De nuevo moviéndonos por el globo. Nueve horas de vuelo nos separan de las remotas Hawai’i, donde hemos pasado cosa de mes y medio. Ahora estamos llegando a Japón...
Sobrevolando Tokio, pero no es nuestro destino... |
Esta todo lleno de lucitas azules... |
Pdte
Nos vamos al tren. Tenemos un trayecto largo. Varios días después descubrimos que estábamos en realidad en una isla artificial hecha a propósito para albergar el aeropuerto y que esta está unida a tierra firme por un largo viaducto...
En rl tren |
De la estación de tren en la que toca bajarse, caminamos por callecitas estrechas y vacías hasta nuestro hotel, siguiendo nuestro mapa del ‘navigator’
Casi no hay nadie, pero también es tarde y las calles son de vecinos, no comerciales. |
Impecable. Y sí, lo primero que fuimos a ver fue la taza del váter... |
Rápido a la calle, lo poquito que vimos anoche prometía y pintaba exotiquísimo...Revisando las fotos, en el momento de escribir esta entrada, hace gracia ver todas las cosas nuevas que llaman la atención y a las que luego te acostumbras y ya no les pones asunto. Lo siguiente será una especie de muestrario de novelerío...Advertimos: vemos las cosas con los ojos de dos novatos recién llegados al Japón. Ninguno de los dos somos frikis del manga, de los bonsais, pokemons o de las películas de Kurosawa o cualquier otra cosa relacionada con Japón (Vale, nos gusta el shushi a ambos, vimos Marco, Heidi y Mazinguer de chicos, y las hermanas de Dani seguían Kandy-Kandy y Dani echaba un ojo, pero eso no cuenta). Estamos en Japón porque somos culos de mal asiento con curiosidad por ver mundo, pero nuestros conocimientos previos de cultura japonesa son bastante limitados, más allá de conversaciones con amigos más puestos...Con esta inocencia / ignorancia, vamos a pasear por Osaka. Aunque hay metro, nos vamos a pie.
- Las calles no principales son estrechitas, de casas pequeñas, tranquilas y muy electrificadas, con cables bien organizados por todos lados:
- Encontramos una cafetería con desayuno de té o café, huevo, miniensaladita, rebanada gorda de pan,...Los abuelos mientras desayunan se echan su cigarrito, se puede fumar en el bar.
Cómo un señor, con cara de sueño. Luego vimos que estas cafeterías de barrio no son tan fáciles de encontrar. |
- En las calles pequeñas sólo hay un carril. Cuando hay más, los japoneses conducen como los británicos, por la izquierda (No vamos a decir que al revés, porque medio mundo conduce por la izquierda, lo que pasa es que no es nuestra mitad)
- Es dificil decir si hay más máquinas expendedoras o templos, doblas una esquina y aparecen (es broma, las maquinitas expendedoras son omnipresentes)
El primer templo. Pronto vimos que de estos pequeños, hay por todos lados. |
Ah, y los coches son minis, si no, observen la furgona y el camión en la calle.... |
Hay unas vitrinas con centenares de cilindros con letras ‘chinas’. Investigando, parece ser que son nombres y la gente los usa para firmar documentos. O algo así. |
Si la bolsa tiene foto o es transparente, tienes más pistas, aunque no todas. Los pescaditos dulzones de la izquierda están ricos |
Pero algunas tiendas ‘tax-free’ tienen cola antes de abrir...
Donde no hay cola es en la peluquería, y Dani tiene unos pelos que hace semanas que no son del agrado de ninguno de los dos...
Los peluqueros se echaron unas buenas risas pelando al guiri |
- Nos pasó como con los canguros en Australia (un comentario que M&D tenemos entre nosotros, cuando vemos algo nuevo que creemos que es raro de ver...¿a ver si es cómo lo de los canguros en Australia?) El primer Kimono, corriendo a sacar foto, no sea que no veamos más...
Si van a Japón no hagan el bobo, que hay chicas en Kimono para ‘jartarse’. Pero todavía no lo sabíamos...
El Dotonbori está cruzado por un canal, estamos en el ‘robellonet’ (el centro mismo) de Osaka
No nos fijamos entonces, lo amarillo es una noria. |
Y emblemático hasta ser símbolo, es el cartel de Glico Man (seguimos sin saber que anuncia) |
Charo, la hermana de Marián, colecciona imagenes de ellas; hace años que nos fijamos y les hacemos fotos... |
- Esto sí es una rareza japonesa... unas máquinas de juego futuristas y escandalosas, la gente echa unas bolitas metálicas que se pasean por dentro de la máquina, encendiendo luces y emitiendo pitidos a volúmenes inauditos. Parece que si la cosa va bien, ganas...bolitas. Y hay gente sentada con cajas de cientos de ellas. Son raros estos japoneses.
- Una tienda de libros. Ni una letra latina. Y leen los libros al revés, la portada se abre de izquierda a derecha...y se lee de arriba a abajo, aunque ninguna de las dos cosas es absoluta.
- Vale, los dos somos unos ignorantes de la cultura japonesa, pero Dani se pregunta cómo Marián sabe que en las tiendas Daiso hay que entrar porque venden un montón de cosas raras japonesas a 100 yenes...¿?
Al norte del Dotombori se cruza otro canal más ancho y se entra a la parte financiera de Osaka, con grandes y modernos rascacielos. No en vano estamos en la tercera ciudad del país en población.
Queda algún edificio del siglo XIX, cómo la biblioteca pública |
Una convención de Kimonos...
No hay que hacer fotos a escondidas, si preguntas, ¡las muchachas super-contentas de que les hagas!
Seguimos ruta paralelos al río.
En un parque, nos encontramos con los primeros cerezos en flor. Y no piensen que somos los únicos en hacerles fotos, a los japoneses les entusiasma.
Nos volvemos hacia el centro.
Antigua casa de la moneda en Osaka, de cuando Occidente obligó a Japón a abrirse al mundo |
Dentro de uno de ellos, el HEP FIVE, hay una noria.
Sabemos que hay museos y muchas otras cosas cerradas, pero la noria está abierta, no hay cola, y es bastante más barata que el ‘London Eye’, nos subimos a ver Osaka desde arriba:
De nuevo abajo, el cansancio va haciendo mella, que nuestro reloj interno aun está en Hawai’i, donde ahora es madrugada...
Los camiones de reparto parecen de juguete |
Es chungo no tener la mente al cien por cien y meterse en el laberinto de la estación de Umeda... |
Pero sólo vamos a descansar un rato. Como no es tarde, nos volvemos al centro a ver las luces de neón de Dotonbori:
El restaurante de cangrejos |
Bastante más asequibles, nos echamos unas bolas de pulpo envuelto en huevo y verduras |
Más paseo |
El pulpo era un tentenpié, a orillas del canal nos echamos una ‘okonomiyaki’ y unos pinchos.... |
De esta sí nos vamos a dormir, mucho, para continuar al día siguiente
Un trocito de la estación de Umeda... volvimos a perdernos dentro |
Como en muchas ciudades que han crecido rápido, es notable el contraste entre edificios separados por unas pocas décadas |
- Los carteles de advertencia son un tanto infantiles a ojos de occidental...
Pero el peligro se entiende... |
Aunque la chica de la oficina de información que hay al lado nos dijo que estaba cerrado, nosotros seguimos a gente por los ascensores y llegamos arriba...
La azotea sí estaba cerrada, pero desde las escaleras transparentes se ve la ciudad:
- Todo el mundo ha oído hablar de los baños japoneses. Este blog no va a dejarles con la duda...
Umeda |
Ya les dijomos que los coches son pequeños. Esto es una furgoneta de carga |
Los muros y el gran foso que lo rodea son originales. El castillo en sí es una reconstrucción del que había en el siglo XVII, bastante fiel, acabada en 1931. |
Al lado los modernos edificios de una ciudad que fue bastante dañada en los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y que por tanto no conserva mucha cosa antigua.
Más pasillos comerciales, ahora algo al sur de Dotonbori, en el barrio de Tennoji
Ajedrez japonés |
En Tennoji hay otra torre emblemática de la ciudad:
La bola inflada anuncia que estamos junto a un restaurante donde sirven Fugu, el famoso pez globo que si te lo preparan mal te mueres... de momento lo dejamos estar. |
Tennoji también es zona de comercios de electrónica y tecnología...
Y ya han visto que la taza del váter aquí es un elemento tecnológico que te cagas...(nunca mejor dicho) |
Juraríamos que este es Mazinguer Z |
A ojos europeos a veces todo esto tiene un aire a perversión... |
Este local en concreto es un Slot/ Pachinko... las salas de juego de las bolitas, ... en nuestra ignorancia cultural, ¿el equivalente a un bingo? |
Desembocamos de nuevo en Dotonbori, lugar obligatorio de noche:
Con él cerramos este primer vistazo a Japón. Esperemos que ningún amigo friki se haga el ‘harakiri’ leyendo las numerosas imprecisiones que hayamos podido colar. Iremos haciendo el esfurzo por entender algo de las rarezas de este país....
Con el mayor de los deseos de que las cosas mejoren en España (y en todos lados), nos despedimos hasta la próxima entrada, en Kyoto.
1 comentario:
¡Qué poca gente se ve por las calles! ¡Y todos con mascarillas! Me ha llamado la atención los carteles de solidaridad con Wuhan por las calles. Bueno, ¡pásenlo bien y cuídense mucho!
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