Tras un largo paréntesis sin publicar nada, hemos vuelto a colocarnos en la casilla de salida para un nuevo viaje (cortito, pero viaje al fin y al cabo), y volvemos a encontrarnos con nuestro constante problema de viajes anteriores sin relatar. Sin más preámbulos pasamos a contar nuestra aventura alpina: una travesía de diez días alrededor del pico más alto de los Alpes...
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| Mont Blanc (4808m) desde Chamonix |
Después de nuestra incursión en los
Himalayas en Darjeeling y Sikkim, nos quedamos con las ganas de haber hecho un poco de travesía 'de verdad'. Así fue que ya volvimos con la idea de buscar un destino de montaña para el verano. Una primera idea fue el Nepal, pero tanto exotismo igual nos saturaba, después de nuestra odisea india. Con la experiencia de la
Transpirenaica de hace dos años, y la idea de que no siempre hay que irse al otro lado del mundo para ver lugares fantásticos, la posibilidad de hacer una travesía en los Alpes fue tomando forma...
Y puestos a travesía, empezamos a investigar la más clásica:
el Tour del Mont Blanc.
Al principio nos echó para atrás la impresión de ruta saturada y supermontada que daban algunas páginas web. Teniendo las vacaciones en julio nos preocupaba, aparte de la posible dificultad técnica de la ruta, el que las reservas de refugios se tuvieran que hacer con antelación. Quien nos siga en este blog ya sabe que eso no casa mucho con nuestra manera de (no) organizarnos.
Pero aquí fue de gran ayuda los consejos de Inma y Cristina,
compañeras de Dani en el instituto, que nos animaron a ir, aportándonos además
mucha información muy útil. Gràcies a les dos des de açí!
En efecto, pudimos deducir que a pesar de las fechas, quizá no fuese necesario ir con reservas (sólo dos personas, caben en cualquier sitio) También decidimos sacrificar velocidad por autonomía, llevándonos nuestra tiendita de travesías: junto a muchos refugios hay posibilidad de acampar...
Cosas de la Conselleria de Valencia, no pudimos irnos hasta mitad de julio, justo cuando más gente hay en los Alpes. Optamos por equiparnos para campo-playa-ciudad, cargar todo en el coche e irnos derechitos desde casa a Chamonix, campo base para el tour del Mont Blanc.
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| Casitas en Chamonix (18 de julio), al día siguiente de salir, porque el trayecto es de unas quince horas... |
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| Una calle en Chamonix, con el Mont Blanc de fondo |
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| Glacier des Bossons. Nuestro camping estaba situado a media horita a pie de Chamonix, justo debajo |
Primer día de travesía. Les Houches - Refuge du Fioux (22 de julio, 2014)
Aunque en las fotos anteriores se ve un sol radiante, los días siguientes le dió por llover, lo cual nos hizo ir retrasando la salida mientras aprovechábamos para hacer turismo entre chubasco y chubasco...
Pero pasemos directamente a la travesía. No hace muy bueno, pero hay que ir arrancando. Como en el camping nos cuidan el coche por dos euros día, allí lo dejamos y nos vamos en guagua gratuita a Les Houches, comienzo oficial de la ruta:
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| Teleférico en Les Houches...pero les adelantamos que, siguiendo el acostumbrado integrismo de Dani, hicimos la RUTA COMPLETA A PIE |
Como no cogemos el teleférico, tenemos un repechudo ascenso inicial, de 600 m de desnivel hasta el Col de Voza
Con la lluvia matinal, los preparativos y demás, hemos salido tarde y hoy no haremos mucha distancia. Tampoco el día neblinoso y lluvioso lo recomiendan...
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| Col de Voza (1683m) en un hueco de la niebla persistente. |
La ruta está muy bien señalizada, si se saben los nombres de a dónde se va, no hay ningún problema:
Tenemos horas de luz y no hemos caminado gran cosa, pero para un primer día, y por logística, no nos interesa irnos muy lejos. A 20' de desvío de la ruta que queremos continuar mañana hay un refugio en el que queremos tomar el pulso a eso de las plazas...vamos, que nos presentaremos sin reserva previa a ver que pasa. De todas maneras, en la lista de refugios que nos pasaron en información turística en Chamonix, pone que podemos acampar...Nos vamos al
Refuge des Fioux, donde hay sitio de sobra; tenemos habitación para nosotros solos. Como estamos holgados y es temprano, nos da tiempo para pasear. Nos bajamos a un pintoresco pueblo vecino, Bionnassay:
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| Bionnassay. También hay albergue de caminantes, ya que la ruta original pasa por aquí. |
Hacemos noche en el refugio, con una magnífica cena incluída en la media pensión. Charlamos con dos chicas que también hacen el TMB, pero con todos los refugios ya reservados...es que nosotros somos más de improvisar...
Segundo día: Refuge du Fioux - Camping du Pontet (23 de julio)
¡Amanece un día fantástico! De entre las varias opciones de TMB que hay, elegimos la que va por el Col de Tricot, más montañera que la clásica por el fondo del valle.
Esta opción nos lleva de nuevo al Col de Voza, que ahora está despejado y de allí continuamos ascendiendo en paralelo a la vía del tren que va a ... hasta llegar a Bellevue, que hace honor a su nombre:
El camino continua por una ladera de valle donde nos encontramos vacas alpinas con llamativos cencerros y bosques de abetos:
Una de las gracias de hacer la ruta por el Col de Tricot es cruzar este puente a lo Indiana Jones:
El agua del deshielo de los glaciares ruge con fuerza bajo nosotros:
A partir de aquí la ascensión que lleva al Col du Tricot nos va ampliando vistas hacia el Glacier de Bionnassay, el primero de los muchos que veremos en travesía...
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| Col de Tricot, punto más alto de la jornada, a 2120m. |
Pero todo lo subido hay que descenderlo de nuevo: una ladera empinada nos lleva al Valle de las casas de Miage:
En Miage hay bar-restaurante a reventar de gente. Nosotros nos echamos una cervecita con María y Marta. Recuperadas las fuerzas sigue el largo descenso (porque se hace largo a pesar de los arbolitos) con nuestras compañeras:
Objetivo: llegar a Les Contamines. Las chicas llevan alojamiento reservado en Nant Borrant, así que no les queda otra que continuar (aprovechan una guagua para atajar, pero un último repecho no se lo van a poder ahorrar) Nosotros en cambio, decidimos que ya avanzamos suficiente por hoy. Turisteamos un poquito:
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| Les Contamines (viene del latín Condominium y no tiene nada que ver con la contaminación) |
Y después de comprar algunos víveres y algún caprichillo para la cena, nos vamos andandito al cercano (1/2 hora) Camping du Pontet, grande y bien equipado
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| Nuestra casita |
Tercer día: Camping du Pontet - Refuge de La Croix du Bonhomme (24 de julio)
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| Con la casa a cuestas |
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Un tramito plano nos lleva a la Eglise de Notre Dame de La Gorge:
A partir de aquí comienza el ascenso a los collados alpinos de hoy:
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| Carbonero garrapinos, Parus ater |
El TMB no está saturado de gente, pero desde luego está mucho más concurrido que el GR11...
Dani está pendiente de los matojillos alpinos...no es que los controle todos, pero va haciendo su pequeño cataloguillo fotográfico:
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| Gentiana sp. |
La flora recuerda a la pirenaica, pero sobre todo, por tenerla algo más reciente, a la de Islandia; lo normal sería controlar la flora alpina, y a partir de allí la islandesa, pero nosotros vamos al revés...
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| La favorita de Dani, que aprendió a identificarla en Islandia, donde es abundante: Dryas octopetala, una planta que da nombre a las dos últimas glaciaciones de nuestro planeta, hace 14000 y 12000 años... |
Seguimos subiendo hacia el 'mundo mineral'...
...llegando a un Collado conocido como paso desde la época romana: El Col du Bonhomme, de 2329m
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| Col du Bonhomme (2329m) |
Improvisamos unas 'migas de montañero' con los restos de una lata de sardinas, pan escachado y reseco y unas pasas:
El sendero sigue ascendiendo lentamente por una ladera, hasta llegar a otro collado menor pero más alto que el anterior:
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| Col de la Croix du Bonhomme (2479m), lo más alto de hoy. |
Y justo superado el collado, aparece el refugio homónimo un poquito más abajo:
Nuestra idea era acampar, pero hay sitio de sobra, el refugio es auténtico, pero sobre todo, en lo que pensamos opciones, afuera comienza a caer el diluvio universal...
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| Afuera llueve a saco, mejor en camita... |
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| Tarde de refugio... |
Tras una hora de lluvia intensa, sale el sol y los pajaritos:
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| Grupo de Chovas piquigualdas, Pyrrhocorax graculus |
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| Armeria maritima |
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| Vista hacia el sur desde el refugio, con varios tresmiles a la vista, como el Mont Pourry de 3782 en el centro. |
Tenemos una noche espléndida y despejada, que Dani aprovechó para hacer algo de astronomía en las alturas...
Cuarto día: Refuge de la Croix du Bonhomme - Rifugio Elisabetta Soldini (25 de julio)
Amanece un nuevo día en los Alpes:
La ruta oficial baja a Les Chapieux para luego tirar un buen rato por pista. En la
guía que llevamos del TMB recomiendan preguntar el estado del sendero por una alternativa más alta y montañera, el paso por el Col des Fours. El sendero pasa unos pequeños neveros, pero tal como nos habían dicho en el refugio, no ofrece ninguna dificultad:
En el Col des Fours nos encontramos con muflones:
La vista del Mont Blanc y picos adyacentes es espléndida:
Un corto desvío permite subir a un picacho que constituye el punto más alto de la travesía, que ofrece una vista a ambas vertientes, NW y SE, del Mont Blanc
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| Cima de la Tête Nord des Fours (2756m) , mirando hacia el Mont Blanc |
Volviendo al Col des Fours (2685m) comienza un descenso pronunciado por gravilla, pero que no presenta ninguna dificultad...
Abajo se llega a La Ville des Glaciers, una pequeña aldeita en mitad de la nada:
Desde allí nos dirigimos al Refuge des Mottets, el último de Francia:
Que cosas. Todos los que ayer intentaban reservar desde el refugio de anoche para hoy recibían un 'completo' por respuesta. En cambio, al llegar preguntamos y tienen sitio...No nos aseguran nada del siguiente refugio en ruta, el Elisabetta, a aún unas cuatro horas de ruta. Es pronto para parar. Seguiremos, y si hace falta, acamparemos en la frontera, en el Col de la Seigne
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| Las marmotas alegran el comienzo de la larga subida... |
Andando, andando, dejamos el refugio en el fondo del valle:
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| Mirando pa' Francia |
Antes de lo esperado alcanzamos la frontera italo-francesa. Pasamos del Bonjour! al Bon giorno!
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| Col de la Seigne (2512m) |
Aunque nos planteamos dormir por los alrededores, mirando el tiempo de luz que nos queda, las condiciones atmosféricas cambiantes y sopesando el hecho de que está prohibido acampar en los Alpes italianos fuera de las zonas habilitadas para ello, optamos por continuar bajando, a ver si llegamos al Elisabetta...
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| Esta cara del Macizo del Mont Blanc parece más abrupta |
Pasamos por la caserna, una pequeña caseta-centro de información (que sólo dejan usar para pernoctar en caso de extrema necesidad, lo cual no es nuestro caso) y continuamos cuesta abajo y sin freno...
Y allá a la tarde, en un promontorio elevado (para que se lo piensen los perezozos) aparece el Rifugio, rodeado de montañas y glaciares:
Nos apuntamos a la cena, la ducha y demás servicios del Rifugio. Pero a dormir toca en el parking de burros, porque sitio no hay mucho (aunque al final nos hubieran apañado algo)
Un vistazo al magnificente glaciar que hay sobre el refugio:
Nos vamos a dormir. Por la noche nuestra tienda se comporta, resistiendo sin problemas un palo de agua tras otro mientras nosotros dormimos a pierna suelta.
Quinto día: Rifugio Elisabetta Soldini - Cormayeur (26 de julio)
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| Por la mañana descubrimos aliviados que a nuestros vecinos les habían puesto chubasqueros... |
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| Un cafecito calentito mientras charlamos con una pareja afincada en Maldivas (¡¡!!) nos repone del fresquito nocturno... |
El entusiasmo del comienzo de una nueva jornada montañera:
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| marianydani en los Alpes italianos |
Bajamos por amplio valle...
De nuevo, podríamos seguir pista abajo hasta Cormayeur, pero optamos por las montañas, que a eso venimos:
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| Val Veny. Podíamos bajar valle abajo, pero no... |
Como ya hiciéramos en Islandia, cargábamos un buen puñado de sopas y fideos japoneses que eran un auténtico manjar en la soledad de la montaña:
Mientras comemos algo calentito nos recreamos con los glaciares que descienden desde la otra banda del valle, desde los grandes picos:
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| Morrena del glaciar de La Brenva |
Dani no da abasto con los matojos:
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| Está todo lleno de flores... |
Seguimos...
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| Sempervivum sp |
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| Las enormes lenguas de la Brenva dan idea del retroceso de los glaciares en el cuaternario... |
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| Armenia maritima y otros matojos alpinos |
En la otra banda del Val Veny cuelgan glaciares y refugios con vistas espectaculares
El sendero nos lleva a otro rifugio - ristorante:
Para nosotros es una escala para un fresquito antes del descenso en paralelo a los telesillas (hay quien lo agarra, pero nosotros a pie, para infortunio de las uñas de Marián, que la bajada es potente...
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| Allá abajo, Cormayeur... |
...aunque no falta de belleza, entre arbolitos )
Dolonne, el primer pueblo italiano, se hace de rogar, por lo de la larga bajada. Pero todo llega.
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| Dolonne |
Nosotros cruzamos al otro lado del río, al más animado Cormayeur. Después de dirigirnos a información y turismo, donde nos regalan un libro del Valle de Aosta, nos encaminamos la pensione Venezia, donde nos alojamos...
Cormayeur es un pueblo animado, lleno de tiendas, restaurantes y gente. Nos encanta.
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| Los refugieros del Elisabetta nos habían recomendado un magnífico restaurante (La Terraza) donde cenamos 'polenta', pasta y un estofado riquísimos. Vamos, reponiendo fuerzas. |
Pero además, resulta que son fiestas patronales, y mañana es el día grande. Y como nuestro objetivo principal es disfrutar de todos los aspectos posibles de un viaje, mañana vamos a hacer un alto en el camino...
Y de paso también en el blog; como también la entrada se va haciendo larga, vamos a dejar la continuación del relato para otro día. Sin más le daremos al botón de publicar. Pronto más montañas...
El agua del deshielo de los glaciares ruge con fuerza bajo nosotros:
En Miage hay bar-restaurante a reventar de gente. Nosotros nos echamos una cervecita con María y Marta. Recuperadas las fuerzas sigue el largo descenso (porque se hace largo a pesar de los arbolitos) con nuestras compañeras:
Objetivo: llegar a Les Contamines. Las chicas llevan alojamiento reservado en Nant Borrant, así que no les queda otra que continuar (aprovechan una guagua para atajar, pero un último repecho no se lo van a poder ahorrar) Nosotros en cambio, decidimos que ya avanzamos suficiente por hoy. Turisteamos un poquito:
A partir de aquí comienza el ascenso a los collados alpinos de hoy:
Dani está pendiente de los matojillos alpinos...no es que los controle todos, pero va haciendo su pequeño cataloguillo fotográfico:
...llegando a un Collado conocido como paso desde la época romana: El Col du Bonhomme, de 2329m
El sendero sigue ascendiendo lentamente por una ladera, hasta llegar a otro collado menor pero más alto que el anterior:
La ruta oficial baja a Les Chapieux para luego tirar un buen rato por pista. En la guía que llevamos del TMB recomiendan preguntar el estado del sendero por una alternativa más alta y montañera, el paso por el Col des Fours. El sendero pasa unos pequeños neveros, pero tal como nos habían dicho en el refugio, no ofrece ninguna dificultad:
La vista del Mont Blanc y picos adyacentes es espléndida:
Un corto desvío permite subir a un picacho que constituye el punto más alto de la travesía, que ofrece una vista a ambas vertientes, NW y SE, del Mont Blanc
Que cosas. Todos los que ayer intentaban reservar desde el refugio de anoche para hoy recibían un 'completo' por respuesta. En cambio, al llegar preguntamos y tienen sitio...No nos aseguran nada del siguiente refugio en ruta, el Elisabetta, a aún unas cuatro horas de ruta. Es pronto para parar. Seguiremos, y si hace falta, acamparemos en la frontera, en el Col de la Seigne
Aunque nos planteamos dormir por los alrededores, mirando el tiempo de luz que nos queda, las condiciones atmosféricas cambiantes y sopesando el hecho de que está prohibido acampar en los Alpes italianos fuera de las zonas habilitadas para ello, optamos por continuar bajando, a ver si llegamos al Elisabetta...
Nos vamos a dormir. Por la noche nuestra tienda se comporta, resistiendo sin problemas un palo de agua tras otro mientras nosotros dormimos a pierna suelta.
De nuevo, podríamos seguir pista abajo hasta Cormayeur, pero optamos por las montañas, que a eso venimos:
Como ya hiciéramos en Islandia, cargábamos un buen puñado de sopas y fideos japoneses que eran un auténtico manjar en la soledad de la montaña:
Cormayeur es un pueblo animado, lleno de tiendas, restaurantes y gente. Nos encanta.
Y de paso también en el blog; como también la entrada se va haciendo larga, vamos a dejar la continuación del relato para otro día. Sin más le daremos al botón de publicar. Pronto más montañas...
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