sábado, 26 de noviembre de 2011

Faial (parte II)

En la anterior entrada habíamos visto Horta y atravesado Faial de cumbre a costa a pie. Volvemos a Faial, con esta segunda entrega dedicada a la isla.
En los días anteriores habíamos tenido suerte con el autostop, pero no era una manera de moverse comodamente. Coches de alquiler primero no habían, y para cuando aparecieron, era a precio desorbitado. Suerte que Faial se puede recorrer de otra manera:
A excepción de las cumbres, el resto de la isla es muy accesible en Scooter, medio de transporte que ya habíamos probado con éxito en la remota Polinesia... hay una carretera que circunvala todo el perímetro de la isla, con un total de unos 60 km y muy poco tráfico, y las bajadas a la costa no tienen una pendiente exagerada. Y es más barato (20 €/día) y divertido que el coche...vámonos de vuelta a la isla:
Hacia el sur, uno de los 5 vértices de Faial (tiene forma pentagonal) es la punta de Castelo Branco, un domo fonolítico muy imponente con una flora muy interesante, aunque no llegamos a ver sino brezos y fayas...
En la parte alta hay muchas 'huras' (madrigueras-nidos) de pardelas:
La vista a ambos lados es muy buena; hacia el Este se ve la pista del aeropuerto y detrás la isla vecina de Pico. Con frecuencia la cima del volcán vecino estaba entre brumas...¿tendríamos suerte cuando saltáramos allá?

Y hacia el Oeste se domina la costa de Porto do Varadouro. Obsérvese que Faial es una de las islas más jóvenes del archipiélago, con lo que es un tanto aburrida en su geología: no hay casi barrancos, sino laderas formadas por apilamientos de coladas basálticas unas sobre otras, que caen desde la caldera de la cima hasta el mar. La erosión marina ha creado acantilados que no pasan del centenar de metros allá donde no ha habido erupciones recientes...

Seguimos en esa dirección para parar en una de esas áreas balneares tan típicas de Azores: Porto do Varadouro.

Siguiendo para el extremo Oeste, la costa es un continuo de lavas recientes, antaño cultivadas con viñas y ahora cubiertas de fayas y brezos donde la roca no está desnuda y a pleno sol:
La costa se hace algo monótona...

Con tanta solana, se agredece refugiarse bajo tierra en el flamante centro de interpretación sobre vulcanismo que han montado cerca del faro de Capelinhos...lástima que se les haya ido un poco la mano en los precios de las exposiciones, porque 10 euros por cabeza para lo que en el Teide es gratis (un video y una exposición de paneles sobre volcanes...)


Nosotros nos sentamos con un refresco a disfrutar a la sombra, y para volcanes, nos fuimos a ver el de fuera:

Faro de Capelinhos, semienterrado por el volcán de detrás.



















La última erupción de Azores (1957-58)comenzó en el mar, como la de ahora en
El Hierro, pero ésta acabo por emerger y crear un islote que se unió a tierra.
La ceniza sepultó varias casas y la primera planta del faro.




















La ladera del volcán tocó costa y tapó el antiguo acantilado marino.


















Desde entonces el mar, que en Azores es muy movido, se ha ido comiendo
al volcán. Hoy en día sólo queda 1/5 del edificio volcánico original, en poco 
más de 40 años. 





















En la playa al sur del volcán, está la mayor colonia de charranes de Azores



















Hay un sendero que recorre el volcán: es como ir por el Teneguía

El contraste con el verde de dtrás es notable.
















































En la cara del oeste del volcán el mar ha excavado un
enorme acantilado...y éste avanza año a año; el que
predominen las cenizas volcánicas sobre las lavas
explica este desmantelamiento tan acelerado 



























En las zonas de umbría la vegetación y las gaviotas han
colonizado el terreno


























En la cima del volcán aun se siente el calor de la tierra saliendo
por las fisuras



























Acantilados, geológicamente más antiguos, al norte del
volcán de Capelinhos

























Nos bajamos del volcán para continuar nuestra ruta:























Continuamos ruta hacia el norte, con nuestra scooter. Se pasa por bosque de fayas y brezos que crecen sobre coladas de lava recientes, demasiado pedregosas como para aprovechar el terreno para pastos. Curiosamente, en Azores, algunas de las zonas que mejor conservan la flora nativa son las coladas recientes, e incluso históricas.

Laurisilva sobre pura lava...y es que llueve tanto
que no hace falta tierra...

























En efecto, llueve tanto que tuvimos que apretar el acelerador de la motillo para que no nos cogiera la que se avecinaba:








Aunque al final no llovió tanto. Por la noche hubo fiestas junto a nuestro camping, con chiringuitos de comida y concierto de la banda local. Decidimos pasar nuestro último día completo en Faial en Horta. Estábamos en esa altura de viaje donde ya no hay prisa por ver todo; después de trasladar nuestros bártulos a una casa de huéspedes en Horta, nos pasamos una gran mañana desayunando con Raquel y Paco, una pareja sevillana de lo más salada, a los cuáles saludamos desde aquí con mucho cariño...
Después del largo desayuno paseamos un poco por la ciudad en nuestra flamante scooter:



Horta's waterfront, Baía de Pim.
 


Vista de Horta desde Monte da Guía, el volcán que protege la ciudad.

Por la otra cara Monte da Guía presenta dos cráteres de explosión freatomagmática
(se producen cuando la lava caliente enmtra en contacto con agua líquida)

En las afueras de Horta quedan viejos molinos de viento:
Si se quiere aprender algo sobre la flora nativa de Azores, uno de los mejores lugares es el Jardím Botánico de Faial, bastante a las afueras de la ciudad. Es muy interesante con buenas explicaciones y auténticas rarezas, casi imposibles de encontrar:
En la propia ciudad de Horta, hay dragos monumentales:
Pero si hay un lugar que nadie que pisa la isla deja de visitar, éste es el 'Peter Café Sport', escala obligada de todo circunnavegador del planeta que se precie de serlo. Nosotros navegantes, navegantes, no somos (pero hicimos algún pinito con la piragua en Tailándia...) pero no íbamos a dejar de celebrar una buena cena de despedida en tan emblemático lugar:

Y el Peter Café es famoso por servir los mejores gintónics de este lado del Atlántico
¡¡un brindis por nuestros seguidores del Blog!!




Nos despedimos finalmente de Azores (aunque nosotros todavía fuimos al día siguiente a desayunar al Peter...en el horizonte se vislumbra el gran volcán, nuestro próximo objetivo :

¿nos permitirán las nubes conquistar el techo de Açores? ¡No se pierdan la próxima entrega de nuestras aventuras macaronésicas!

Adéus Faial !!  (se ve el Peter en el centro de la foto)



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