jueves, 10 de julio de 2014

Darjeeling, India

   La historia se repite; volvemos a casa de un largo viaje y el blog se queda parado hasta que casi se nos echa el siguiente (viaje) encima...cosas de la vuelta a la rutina, y de no tener internet en casa.
Ahora se nos hace un mundo retomar el relato del viaje, pero lo intentaremos, al menos hasta donde podamos, antes de irnos a pulular a algun nuevo rincón del planeta.

Volvamos a la India donde la habíamos dejado. Nos íbamos de Varanasi a media tarde en tren hasta New Jalpaiguri/Siliguri, puerta de entrada a la región de Darjeeling, en las faldas del Himalaya. La cosa es que el tren llegó con unas cinco horas de retraso. Directos a dormir, que el trayecto es largo. Por la mañana ya sabemos que no llegaremos a la hora prevista, al retraso inicial se le irían acumulando horas, de manera que en vez de llegar por la mañana (hora originalmente prevista) acabaríamos pasando unas 23 horas en el tren y llegando cerca de las diez de la noche...



Como en otras ocasiones, desde el tren podemos contemplar el paisaje indio; esta vez tenemos fotos de un lugar indeterminado en los 675 km de recorrido entre Varanasi y New Jalpaiguri, en medio de las fértiles llanuras gangéticas...




El tren hace largas paradas en algunas de las estaciones...



Pero como el paisaje no cambia gran cosa y el trayecto se hace interminable, reconocemos que pasamos la mayor parte echados en nuestras literas, leyendo o charlando con nuestros compañeros de compartimento, Marc y Gina, una pareja inglesa que ya estuvieron hace unos años en Darjeeling y ahora se dirigen a Sikkim...

No se lleven a engaño, el que escribe las entradas del blog es Dani...Marián da el visto bueno.

Originalmente íbamos a llegar a las 8:20 de la mañana a Siliguri, de donde subiríamos a Darjeeling directamente a media mañana...pero como finalmente llegamos a las miles de la noche, compartimos taxi con Gina y Marc hasta un hotelillo insulso pero correcto de Siliguri...
600 rupias la noche en la anodina Siliguri. Mañana nos vamos disparados a las montañas.
Por la mañana nuestros amigos se van a Sikkim, nosotros a Darjeeling. Vamos en taxi 4x4  compartido, una opción bastante asequible ( unas 200 rupias por cabeza para cerca de cuatro horas de trayecto) Son de 10 plazas más el conductor, vamos apretadillos con otras dos familias, una que parece de la zona ( por los rasgos tibetanos) y la otra de Calcuta, que va a pasar unos días al fresquito de la montaña. Comienza el ascenso al Himalaya:
El trayecto es larguillo, pero no se hace pesado. Además, se agradece la temperatura, que llega a ser hasta fría...Llegamos a Darjeeling, ciudad de aspecto caótico por la circulación continua de 4x4s, pero más arreglada que las ciudades de la zona baja:
En esa sensación de medio perdidos cuando llegas a un sitio nuevo,  nos fue de gran ayuda nuestro compañero de viaje en el 4x4 Saswajeet (Thank You!), que nos preguntó por plaza en el hotel en el que se iba a alojar y nos acompañó hasta allí. Aunque finalmente nos gustó más otro justo enfrente, nos evitó dar muchas vueltas tontas.

Nosotros nos quedamos finalmente en el '  ' justo en la plaza que hay en lo alto de Darjeeling. Aunque el aspecto exterior no era muy allá, las habitaciones eran encantadoras, con un cierto aire a refugio de montaña...a Dani le entusiasmó la estufa de leña
Darjeeling nos encantó. Mucho más limpia y agradable que la ciudad media de India, y con una temperatura más que agradable. Acabamos pasando 5 noches, sólo la necesidad de continuar viaje nos obligó a movernos de allí:
Plaza principal de Darjeeling, en la parte alta de la ciudad y enfrente de nuestro hotel

Aspecto de Darjeeling.
Darjeeling creció a finales del s. XIX como estación de veraneo de los británicos que vivían en Calcuta, que subían a estas montañas a 2000 metros de altura para huir del tórrido clima inferior. Su pasado colonial se ve por todos lados.



Nuestra habitación. Un lujo por 1600 rupias la noche

Vista de la plaza y la cresta de Darjeeling desde nuestro hotel


Por la tarde los paisanos se sientan al solito en la plaza. Los paisanos son mayoritariamente de aspecto nepalí-tibetano, lo cual nos da una sensación de haber cambiado de país...


Los árboles gigantes con aspecto de pinos son un viejo conocido de los más botánicos seguidores de este blog. Se trata de la foránea  'Criptomeria japonica', que nosotros vimos también introducida profusamente en las montañas de Azores. En cambio, en la foto siguiente mostramos un ejemplar del nativo 'Rhododendron arboreum', que ya vimos, pero sin flores, en las cumbres de Sri Lanka...
Rhododendron arboreum en flor. Al final de la entrada añadiremos algunos de los hermosos pajaritos himalayos que pululan por sus ramas...



Darjeeling es famoso por su clima fresquito cuando la canícula aprieta en India, por su té, y por las 'maravillosas vistas del Kachendzongza' que nosotros nunca llegamos a divisar...  :(
Ésto fué lo mejor que llegamos a ver las montañas himalayas desde Darjeeling...por una vez M&D no tuvieron suerte con el tiempo.

Nuestra idea en esta ciudad era pasar unos días mientras nos organizábamos para hacer el 'Singarila trek', una ruta de cinco días por una cresta de 2500 - 3500 m de altura con amplia vistas hacia el Kachendzongza y el más lejano Everest  ( 3ª y 1ª montañas en altura de nuestro mundo) Llegamos a consultar precios en alguna agencia local, pero no la realizaban en esos días por mal tiempo. Mientras, nos informaron de que era relativamente fácil y mucho más barato hacer la ruta por cuenta propia, contratando el guía (obligatorio ) en el incio del sendero. Decidimos rápidamente que esa sería nuestra opción.  Mientras esperábamos a una mejoría del tiempo que nunca llegó, nos dedicamos a hacer turismo por Darjeeling y alrededores...

Igual que en la Cruz de Tejeda, pasean a los niños, aquí a caballo.
Puesto de 'piñas de millo' (mazorcas de maíz en peninsular)
Parte de los preparativos para la posible travesía pasaban por comprar ropa de abrigo, porque siendo que el viaje de momento había sido de calor, no andábamos muy sobrados...






Una de las visitas más interesantes que se pueden hacer es a un centro de refugiados tibetanos, donde gestionan escuela, médicos y una intensa actividad cultural. Estamos a dos pasos del Tibet, región anexionada por China en los años 50. En aquel momento, India ofreció refugio a muchos tibetanos huídos del régimen comunista chino y muchos de ellos y sus descendientes continúan aquí.



Templo


Talleres


Los productos producidos en los talleres (principalmente alfombras y prendas de lana) están a la venta para los turistas que visitan el centro (mayoritariamente indios). Nosotros compramos guantes, calcetines, gorros...todo para el supuesto frío de la alta montaña himalaya, aunque finalmente parece que quedarán para las gélidas noches de observación de Dani o alguna futura travesía...

Pero si Darjeeling es conocido por algo, es por su té: todas las laderas de la región están cubiertas de plantaciones. Habiendo visto las de Sri Lanka, las de aquí tenían un color más apagado, y el ambiente brumoso tampoco ayudaba mucho:





Pero el té de Darjeeling está muy rico y es inevitable comprar unas bolsitas en alguno de los centenares de puestitos que hay en la zona:



En los alrededores se puede coger un teleférico para bajar a un pequeño pueblo rodeado de fincas de té y de paso obtener una bonita vista aérea:



Esperando en la cola, que va lenta, es un buen momento para unos 'momos', un tentenpié local

Puttabong

Un trocito de bosque nativo desde el teleferico en el camino de vuelta

Camino de casa

Al calorcito de la chimenea mientras fuera llueve

El tiempo sigue sin aclararse, con nieblas persistentes. Nos vamos de exursión en el 'Toy Train', que antiguamente unía Siliguri (abajo en las llanuras) con Darjeeling en 8 horas. Hoy día sólo está operativo un pequeño tramo paralelo a la carretera ya en la parte alta, porque desprendimientos en la bajada han cortado la línea:

De turistas totales
A medio camino se pasa por un monasterio bastante espectacular:
Hay un mirador donde se para unos minutos, pero hoy no se ve nada:


Estación final, Ghoom. En la misma estación hay un pequeño museo dedicado al tren, aunque se fue la luz mientras echábamos un vistazo.


Damos un pequeño paseo por el pueblo, pensando en si volvemos en tren o caminando...


Un monasterio...

Estamos un tanto gandules, y nos volvemos en tren. El cielo plomizo amenaza lluvia y nos quedan algunas gestiones que hacer...








Pululando por Darjeeling




Un hueco lo aprovechamos para visitar un templo lleno de banderitas en lo alto de la cresta de Darjeeling, no lejos de la plaza central:


También asistimos un rato a un festival tibetano. Aquí echamos de menos a nuestra amiga Quei San que conocimos en Islandia, y que de seguro nos hubiese sumergido en la cultura tibetana...nos queda pendiente...


El tiempo no tiene pinta de ir a cambiar. Será momento de ir mudándonos de lugar, aunque estemos muy a gusto y acomodados. Después de varios días de debate, habíamos decidido ir al vecino Sikkim, antiguo reino himalayo que en 1973 decidió en un referéndum asociarse a la Unión India (quizá viendo muy cerquita la amenaza china...) Esta asociación incluye la necesidad de solicitar permiso para entrar a todos los no sikkimenses, así que nos vamos a hacer fotocopias del pasaporte, fotos extra y visitar a las carreras dos oficinas diferentes (a la última casi fuera de horario) para que nos pusieran el dichoso sellito en el pasaporte...el trámite es gratuíto, pero un poco engorroso. Al día siguiente, nos podemos plantar en la estación de taxis colectivos para dirigirnos al desconocido Sikkim, más adentro en los Himalayas...

APÉNDICE : Algunos pajaritos himalayos

Ya saben que Dani no puede evitar su rejo naturalístico, y con prismáticos y cámara en mano intentó pillar nuevos avechuchos con relativo éxito. Les colgamos unas fotos de los que se dejaron pillar; las fotos no están muy allá. El ambiente es principalmente forestal, donde abundan los pajaritos minúsculos y desinquietos (moviditos) que no se dejan enfocar en la luz neblinosa y apagada de Darjeeling:

* Uno de los primeros vistos, frecuente en los rododendros arbóreos, es este pajaro algo menor que un mirlo:
Rufous Sibia, Melacias capistratus
Rufous Sibia, Melacias capistratus
* Uno de los que no se dejaron enfocar:
Red-billed Leiothrix, Leiothrix lutea

* Algunos son muy similares a los nuestros (Península), como este carbonero:
Green-backed Tit, Parus monticolus
*Una tarabilla.
Grey Bushchat, Saxicola ferreus




* Otros:
Blue Whistling Thrush, Myophonus caeruleus

Stripe-throated Yuhina, Yuhina gularis

Idem; algunos pajaritos si posaron bien...
*Dejo para el final una especie pequeñita pero vistosa que pululaba cual colibrí (pero no lo es) en los rododendros en flor, pero que no fue posible pillar en una pose completa, porque no paraba:
Fire-tailed Sunbird, Aethopyga ignicauda
Macho de Fire-tailed Sunbird, Aethopyga ignicauda
Otro macho, pero este en el esplendor del plumaje de la época de cría; Fire-tailed Sunbird, Aethopyga ignicauda
Fire-tailed Sunbird, Aethopyga ignicauda

Esta entrada ha sido costosa de escribir, no sólo por el tiempo transcurrido desde el viaje y la falta de costumbre, sino por problemas aun no solucionados de la conexión a internet que ¡finalmente! nos hemos instalado. Estamos a mediados de julio, y ya saben que eso significa que en breve nos moveremos (ya estamos de preparativos). Seguir publicando entradas al nivel de detalle con el que escribíamos en India es imposible en este momento, pero también sería lástima dejar el relato incompleto. Intentaremos, aunque no lo prometemos, resumir el último mes de viaje en una entrada, dejando pendiente para más adelante el relato más detallado. Si en una semana o así no hay nada nuevo en este blog, es que los obstáculos fueron insalvables y que estamos ya de viaje, disfrutando de nuevas vivencias que compartiremos en futuros capítulos. Por si acaso,¡que  pasen un buen verano y hasta pronto!

M&D

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