martes, 30 de abril de 2024

Ciudad de México II

Hace semanas que el blog se quedó aparcado tras el eclipse. Seguimos viajando por México, con poco tiempo para las prometidas publicaciones...

Volvamos a antes del eclipse, que es donde se detuvo el relato en su momento, en la Ciudad de México, donde ya llevábamos unos días.

Hoy (era el 2 de abril) nos vamos a una de las visitas imprescindibles. A unos 50 km de la enorme urbe, se encuentra uno de los yacimientos arqueológicos más espectaculares, no ya de México, sino del mundo. Nos vamos a las ruinas de la antigua Teotihuacán: la primera gran ciudad de mesoamérica, que creció a orillas del lago Texcoco entre aproximadamente el siglo III a. C y el VII d. C. En su mayor apogeo ocupó más de 20 km cuadrados y pudo llegar a tener más de 100 000 habitantes, a la sombra de imponentes templos en la cima de pirámides colosales.

Vamos allí usando la logística del transporte público, combinación de metro y guagua. Como la información la sacamos de un blog de viajes que lo explica mucho mejor de lo que lo haríamos nosotros, compartimos el enlace:

https://miviajar.com/llegar-las-piramides-teotihuacan-transporte-publico/


Siguiendo las instrucciones, pero desde San Cosme. El metro de CDMX es eficiente y muy asequible

Pasillo - museo de la ciencia

Ya desde la guagua y de lejos se ve la enorme pirámide del sol...desde la entrada una calle bordeada de tiendas te dirige hacia ella:
225 metros de lado y 65 de altura

Y la primera plataforma a la que asomas después de la entrada y las tiendas ofrece una vista completa:

Sin palabras

Es media mañana y el sol ya aprieta. La flora de la contornada es un matorral herbáceo donde crecen cactus y el árbol dominante es el que en Canarias llamamos 'falso pimentero', y al igual que en nuestras islas, parece que es una introducción desde América del sur por los españoles.
Bosquete de Schinus molle, introducido en México en época colonial

Con la gigantesca Pirámide del Sol delante, mirando a la izquierda, al final de la 'Calzada de los Muertos', está la también enorme Pirámide de la Luna:
En realidad un poco más pequeña que la del sol, pero no lo parece (base de 130x150m, altura 45m)

Vamos a darle la vuelta al la enorme mole del Templo del Sol (aunque los primeros paneles ya te informan que más probablemente estuviera dedicada al agua...)


En la parte trasera, con menos turistas, nos hacemos algunas fotos...


Trasera de la pirámide, menos 'restaurada/reconstruida' que la cara delantera

El equipo completo, como la pirámide es gigantesca, nosotros salimos chiquitos...




Luego vamos hacia la Pirámide de la Luna, al final de la larga explanada que llaman 'Calzada de los Muertos'


Abundan los puestos de souvenirs. Uno de los más irritantes, en manos de niños o vendedores, son unos cacharros que supuestamente imitan el rugido de un jaguar... Y claro, se oyen 'jaguares' por todos lados


Pinturas murales conservadas en el lateral de la Calzada

A medida que uno se acerca al templo, este va creciendo respecto a la montaña que tiene detrás hasta ocultarla por completo, parece que era uno de los efectos que se que quería conseguir para los que desfilaban en procesión hacia ella.
Volviendo la vista atrás, a casi un kilómetro, el templo del Sol


En la zona hay otra pirámides menores rodeando un gran espacio frente a la Pirámide

Algunas no están restauradas y continúan cubiertas de vegetación. Algunos paneles hacen ver que a finales del siglo XIX estaban todas mayormente cubiertas de matorral y en estado ruinoso. Diversas limpiezas, restauraciones y reconstrucciones (con algunos errores de interpretación) son las que dan el aspecto actual al conjunto .



Después de visitar el frente del templo de la Luna y los restos de un Palacio con pinturas aledaños, retornamos al del Sol por una vereda paralela a la Calzada.



Rebasada la pirámide hay un interesante (y fresco) museo con artilugios de la zona, restos de enterramientos y explicaciones sobre la cultura de Teotihuacán, desaparecida como siete siglos antes de que los Mexicas fundarán Tenochtitlán; estos últimos aún la veneraban e incluso la excavaban en busca de reliquias en la época de la conquista de Cortés.

Maqueta del aspecto de Teotihuacán en su época de esplendor (s. III al VI de nuestra era)



Mientras Marián y N.Dany descansan a la sombra de un árbol, Dani se recorre la Calzada de los Muertos en dirección contraria, para ver algunas ruinas más. 

En el camino se topa con varios conjuntos de pirámides que quedaron semienterradas por el tiempo o por construcciones sucesivas de los habitantes de la ciudad y que la arqueología ha vuelto a sacar a la luz
La parte inferior parece que fue tapada por los propios teotihuanacos  en sucesivas remodelaciones de los templos


Muy al final de la Calzada y saliéndose un buen trozo queda una tercera Pirámide, en medio de una enorme plaza:
Templo de Quetzalcoatl 


Si bien es de dimensiones inferiores, ésta conserva esculturas y parece menos 'reconstruida'.



Vista de los Templos del Sol y la Luna en el camino de vuelta


Ya reunidos de nuevo los tres, un último vistazo a la imponente Pirámide del Sol...

Antes de retornar, un buen tentempié de quesadillas y enchiladas (aún no nos aclaramos del todo con que es cada cosa)

Estamos 'solajiádos' y el trayecto en guagua de vuelta es del orden de una hora, pero Dani vigila el google maps, y comprueba, tal como cuentan en el enlace de como ir a Teotihuacán, que una de las paradas está a dos pasos (menos de 10' a pie) de la Basílica de la Virgen Guadalupe, la patrona de México, así que 'engaña' al grupo para apearse en el lugar...y acercarse.

La moderna Basílica, construida entre 1974 y 1976

Ya en el puesto, entramos al inmenso interior:

Saliendo por la otra puerta, se accede a una gran plaza (Atrio de las Américas) donde destacan otras iglesias:

A la izquierda la antigua Basílica, finalizada en 1709 , donde tenían a la virgen antes de trasladarla a la actual, y a la derecha el antiguo Convento dé las Capuchinas (construida 1792-1797)





Atrio de las Américas 

No acaban allí las iglesias y edificios religiosos, un poco más allá está, entre otros,  la Parroquia de los Indios,
La fachada está medio torcida por terremotos y el hundimiento en el sustrato blando de Ciudad de Mexico

y la bonita Iglesia del pocito, que en efecto tiene un antiguo pozo dentro:

1777-1791





Volvemos a la Basílica moderna para pasar bajo la imagen de la Virgen de Guadalupe...


Para evitar fervientes aglomeraciones, te pasan bajo ella por una pasarela mecánica, estilo aeropuerto, evitando que la gente se pare en el camino...



Nos volvemos a reposar...



Al día siguiente nos vamos la moderna zona de Polanco:

Dónde está el modernísimo edificio del museo Soumaya, inaugurado en 2011:


En el vestíbulo de la entrada una réplica del David de Miguel Ángel nos recibe...

A tamaño real...

El museo es gratis y posee interesantes colecciones:

Desde cachivacherío y tecnología...
...pasando por arte antiguo:
Leonardo da Vinci o su escuela

Virgen pintada (a medias) por Rafael


Un montón de cuadros del impresionismo y otras tendencias...
Van Gogh


Y mucho más. Un museo harto recomendable...

Códice en lengua Nahuatl relatando hechos de los Mexicas. El que se sepa más de lo habitual de esta cultura prehispánica es gracias a que los indígenas Mexicas conservaron su lengua y aprendieron el alfabeto latino. Con él transcribieron múltiples tradiciones e historias antes de que fueran borradas por el tiempo y el olvido.

Una planta entera de arte mexicano...

Aparición de la Virgen de Guadalupe 


Artistas flamencos. Brueghel y Nonkel Dany

Bien embutidos de arte, salimos a la luz del exterior en el futurista Polanco;


Justo enfrente hay un museo de arte moderno, pero ya estamos un poco saturados

Han convertido una antigua vía de tren en un agradable paseo entre rascacielos



Metro y en poco nos colocamos en pleno Zócalo. Nos asomamos a una terraza con vistas:
Las carpas que el otro día era para congregaciones religiosas, ahora albergan un mercado de toda clase de artesanías mexicanas


La cervecita a precio de asomada...
Y habrá que asomar a las artesanías ...




Callejeamos un poco por las bulliciosas calles históricas de los alrededores...





Para volver a nuestra acogedora casita de intercambio, de la que nos iremos mañana con pena...
La pecera de los ajolotes ...


Nos despedimos a la mañana de la acogedora casa de Ana y su hija Nina y de Ciudad de México, a la que volveremos al final de nuestro periplo por este fantástico país que en este relato apenas comienza.

Iztaccíhuatl (izquierda) y Popocatépetl en el horizonte de Ciudad de México 

Escribimos cuando en realidad nos quedan sólo unos días para volver allí, pero intentaremos seguir el orden de los acontecimientos como sucedieron y en la próxima entrada les enseñaremos Mazatlán, más allá del espectáculo del eclipse total... Prontito, esperemos.

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