viernes, 26 de abril de 2013

Final de la Transpirenaica. Llegada al Cantábrico.

Acabamos los capítulos dedicados a la Transpirenaica en esta onceava entrada ( doce si contamos la entrada resumen inicial ) con nuestros últimos días de travesía.
Para ponerles al día, la última vez nos habíamos quedado en Elizondo, disfrutando de un buen chuletón navarro...
Ya en la cena habíamos hecho algunos cálculos de lo que nos quedaba de ruta: de Elizondo a Vera de Bidasoa 30,3 km y unas 7 horas de camino, seguramente más porque últimamente costaba más cumplir los tiempos...y de Vera de Bidasoa al Cabo Higuer, otros 30 km y alguna horita menos por ser un camino con menos desnivel...Vale, en teoría podemos llegar en dos días, pero ya veremos...quizá salga más a cuenta pasar noche cerca del final de la ruta pera llegar allí por la mañana, con tiempo para hacer las fotos de rigor, descansar y poder volver al mundo real durante la tarde.
Y con esta idea en mente partimos la mañana del 7 de agosto. A estas alturas Marián entra en su octavo día de travesía, desde Canfranc, y Dani tiene que mirar el diario para saber que éste es el 33º día de pateo, desde el lejano (unos 720 km de ruta, sin contar el extra de la subida al Aneto) Cap de Creus...
La mañana comienza con nuestra salida de Elizondo:

Anuncian calor para hoy, y el perfil que Dani tiene apuntado en la libreta nos aseguraba una gran subida de buena mañana. Un cartel no tarda en confirmarlo:

600 m de subida en 8 km para luego pasar toda la tarde de sube y baja...con la experiencia hemos aprendido a temer esos pequeños repechitos...Aunque es verdad que atrás quedaron los auténticos desniveles de más de 1000 metros...

Y a poco que subimos confirmamos también lo del calor anunciado:



Sombra, poquita...

Lejos parece intuirse el océano...

De intuirse nada, ¡allí está!:
Igual no se ve mucho, pero a la vista está la costa francesa...
Mirando atrás se ven las últimas estribaciones del Pirineo:


La vista es magnífica: no hay arbolitos que la tapen...ni que den sombra

Uno de los muchísimos búnkeres repartidos por la frontera.

El calor aprieta:
Buitre leonado, Gyps fulvus

No hay pueblos...


Ésta es la idea que teníamos de lo que es un ponnie, y no lo que nos encontramos en  Lesotho...



Unas galletas con leche a las 4 de la tarde...la foto está hecha con gran angular y Dani parece más flaco de lo que estaba en realidad...


Hemos pasado de los hayedos a los robledales:



Y contra toda esperanza ¡un bar!

Puerto de Lizarrieta (441m)
A última hora de la tarde, cuando nos acercamos a los 30 km previstos, tenemos Vera de Bidasoa a la vista desde lo alto de la mantaña. Marián vota por quedarnos vivaqueando en la cima de la montaña. Dani, ante el panorama de cenar otras tristes galletas con leche ( y eso suponiendo que quedara), vota bajar al pueblo...¿que pensaban que Dani siempre es el más arrastrado de los dos?

Al añadir el argumento de ahorrarnos algún kilometrilllo y tiempo mañana (porque a lo tonto igual todavía nos queda una hora de bajada) , acaba ganando la opción de Dani...
¡A por cenita!

Miren si llegamos cansados, que Dani no llegó a hacer foto de los pedazos de platos combinados que nos comimos. 
A la mañana siguiente hay niebla en Vera de Bidasoa, como podemos comprobar desde la ventana de nuestro hotel-albergue:



Y como hemos salido temprano (bueno, allá a las 8 y media) la niebla aún se mantiene al cruzar el Bidasoa:

Pero no hay que fiarse, para hoy ya no anuncian calorcito, directamete estamos ante una alerta por la llegada de una nueva ola de calor de las que cruzaron durante este verano la Península Ibérica:
Subimos rápido al encuentro de la solana...

Nuestro perfil de hoy; vamos de derecha a izquierda: 20 kilómetros de subidas y bajadas  hasta Irún.
La pista se las arregla para evitar la sombra...
Bueno, de cuando en cuando hay algún hayedo...pero no corre ni un 'fisco-aire'


Primer repecho y primera bajada del perfil, llegamos al embalse de San Antón, donde hay un bar...cerrado:


Desde la presa sale una pista que asciende entre bosque mediterráneo. Un día normal sería una delicia, pero a cerca de 40º parece que atravesamos el Kruguer sudafricano...
Ya era difícil, pero se las han arreglado para hacer el GR al solecito...como aquí normalmente hace fresco...

Arbutus unedo, el madroño, arbusto típicamente mediterráneo.




Encinas creciendo en una vertiente soleada (hoy mucho) del Pirineo navarro...
En la cresta, llegamos a un merendero con mesitas y sombra, pero sin chorrito de agua. Está en los árboles de la foto siguiente:




Pero un poco más adelante, bien escondida, hay una fuente con agua: mojamos la ropa para ir más fresquitos:


Y ahora sí que estamos en la última bajada al mar. Al frente vemos las playas de Francia:


Y algo más abajo, tenemos a nuestra vista el final de la travesía. Al final de la ría, en su margen derecha, se encuentra el ansiado Cabo Higuer:


Bajamos derechitos a Irún, para desde allí decidir:
Irún
Podemos comprobar que lo de la ola de calor no es broma. A las seis de la tarde, 38º en la costa cantábrica...
no coment
En la oficina de turismo de Irún intentamos reservar algo en Hondarribia, el siguiente pueblo, a apenas un saltito del Cabo Higuer. Pero los precios allí son prohibitivos, cosas de ser un bonito pueblo de costa. Irún resulta mucho más asequible, y total, las temperaturas no están para continuar. Pasaremos la noche aquí.
Una gran elección, que nos permite hacer turismo...

...compritas:
Como Dani tiene manías como mojarse los pies al final de travesías o traerse moneditas de los países que visita, Marián ha decidido que celebrerará el final de las travesías comprándose un trapito...
O por qué no, irnos de pinchos por la animada ciudad...
Bueno, esta foto es de cuando ya íbamos a dormir, pero  los bares de pinchos estaban a rebosar...
Y llega el gran día: sólo unos 10 km nos separan del final de la travesía. Marián deja buena parte del equipaje en la pensión donde dormimos, para recogerla luego. Dani, por cosas de la honrilla, se lleva lo suyo  encima...Hay que tragar carretera, pero no se hace pesado porque el objetivo está cerca...
y también hay alguna bonita estampa marinera...
Antes de tocar el mar, pasamos por el muy bonito (y caro) pueblo de Hondarribia, que bien vale una visita...

Desayunamos en una placita con vista al ansiado mar:


Decimos hasta luego a Hondarribia...

Y aceleramos el paso hacia nuestro destino:
Cual explorador de la antigüedad, Dani señala el camino a seguir...
Dejamos atrás la playa de Hondarribia, donde habíamos pensado darnos un baño: el calor comienza a apretar y preferimos tirar hacia el faro:


Aunque el recorrido es por un paseo junto a una carretera, el último tramo se puede hacer por un sendero a la sombra de los árboles:


Y de pronto, el faro del Cabo Higuer, final de la travesía...


Ahora nos tendrán que disculpar por tener que poner toda una serie de fotos rituales del final de travesía ¡no se atraviesa el Pirineo todos los días!

Dani en el faro...


Marián y Dani en el faro.

f
El faro, con su cartelito

El faro, los cartelitos, y Dani.

Y ahora nos vamos a la orilla:
Tocando el Cantábrico...
y metiéndonos en él...

¡Marián también!

Finalmente, Dani tiene que ir a completar lo que inició en el Cap de Creus...
Cabo Higuer
Idem, pero más cerca de su extremo.

El último pajarito del Pirineo: un vuelvepiedras, Arenaria interpres

Dani en el Cabo Higuer...
Un vistazo al cabo desde su extremo...
otro al continente...

¡Y final de la travesía!
35 días de los piecitos en el Cabo de Creus hasta el Cabo Higuer, de Mediterráneo a Cantábrico, pasando por la cima del Aneto...

Y con esto, podemos dar por concluida la travesía. Marián se ha cruzado Navarra y Dani ha cumplido con su sueño de la Transpirenaica...¿que nuevos lugares visitarán los inquietos viajeros protagonistas de este blog? No se pierdan las próximas entradas para saberlo...

...
<  pendiente mapa.....parece ser que la tarjeta gráfica del ordenador no acepta la nueva versión de Google Earth, vamos, que el ordenador está obsoleto según google...si hay que comprar uno nuevo va a ser que no...>

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