jueves, 2 de junio de 2011

AUSTRALIA I, hacia el Outback.

Antes de nada, mandamos un gran beso a Arminda, que para nuestra envidia y añoranza, anda ahora por tierras australianas. ¡B7s!
Aunque sólo estuvimos una semana por allí, cundió e hicimos muchas fotos. Y como es difícil decidir cuáles poner, para no hacer demasiada selección, haremos el relato en dos partes, así no tienen que esperar tanto a la próxima entrega (ni yo tirarme cinco horas subiéndo fotos de un tirón)
En la última entrada nos habíamos quedado en Sydney



















Afortunadamente, no tuvimos ningún contratiempo con el alquiler de nuestra flamante furgoneta equipada (véase entrada anterior). En cuanto nos hubieron explicado con gran detalle todos los botoncitos del vehículo, pusimos pies en polvorosa y huímos del ajetreo de la metrópolis, rumbo Oeste. Nuestra idea era dirigirnos a Melbourne no por la ruta directa, sino describiendo un arco que nos internara lo más posible en el continente. Partíamos en busca del Outback.

Si miran un mapa de Australia, podrán ver que una cordillera Norte- Sur recorre todo el este de Australia, separando el seco interior de la costa. El trozo de cordillera directamente al oeste de Sydney esta integrado en un parque nacional muy popular para los sydnyanos...son las Blue Mountains (montañas azules, por eso de los efectos de las nieblas y la distancia). Hacia allí fuimos.

















Pequeños riachuelos en medio de bosques de eucaliptos varios acaban en cascadas de decenas de metros, y desde las cornisas la vista se extiende hacia un verde -(azulado)casi infinito...Como estamos aun 'cerca' de la ciudad (200km) hay mucha gente, los senderitos están muy arreglados, con vallas y quitamiedos, todo lleno de cartelitos, casi da sensación de parque temático. Pero a poco que se camine, la naturaleza es exuberante y las vistas magníficas...además ¡estamos en Australia!



























































































































Pero nuestra idea era recorrer y hacer distancia, así que  después de cargar víveres, continuamos hacia el interior. Enseguida desaparece la gente, el paisaje se hace ondulado y mucho más solitario. Teníamos un mapa con todos los posibles minicampings – aparcamientos para pasar la noche, así que nos dirigimos a uno en mitad de la nada; y tanto, porque mientras se hizo de noche y lo pasamos de largo. Claro que aquí no es cuestión de seguir, porque el siguiente igual está a 100 km...retrocedimos y en lo que más posibilidades tenia de ser el 'caravan park' pasamos la noche. Como llovía, tuvimos cine nocturno en nuestra furgoneta, que hasta nos dejaron DVD's

A la mañana siguiente descubrimos dónde estábamos...
Nuestra flamante 'Spaceship'





































De las posibles rutas hacia el interior, Dani se empeñó en la que pasaba por el tranquilo pueblo de Parkes, uno de los dispersos puntitos del mapa...



















Ya hemos dejado atrás las montañas,pero el paisaje aun es verde y rural, bastante humanizado, pero poco poblado.




































Pero aunque no lo parezca, este pueblo perdido en la nada de Australia es conocido: cuando Neil Armstrong dijo aquello de "That's one small step for [a] man, one giant leap for mankind" (el primer pie de un astronauta en la luna, por si alguno está perdido), las imágenes fueron recibidas justo aquí...

Aquí llegó la señal del primer hombre en la Luna, 1969


























Nosotros estábamos de pie en el mundo, tal cual lo ven;
 mientras, nuestras familias, cabeza abajo
























Avanzando por el mapa, el paisaje se va haciendo poco a poco más vacío y 'australiano'. Australia continuará siendo uno de nuestros sitios preferidos del planeta: en el más remoto merendero, unas planchas relucientes siempre funcionan con sólo apretar un botón...


y al lado del merendero escenas de documental de La2
Crested Pigeon, Ocyphaps lophotes


















Cangura alimentando a su cría




















Y con recarga de energías continuamos adentrándonos en el continente por carreteras infinitamente rectilíneas:



































Por la noche, la luna ilumina las hojas plateadas de los eucaliptos, que brillan como estrellas extra.



















Un nuevo día en Australia. Otro punto del mapa resulta ser la ciudad minera de Cobar, donde uno puede hacerse un gran desyuno de huevos, bacon, salchichas y demás contundencias




































Las distancias son largas por aquí, asi que los coches se acumulan en las áreas de descanso.



















Cualquier lugar es bueno para ver la riquísima fauna australiana


Red-rumped Parrot,  Psephotus haematonotus


























Ahora cruzamos el Murray, el río más largo de Australia.



















A orillas del río, Wilkania. Un lugar con historia y edificios de una época más próspera, pero que hoy es patente que ha ido a menos. Quizá de lo más triste y decrépito que hayamos visto en este continente, lo cuál también le da un toque de exotismo...



































































De los pocos lugares que vimos descendientes de los antiguos aborígenes





















De nuevo comemos en ruta. Aquí aprovechamos el camping-gas de la furgoneta. Fíjense que Dani no suelta los prismáticos...



















y es que en todos lados pueden aparecer bichos...

Pareja de emús , Dromaius novaehollandiae





















Por cuestión de tiempo, distancias, y transitabilidad de carreteras, lo más interior a lo que podíamos aspirar era el pueblo de Broken Hill. Dos kilómetros antes de llegar nos tuvimos que comer los plátanos que llevábamos, que 11000 AU$ es mucho dinero...y es que por esas antípodas se toman bastante en serio el problema de las invasiones biológicas y las plagas...



















Broken Hill ('colina rota'), se autoproclama el Outback accesible. En la próxima entrega visitamos el florido desierto australiano y acabamos nuestra ruta en Melbourne...ya ven que estamos acelerando las publicaciones, antes de que el verano se nos eche encima con un nuevo viaje...¡¡hasta pronto!!

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