Isla Norte

Hola de nuevo. Hacía tiempo que no publicábamos. Y esta entrada será algo corta: lo cierto es que tenemos tres ya preparadas, pero son demasiado largas y las conexiones a internet demasiado lentas para haber podido colgarlas. De modo que de momento limitaremos un poco la extensión y sobre todo el número de fotos; cuando tengamos tiempo y/o buena conexión iremos dando más detalles del viaje, pero si queremos poner algo, de momento esto es lo que hay…

En la última entrada nos habíamos quedado aún en la isla sur, con un tiempo envidiable y subiendo dirección norte por aquella isla.

En el norte visitamos el Abel Tasman N.P. , muy popular, y nos acercamos al extremo final, el Cabo Farewell y el Split, un largo brazo de arena acumulada por las corrientes…

Ambas zonas dignas de visitarse, aunque nosotros nos quedamos con la segunda:

Una playa cerca del cabo Farewell

Bajando de nuevo hacia Christchurch, el tiempo fue empeorando poco a poco, aunque ya habíamos cumplido con los principales objetivos. En la capital cambiamos por una furgoneta más pequeña, que es con la que nos hemos movido por la isla norte…pero pasemos a ella..

Saltamos de Picton, en South Island, a Wellington, en un ferry que cruza el estrecho de Cook en tres horas.

En Wellington pasamos  dos noches, en parte porque la ciudad es muy interesante y en parte porque el ambiente frío y algo lluvioso no invitaba a moverse al norte…Wellington, sin ser muy grande tiene mucha vida y una pinta bastante más urbanita que Christchurch. Jardines botánicos, algunas compras y cosillas de logística, buena comida y el magnífico museo ‘Te Papa’ nos tuvieron bien entretenidos.

Wellington

Abandonamos Wellington siguiendo la costa Oeste, donde queríamos visitar el Taranaki, un estratovolcán tipo Teide, que en alguna película se ha utilizado como sustituto del Monte Fuji…

Pero nos habíamos mal acostumbrado con el tiempo de la isla sur. Lo cierto es que desde la última entrada hasta ahora, varios frentes y borrascas se han paseado por todo el país. Y una nos pilló entre Wellington y el Taranaki

El Mar de Tasman, movidito

Pero contra todo pronóstico, el frente pasó rápido y nos dio una tregua. Y conseguimos ver el volcán y hasta trepar un poco por sus laderas, hasta tocar la nieve…

Hacia el centro de la isla se alzan otros estratovolcanes en el Parque Nacional de Tongariro y el cielo azul nos ofrecía esperanzas de recorrerlos:

Pero nuestro gozo en un pozo, al día siguiente se plantaba una borrasca en la isla norte que obligaba a cambiar de planes. De este modo nos plantamos en Rotorura, capital de la geotermia neozelandesa. Salen fumarolas incluso de las alcantarillas, y todo huele a azufre.

Que mejor que remojarse a 40 grados mientras llueve…

Géyseres

Fumarolas

El tiempo mejoraba, pero no lo suficiente. Pero antes de dirigirnos al norte preguntamos por la previsión para el día siguiente, el viernes 4 de junio. Y nos dijeron que pintaba bien de una manera tan convencida que nos fuimos directos a la base del Tongariro a intentar el ‘Alpine Crossing’. El día siguiente ESPECTACULAR:

Y que mejor que acabar el día relajado en aguas termales…Por la noche, mientras Dani miraba constelaciones del sur, el termómetro bajó a 2,5 bajo cero…y acabó la observación de nuevo en remojo

Al día siguiente se volvió a nublar. No fue problema porque nos íbamos al mundo subterráneo en las cuevas de Waitomo…

…las cuales no son famosas por sus estalctitas y demás, sino por los glow worms (¿se acuerdan de los gusiluces de una entrada anterior?)que cubren a miles el techo…pero no dejan hacer fotos.

Después de aquello se ha colocado una borrasca que no acaba de irse del todo. En la península de Coromandel casi no paró de llover, aunque pudimos bajar a una playa y ver unos bosques magníficos azotados por la lluvia…

Aunque para magníficos, los bosques de Kauris (Agathis australis, de la familia de las Auraucarias) que visitamos ayer, aprovechando que aunque llueva, sólo es a ratos.

El kauri crece entre otras muchas otras especies de árboles en un bosque de aspecto tropical…y aunque los kauris no llegan a las alturas de los eucaliptus australianos, los ejemplares longevos como el de la foto siguiente son descomunales. Búsquen a Marián para hacerse una idea…

Hoy hemos llegado, con menos lluvia, pero mucho viento, al Cape Reinga, el extremo norte de Nueva Zelanda y quizá uno de los paisajes costeros más bonitos que hemos encontrado: Acantilados volcánicos por los  que trepan dunas de arena y un mar azul pero tormentoso…

Y nos despedimos con una foto de la playa donde pasamos la noche, afuera aullando el viento pero nosotros calentitos en nuestra furgonetilla…Hasta pronto!!!