En la entrada anterior nos quedábamos a las puertas de Broken Hill, el Outback accesible. Y realmente es las dos cosas, porque en efecto se llega en coche por carreteras buenas, y porque el aspecto del paisaje no difiere casi nada del que vimos hace tres años allá por Alice Springs y el Uluru, en pleno centro del continente...
Broken Hill, como muchos sitios de Australia, parece sacada de una película del Oeste...
| Cien años no son nada... |
En estos desiertos no viviría nadie si no fuera por la minería. De hecho, el nombre de la ciudad es debido a las montañas desmontadas en busca de carbón...
A unos 25 km esta Silvertown. En unos pocos años se agotó la plata (silver) y el pueblo quedó abandonado, pero como en Australia todo lo que tiene más de 50 años es patrimonio histórico, el lugar ahora se conserva como museo al aire libre,...
| Cuando vimos este coche nos acordamos de Andreu... |
y además como decorado cinematográfico: en estos lugares se han rodado varias películas de la saga 'Mad Max' (un futuro decadente en una tierra arrasada por una guerra nuclear, y Mel Gibson salvando a los débiles...) En unos meses inauguraban el museo 'Mad Max', con los coches reales del rodaje, pero como éramos turistas del otro lado del planeta, nos dejaron pasar a echar un ojo.
Por cierto, también en breve comenzaba el rodaje de Mad Max 4 o 5...
Después de dormir en un área de descanso a las afueras de Broken Hill, desayunamos con fundamento antes de dirigirnos al desierto.
Y después de solucionar un problemilla con las baterías del coche (...) nos vamos al 'Living Desert', un área no lejos de la ciudad dónde se protege la interesantísima flora y fauna de estas zonas desérticas:
| Como había llovido, el desierto estaba muy florido... |
| Swainsona formosa ( Sturt's Desert Pea ) |
| Esculturas en el desierto |
| Singing Honeyeater, Lichenostomus virescens |
Por la tarde visitamos la montaña de escombros sobre Broken Hill y continuamos hacia el sur, además, sabiendo que al final no nos íbamos a Fuerteventura...
Pero son las últimas noches que nos quedan bajo las Nubes de Magallanes y hay que aprovechar:
También vamos dejando atrás las regiones más áridas y los bandos de emús:
| Emus, Dromaius novaehollandiae |
En la confluencia de los ríos Darling y Murray, el paisaje ya se ha hecho más verde, y comienza a haber más gente. Hacemos una parada para desayunar y pasear.
| Unión de ríos. |
| Eucaliptos gigantes |
Seguimos hacia el sur...
| Cada vez más árboles... |
| Aunque no lo parezca, ésto es un paisaje volcánico:Volcán al fondo y colada de lava de 8000 años de antigúedad cubriendo el valle... |
| Surprise Lake. Una sorpresa encontrar vulcanismo reciente en Australia |
| Tubos volcánicos en Australia... aunque parezca La Palma |
| Crimson Rosella, Platycercus elegans... se nota que tenemos libro de pajaritos... |
| Laughing Kookaburra, Dacelo novaeguineae |
Es invierno aquí abajo, y cuando finalmente llegamos a la costa, se desataba un temporal sobre 'los Doce Apostoles', a unos 300 km de Melbourne...
Con vientos gélidos y huracanados, después de charlar con unos australianos junto a una fogata en un soquito, nos fuimos a cenar a nuestra micro casita...¡última noche!
A la mañana siguiente aún llueve, pero el temporal parece que afloja y a ratos sale el sol
Desde la zona de los 'Twelve Apostles' a Melbourne, donde teníamos que devolver el coche a las 4 de la tarde, se circula por una de las más clásicas carreteras de Australia, la 'Great Ocean Road'; son unos 250 km hasta Melbourne e íbamos sobrados de tiempo... hasta que descubrimos que 'Great' se refería al 'Ocean' y no a la 'Road', porque ésta última tiene más curvas que la carretera de La Aldea...o del Coll d'Ares, para que todos entiendan...
| Great Ocean , slow Road... |
Y así, a velocidad tartana (40 km hora de media, de verdad, de verdad) y las consiguientes complicaciones que siempre se encuentran cuando uno tiene prisa (mago a 70 km/h durante 20 km en una vía de 100; depósito que hay que llenar,...) llegamos justitos justitos a las 16:00. Y total, que donde se entregaba el coche no había absolutamente nadie...vamos, que hubiésemos llegado a las 10 de la noche y tampoco pasaba nada.
Descarga en la estación de trenes, llaves del coche en un buzón, un señor que me lleva a la estación donde Marián espera con las maletas descargadas, tren a Melbourne que no circulaba por esa estación en concreto (y sí por todas las demás), y como siempre, una australiana super amable que nos da conversa y nos acompaña en todos los trasbordos guagua-estación-tren...En fin, todas esas cosillas que son la alegría de viajar...
Por la noche, tenemos el vuelo de vuelta; dejamos las maletas en consigna y nos damos un paseo por la animada Melbourne, como despedida de las Antípodas...
![]() |
| Nos pareció que entrábamos en lo más remoto de Australia, pero en realidad estábamos recorriendo una esquinita... |



No hay comentarios:
Publicar un comentario