la oscuridad del abismo. 
Las dos inmersiones en Kimud son fantásticas, con cientos de tiburones zorro paseándose brevemente a tu alrededor, en ocasiones a apenas un metro de distancia. Y los pocos ratos que no hay ninguno, el fondo coralino alberga muchos otros peces de colores con los que entretenerse. La pared en la que termina la plataforma se hunde en las profundidades y es tentadora. Nos enviaron fotos y videos de las inmersiones, pero por alguna causa no se guardaron en su momento, y ahora no las tenemos, habrá que tirar de internet...
Tiburón zorro, Alopias pelagicus, obsérvese la larguísima cola...
<fuente ; blog   Nuestro viaje por el mundo, Scheherezade y Carlos>

Más tarde nos llevaron a Monal Shoal, que hace unos años era a donde venían los tiburones, que ahora se han mudado. Pero haces una inmersión más, con la remota posibilidad de ver otra especie de tiburón, el 'tigre'. Lo cierto es que ese día el agua allí estuvo turbia y no se vió, pero Dani tuvo entretenimiento suficiente con los pececillos coralinos, que le fascinan. 

Aunque en realidad se trata de inmersiones realmente sencillas, lo cierto es que exigen cierto nivel (a priori, no vale sólo el 'Open Water') ; Dani tuvo que insistir en que tenía más idea de buceo de lo que su historial de inmersiones parece reflejar, y aún así le pusieron guía personalizada, porque no se fiaban (Bárbara, super profesional ¡gracias!). No es por dificultad, sino por razones de conservación: el coral, y los tiburones, son supersensibles y el lugar es casi único en el planeta. Gente pegando aletazos a los corales sin ton ni son, o persiguiendo a los tiburones, no tardarían en arruinar el lugar. Las inmersiones son controladas, en grupos pequeños y con códigos claros de conducta. 

Cómo en 'Viajar por Filipinas' tienen varias entradas detalladas sobre estas inmersiones, mucho más de lo que aquí podamos contar,  les dejamos el enlace   > aquí, info <


Los dos lugares de inmersión

Ya por la tarde, mucho más optimistas que ayer: le vamos cogiendo gusto, y el ritmo, a la islita...

El embarcadero en marea baja


Un pozo. Plataneras.

Sigue lloviendo a ratos


La isla de Leyte a lo lejos. Curiosidad: Leyte -o alrededores, y por el otro lado que el que vemos- fue la isla a la que llegó Magallanes después de cruzar el Pacífico. Hablaremos de él (de Magallanes) en la próxima entrada.

Pero si hay algo que nos concilió del todo con la isla fue la plaza central, llena de puestos de comida a la hora de cenar. Nos hicimos fijos...

Unas alguitas muy ricas...

'caracoles'

(4º día Malapascua - 30 marzo 2025)

También estaban muy ricos los desayunos filipinos del hotel:


Y hace más solito...

Como Dani había visto tiburones el día anterior, ahora hay que buscarlos para Marián. Hoy luce el sol en la playita de los tiburones baby, así que entramos con nuestras gafillas a buscarlos. No tenemos fotos, ¡pero los vimos a decenas!   

Tiburón de arrecife de aletas de puntas negras (Black tip reef shark, Carcharhinus melanopterus)
foto: Youtube-


Como el tiempo acompaña, nos volvemos a cruzar la isla hacia el norte, hoy un poco más a tiro hecho.



volvemos 'pal norte'

En el extremo NE estan las ruinas de un complejo turístico abandonado largo tiempo. Parece que es puesto típico de instagramers.


Nuestras fotos, por la chorrada.

Detrás hay otra playita tranquila, por la que continuaba el complejo, y donde se puede echar un vistazo a algunos peces de colores (no muchos, pero algo hay).



Ruinas en la playa


'Tesorillos de la mar', el caparazón de un erizo


Como difícilmente llegará a España entero, foto detallada

Con sol, 'North Beach' luce otra cosa

El pándano del otro día, parece un drago de Las Tricias








Hoy también asoman nubes de lluvia...



Llegaron y nos llovió, pero sentados en un techito con una buena comida no nos afectó demasiado..,
Por la noche también salimos a cenar, ya dijimos más arriba que nos hicimos fijos de la placita central:




5º día Malapascua...


Amanece, que no es poco


Como la isla es pequeña, nos repetimos. Esta es la playita del barco japonés.


Bañito en el norte

Bosques tropicales




El baloncesto, deporte nacional


Una tienda de víveres, más escondida que las de los turistas

Más gallos.

Tardecita en las mesitas del hotel


Explorando la orilla

De nuevo chuchando en el mercado...



Langostas filipinas


La 'Red Horse', una de nuestras cervezas locales...


Despidiéndonos...Al final le agarramos cariño a esta islita en el centro de las Filipinas.




Nos vamos

Sin mucha novedad, nos trasladan a Cebú, al muellito del norte, donde no hay furgonetas con hora fija. Pero la única que hay nos asegura puesto, aunque esperando al siguiente barco para llenar algunos más. Por un poco más de dinero, nos llevó directos a Mactán, una ciudad-isla aledaña a Cebú City, donde está el aeropuerto. Pero por logística y un poco también por curiosidad histórica, haremos una paradita corta en este lugar al que dedicaremos la próxima entrada, que esperamos no se haga de rogar...

Contentos por llegar a nuestro campo base en Mactán, donde tendremos un encuentro con la historia

A ver si hay suerte y arrancamos de nuevo este blog. Hay varios borradores que se quedaron a medio hacer (bueno, algunos sólo está el título) y que habrá que retomar. Permanezcan atentos.


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