Acabando en Nueva Zelanda

Finalizamos una etapa, larga, de nuestro viaje. A lo tonto, llevamos mes y medio recorriendo este país. Nos ha gustado mucho, aunque comenzamos a tener ganas de cambiar…este clima de borrascas y frentes con sólo pequeñas treguas ¡aunque muy afortunadas! que nos ha tocado en la isla norte comienza a hacer mella en los intrépidos viajeros. No es que haya llovido mucho (a ratos sí), pero el sol asoma poco en unos días que ahora están en su mínima duración a 10 días del solsticio - que aquí debajo es de invierno-, llevamos dos meses sin ver un termómetro llegar a los 20 grados, casi siempre hay humedad, viento o los dos…como positivo hay que decir que la lluvia no suele ser continua, sino que llueve un rato, luego chispea, más tarde sale el sol, de repente cae un palo de agua…
Bueno, no nos pongamos quejicosos. Pendientes aún de poder publicar unas entradas más detalladas con muchas fotos que ya están hechas, ahora pondremos unas poquitas de los últimos días. En el resumen anterior nos quedamos acampados en el extremo norte de la isla, en una playa no muy lejos del Cape Reinga. Por la noche aun sopló la brisa y llovió algo, pero tuvimos una mañana espléndida…así que antes del desayuno nos fuimos a dar un paseo por la playa:

El extremo norte de la isla está cubierto por grandes extensiones de dunas…

Durante unas horas nos sentimos como en el Sáhara, pero a 15 grados…

Pero como en toda la isla, lo que más abunda son los prados verdes, llenos de ovejas:

Camino del sur paramos en algún reducto de kauris…

Tirando, tirando, ya de noche llegamos a Bay of Islands. Por la noche el cielo estuvo despejado aún un ratillo, sin brisa, pero la temperatura cayó a los 4 grados y medio, y a Dani se le empañó el telescopio a los diez minutos por la humedad…

Reconociendo constelaciones del sur. Éstas no se ven ni en Canarias…

Llegamos de noche, con pocas ganas de consultar la ‘Lonely’ y al día siguiente la señora de información tampoco fue muy informativa…(igual no nos entendió bien, pero su respuesta fue una especie de búsquense la vida que yo no tengo ni idea de pateos…no siempre, pero se ve que a veces están aburridos de decir lo mismo a decenas de turistas…)
Así que en Bay of Islands improvisamos un poco. De todas formas se ve que es un sitio más para el verano, porque todo está lleno de excursiones para hacer kayak, snorkeling, bañarse con delfines…cosas para las que no estaba el día, que amaneció soleado, pero no tardó en nublarse y amenazar nuevas lluvias…El lugar de todas maneras es bonito:

Por la mañana, en el camping, se escucha el melodioso cano de los ‘tuis’

Rusell, Bay of Islands.

Un chucho en la playa…

Paisaje.

Lo del tiempo revuelto no lo inventamos

Bay of Islands no parece muy grande en el mapa, pero casi nos quedamos sin gasolina en las carreteras tortuosas. Al atardecer aprovechamos para hacer camino, pero casi perdemos la paciencia. Como último lugar antes de ir a Auckland, habíamos elegido unas playas cercanas a la capital. Pero no contábamos con que los alrededores (y eso quiere decir en un radio de 40 km) de la ciudad fueran un auténtico lío. Después de mucha vuelta y de finalmente preguntar, conseguimos enfilar a las playas de Piha y Karekare, pero tampoco resultó que estuvieran al lado, sino que aún tienes 30 km de montaña y curvas. Pero llegamos.
Por la mañana, después de varios chaparrones nocturnos, no amaneció mejor, pero la playa no deja de ser bonita por ello:

Dos vistas de Piha

Y ésta es Karekare, famosa porque aquí se rodó ‘El Piano’

Significativo: ésta es la foto de baño en el Mar de Tasman de Dani en la Isla Norte…

Otra vista de Karekare. Nos imaginábamos la música

De camino a Auckland paramos en un mirador. Tampoco pintaba mucho mejor…

La primera foto de Dani en la ciudad: un drago

En Auckland hemos dejado de dormir en nuestra furgoneta. Hemos encontrado un hostel muy agradable y apañado como campo base para visitar la ciudad:

Ayer por la tarde, y hoy, 12 de junio, nos hemos dedicado a recorrer un poco la ciudad. Un par (peninsular) de fotos:

(Las palmeras son Phoenix cf.canariensis...)

En el Auckland Museum, mientras fuera llovía, aprendíamos sobre culturas y arte polinésicos y maorí e historia natural. Hay que reconocer que los museos en esta región del mundo siempre enganchan…hasta en la sección para niños se le puede ir a uno la olla viendo cómo nacen larvas de mosca en un terrario…

Arte maorí

Esqueletos de los extintos Moas

Y como de momento es la última noche en Nueva Zelanda, que mejor que una buena cena. Además, por fechas, casi vale como una de fin de curso con nuestros compañeros…a los profes que nos siguen, que sean leves los exámenes finales, evaluaciones, y demás…y mucha suerte a los opositores que nos siguen!!

Salut per a tots des de aqui baix (profes i no profes)!!!

M&D