Swazilandia, un pequeño reino que la mayoría no sabría situar en el mapa. Los que saben un poco más de geografía o miran las noticias, les sonará por su extravagante rey casado con un buen puñado de mujeres, o por sus pavorosos índices de prevalencia del sida, cosas que nos hacen pensar en un país ultrapobre del tercer mundo...Y aunque es verdad que el país no nada en la abundancia, su aspecto es bastante más desarrollado del que uno deduciría de lo poco que se oye de este rincón del mundo. Nos encontramos con un país con unas infraestructuras bastante mejores que las de Lesotho. Es lugar de paso del importante tráfico comercial entre Sudáfrica y Moçambique y eso se traduce en buenas carreteras. Un clima privilegiado permite el cultivo de la caña de azúcar para la exportación, y de abundantes frutas para el consumo interno y de países vecinos. Hay industrias y por todos lados parece que se va prosperando. En un paso fugaz y turístico por allí desde luego no se llegan a ver las miserias que tiene, pero se ve que hay un reparto de la riqueza más equilibrado que en Sudáfrica y eso hace que salir a pasear por la noche sea infinitamente más seguro que en el país vecino. Y la gente es alegre, amable y muy africana...
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Pero para llegar a Swazilandia, primero hay que cruzar desde Lesotho por territorio sudafricano...y no es nada raro encontrarse con los 'road works' que te pueden duplicar el tiempo estimado en algunos tramos... |
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En las afueras de casi todas las poblaciones de cierta entidad de Sudáfrica nos encontramos con los 'townships'; nos referimos a ésto cuando hablamos de la desigualdad en el país. Y el de la foto es en zona rural, que los realmente deprimentes están en las afuras de las ciudades, donde chabolas ultramiserables se apretan en kilómetros de extensión. |
Pasadas las formalidades de la frontera (¡qué nos gusta cuando nos ponen un sello nuevo en el pasaporte!) entramos en un país tropical con ríos canelos.
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Matrícula en Swazilandia |
La primera tarde sólo nos da para llegar a nuestro hostel, en el valle de Ezulwini, y dar una vueltita.
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'Sibebe' no conduzca...la cervecita Swazi de la tarde. |
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Y 'pal sobre':
Un buen descanso para levantarnos pronto, antes de que casque el sol y dar un paseíto:
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Un hermoso abejaruco africano: White-fronted Bee-eater, Merops bullockoides |
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Hay que preparar un buen desayuno para luego... |
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...ir de compras. Al lado del lodge venden artesanías locales a precios mucho mejores que en Sudáfrica (pero nosotros tenemos un cochito minúsculo y no nos podemos volver locos...) |
Seguimos ruta, pasando por Manzini, la segunda ciudad más importante del país (la capital se llama Mbabane, pero no pasamos por ella)
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Calle céntrica de Manzini. |
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Mercadillo donde compramos guayabos... |
Pero nos vamos ya comidos, al lado del mercadillo:
De los parques nacionales del país, el que más nos recomendaron fue el Hlane Royal National Park. Es fácil llegar, y justo al lado del camping hay una charca donde vemos enseguida algunos animales nuevos:
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Sí, elefantes ya habíamos visto...pero si se fijan en el agua... |
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Parecen piedras... |
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Pero las piedras respiran, se mueven y a veces dan respingos. Nuestros primeros hipopótamos.¡Ah!, la piedra de puntitos es un cocodrilo.... |
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Esa misma tarde nos apuntamos a un 'safari' en vehículo del parque, porque las pistas están muy mal para ir con coche propio. Les ponemos sólo una selección de lo que vimos:
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Un facóquero brilla al sol después de tomar un baño. |
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Un escarabajo pelotero arrastrando su bola de escrementos. |
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Viendo las esbeltas jirafas, casi no vemos los impalas de detrás |
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Estampa familiar |
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Sin duda el animal terrestre más majestuoso que hayamos visto... |
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Red-billed oxpecker, Buphagus erythrorhynchus, pasajeros habituales de los grandes mamíferos, a los que limpian de parásitos |
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También nuevos, los rinocerontes |
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Nuestro único león de Swazilandia |
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Woolly-necked Stork ('cigüeña de cuello lanoso'), Ciconia episcopus |
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' Yo tenía una granja en África...', Bueno, no teníamos, pero allí estábamos, en África... |
Llegada la noche vemos las estrellas del sur desde nuestro remoto camping, oyendo a lo lejos los rugidos de la savana, ¿leones?¿hipopotamos?...no se veían, añadiendo misterio a la noche. Suerte de la alambrada electrificada...
Alimentamos el espíritu con la inmensidad cósmica y los estómagos con unos buenos chuletones...
Nos despedimos de Swazilandia. Les ponemos algunas fotos de la zona de acampada, para que vean un día en África:
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De día no se puede estar en la tienda, ni que esté a la sombra... |
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En las horas centrales del día casca el sol en la savahna. |
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Pero nuestro modesto camping tiene comodidades para esos momentos... |
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Tampoco pateamos mucho, nos pasean en cochito...y es que los leones mejor desde arriba... |
Atravesamos el trecho que nos separa de la frontera con Sudáfrica viendo algunos campos de caña de azúcar y algunas aldeas, mientras en la radio oímos una lengua familiar...el portugués. No nos hemos vuelto a las Açores, sino que Moçambique está a dos pasos. Pero queda para otro viaje, que nosotros nos vemos en la próxima entrada con fotos a saco del Kruger.
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Caña de azúcar, una de las fuentes de ingresos en Swazilandia. |
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Nuestro paso por el país ha sido tan fugaz que hasta las fotos las hacemos desde el coche. Nos quedamos con ganas de más, pero con un gran recuerdo...¡hasta otra, Swaziland! |
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