Al llegar al Pacífico la costa es una gran llanura de zonas aluviales, marismas y deltas provenientes de la descarga de los materiales de la cordillera. Entre unas amenazantes nubes ( recuerden que vamos allí por un eclipse) asoma nuestro destino, Mazatlán
Pero no vamos a aterrizar allí, la logística, y la economía, nos llevan algo más al norte: los vuelos a Mazatlán, ya caros de por sí por tratarse de un destino turístico mexicano, se han disparado hace meses a precios de 400 euros a causa del eclipse. Por menos de la tercera parte nos vamos a Culiacán, unos doscientos kilómetros al norte.
Seguimos los consejos de Gerardo y Denniel y nos vamos a comer antes de asomar el Pacífico a un 'Panamá', una cadena de comida mexicana muy completa:
Y centenares de aves: pelícanos, gaviotas, fragatas y charranes en continuo movimiento van a hacer que Dani haya de tirar de libro de bichos...
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Dani trajo el que se compró en el viaje que hicimos en 2017. Para los autores del libro Norteamérica es Estados Unidos y Canadá, aunque como a poco que un pajarito cruce muy ocasionalmente el muro de Trump ya lo incluyen, y los mapas de distribución sí que dibujan el subcontinente, parece que va a valer... |
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Las gaviotas son siempre un grupo complicado, y más lejos de casa, pero Dani se irá aclarando e igual acaban esta entrada con una guía de las que hay por aquí |
Después de una toma de contacto con la parte turística de sol, nos vamos a la parte vieja de Mazatlán, a ver que pinta ofrece y si vemos alguna información sobre eventos relacionados con el eclipse.
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Playa de Olas Altas, en la fachada marítima del viejo Mazatlán |
Las calles del casco antiguo de Mazatlán están arregladas y pintadas con gusto, muy agradables de pasear.
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Un cartel anuncia el inminente eclipse y un evento organizado en el malecón (paseo marítimo) de la ciudad |
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Estamos en la Plazuela Machado, lugar de referencia de la ciudad, que por la noche tiene un ambiente agradable de restaurantes y mercadillo |
No lejos está otra plaza y la catedral
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El curioso interior, 'ecléctico' entre neoclásico y neogótico (1899) es digno de verse |
Muchos de los edificios y calles del Mazatlán viejo pertenecen a esta época, finales del XIX- principios del XX, que en México llaman
el Porfiriato. Porfirio Díaz gobernó de facto el país en el período que va de 1876 a 1911, una época de prosperidad a costa de mantener los privilegios de los ricos, y a la vez convulsa (aunque leyendo la historia del país no encuentra uno ningún periodo tranquilo...) Nosotros callejeamos un poco más antes del largo retorno a casa (el tráfico es un tanto lento, y Mazatlán, muy larga)
Vamos a tener varios días antes del gran eclipse, así que habrá que explorar los alrededores para estudiar opciones de lugar de observación. Lo primero es ir a ver lo que está cerca de casa. Estamos al extremo norte de Mazatlán, a unos 15 km del centro histórico. Aquí la playa es larga y relativamente tranquila, aunque varios grandes hoteles hacen pensar que esta zona irá a más. Nuestro acceso más cercano a la costa tiene uno de la cadena Riu:
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A lo lejos la hilera de hoteles, aquí no tan densa como más al sur, se extiende hasta Mazatlán |
Mirando hacia el norte también quedan unos pocos hoteles más, algunos de reciente construcción.
A nosotros, que venimos de zonas donde parece que hay que construir hasta en el último metro de costa, nos da algo de susto este desarrollismo sin freno que parece sufrir la zona, pero hay que reconocer que fuera de estos 20 km de franja costera el resto, por más de un centenar de km al norte y al sur, prácticamente está desierto. Y el tramo en el que estamos, a pesar del turismo, rebosa de vida:
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Rocas llena de charranes y gaviotas, mientras cerca los pelícanos se lanzan en picado sobre bandos de peces |
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Los charranes (cresta negra y pico amarillo) podrían ser Thalasseus elegans, charrán elegante. Las gaviotas de cabeza negra, Leucophaeus atricilla, gaviota reidora americana |
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Pelecanus occidentalis |
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Quiscalus mexicanus, Zanate, muy frecuente en jardines de zonas urbanas, también se acerca a la orilla. |
En las rocas secas del final de la playa no solo hay aves...
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lagartos no identificados |
En la arena también hay un puñado de especies...
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La misma especie de antes, Thalasseus elegans |
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La que está echada cerca, es también una gaviota de Delaware, pero más joven ( lo que en la jerga se llama primer, ¿o esta será 2º?, invierno ). Ya dijimos que las gaviotas son un grupo complejo, con aves que cambian mucho de aspecto a medida que maduran. También hay un charrán joven retorciendo la cabeza... |
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Grupo de gaviotas reidoras americanas, con algunas jóvenes |
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¿¿Reidora, 1r invierno?? |
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Con los charranes no mejora la cosa; con dudas, estos podrían ser charrán común, Sterna hirundo, (cf) |
Algún tramo de duna costera se salva aún entre los hoteles y se pueden ver florecillas dunares:
De lo alto de un muro un zopilote, una carroñera americana que ya vimos en abundancia en Brasil, nos observa:
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Coragyps atratus, Zopilote |
Hay limícolas, y son relativamente confiadas. La más abundante la siguiente:
Ya ven que un paseo por la playa se puede convertir en una excursión naturalística. Sólo faltaba encontrarnos una morena en plena acción, zampándose un cangrejo de la arena recién atrapado:
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Una gaviota de Delaware en mejor pose. Larus Delawarensis |
La playa, además de aves, también tiene bastante bullicio humano. En parte es debido a las bandas de música, toda una tradición en la zona. De hecho, hacía unas semanas que se había convertido en un tema polémico en México: un empresario hotelero de la zona había hecho declaraciones quejándose del ruido y de que espantaba al turismo extranjero...La protesta de las bandas no se hizo esperar, a base de juntarse todas ellas a hacer más escandalera, con bastante apoyo de la sociedad mexicana,
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Banda sinaloense tocando a turistas foráneos y del país |
Siguiendo al norte y rebasando una punta de rocas, se pasa a una pequeña playa, Cerritos, llena de puestos de comida y población local disfrutando de un mar algo más protegido que el abierto al Pacífico:
Es buen lugar para un refrigerio...
y unos camarones y filetes de pescado zarandeados...
Como decíamos más arriba, desde aquí la costa prácticamente está vacía de construcciones hasta donde alcanza la vista.
En las rocas de los alrededores también hay aves en abundancia
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Egretta thula, Garceta nívea, muy parecida a las nuestras (E. garzetta, Africa-Europa), pero es otra especie |
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suerte que se dejó pillar de varios ángulos, si no, la identificación hubiese sido harto complicada |
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También los pelícanos sobrepasan los dos metros de envergadura. Además son más contundentes. |
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Una bonita limícula mudando a plumaje veraniego - una de las muchas coplicaciones al identificarlas, Aphriza virgata, correlimos de rompiente |
,,,
Teniendo coche, hicimos alguna incursión por los alrededores. A unos 30 km visitamos Quelite, una pequeña población hacia el interior, donde empiezan las montañas. El pueblo, sin tener gran cosa, resulta muy pintoresco y encantador.
Casi todas las casas tienen un porche con sillas para sentarse a la fresca:
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y las usan... |
Un corto paseo lleva a una ermita en un promontorio.
Desde allí se tiene una gran vista del pueblo, el valle y las montañas semidesérticas que lo rodean:
Comemos muy bien en un restaurante que nos recomendó nuestro anfitrión Rodolfo,
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Mesón de los Laureanos |
Sabíamos que estábamos en los alrededores, pero en el camino de vuelta es donde nos encontramos de lleno con el Trópico de Cáncer:
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Una bola de cemento pintada de blanco y el cartel son todos los indicativos. Por lo demás el lugar está bastante descuidado, por suavizar la cosa... |
Lo cruzamos rápido hacia el sur para volver a Mazatlán. Por la tarde nos vamos todo el equipo a un lugar emblemático de la ciudad,
su faro, encaramado en un peñasco sobresaliente de la costa y del que afirman que es el faro natural más alto del Pacífico, o algo así...
El camino de subida es muy popular, y la roca por la que transita es parque natural, por lo que abundan los árboles nativos y los cactus...
A 157 m de altura hay un pequeño faro. También hay un balcón de cristal, que en el momento de nuestra visita estaba cerrado, en otra polémica local. Se ve que hay dudas sobre la integridad del mirador desde que se iniciaron las obras de una tirolina, que pretende ser la más larga, no sabemos si de México, o del mundo, así se las gastan por estas latitudes. Con el mirador cerrado (también era un negocio, se cobraba por la asomada) la prensa local parece que se ha llenado de detractores y defensores de la tirolina a partes iguales....
A parte del mirador transparente, que asoma al vacío sobre el Pacífico, la vista que sí se puede disfrutar es la de toda la ciudad y la costa circundante:
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La vieja Mazatlán, en la salida de un estuario... |
Mucho ha crecido la ciudad desde su fundación en 1535. La presencia de varios islotes y el enorme peñasco debió servir de referencia a los navegantes, en una costa por otro lado bastante monótona tanto al norte como al sur. Siendo ésta una tierra semidesértica poblada por nativos no siempre amistosos, la referencia rocosa, y el estuario, debieron ser clave para la instalación de un puerto, y como suele ocurrir en lugares apartados de las rutas principales, también de un presidio. Sin la importancia estratégica de Acapulco (donde sí que llegaban mercancías de Filipinas, que se desembarcaban y por vía terrestre, pasando por Ciudad de México, volvían a ser embarcadas en Veracruz rumbo a Europa) el lugar debió ser bastante secundario hasta principios del XIX, En este siglo, con la Independencia y consecuentes cambios económicos, el lugar empezó a cobrar importancia y a crecer, siendo hoy en día un importante puerto pesquero y desde mediados del s. XX también centro turístico...
Volviendo a hoy, en el faro han instalado paneles sobre el eclipse, cuya línea central pasa sólo a unos pocos kilómetros más al sur. Es un lugar privilegiado para la observación de un eclipse, elevado y con horizonte despejado hacia el Pacífico. Pero no queremos imaginarnos cómo se pondrá el acceso la mañana del eclipse, y cuántos equipos subirán al lugar a primerísima hora de la mañana para agarrar un puesto. Si nos conocen, ya saben que nosotros no somos especialmente madrugadores...
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Buena información, pero va a ser que aquí arriba no vendremos a observar.... |
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Decenas de fragatas aprovechan el viento del Pacífico, elevado por el gran promontorio, para planear sobre el faro |
De vuelta abajo, nos vamos a ver atardecer en el Pacífico, cruzando los dedos para que los cirros de estos días no vayan a más...
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Cata de cervecitas. Como somos tres en el equipo, hay más variedad |
...
Entre nuestras visitas a los alrededores, también nos pegamos una kilometrada, quizás excesiva, para visitar Rosario. El pueblo resulta ser bastante grande y más desangelado de lo esperado para la distancia recorrida y las expectativas. Hay un laguito curioso donde Dani pudo fotografiar unos martinetes, resto de la actividad minera de la zona, alguna cueva (de las minas) que no visitamos, y como mayor atractivo, una elegante iglesia colonial...
Los martinetes:
Cosas de hacer el blog, pensando que era la misma especie, éstas son de otra:
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Plaza e iglesia de Rosario |
De vuelta a casa, toca ultimar preparativos, mañana es el día...
Con todo listo, una asomada al Pacífico, al lado de casa, para ver el atardecer antes del eclipse total de mañana:
Nonkel Dany hace de chef en la barbacoa de esa noche, que hay que alimentarse. Así, de paso, dejó de mirar las previsiones de nubes...
Eligiendo definitivamente sitio para observar. Vivimos al norte de la ciudad y la línea central del eclipse, donde éste será más largo, estará unos kilómetros al sur de la ciudad. Pero la banda de totalidad es tan ancha que comprobamos que la diferencia de duración de la totalidad entre la línea central y la orilla cerca de casa, donde hemos ido a ver el atardecer, es de apenas diez segundos, en un eclipse de más de cuatro minutos. Si no es que se nubla a saco, nos evitaremos colas y atascos quedándonos aquí al lado.
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Comprobando datos exactos del eclipse para nuestro puesto |
Tenemos coche, y la banda de totalidad abarca Mazatlán, pero también toda la autopista hasta Durango ( como a 200 km al interior ), una posible vía de escape si días previos al eclipse la cosa hubiera pintado muy mal. No sabemos si los servicios meteorológicos estaban hackeados por el gobierno local o la climatología de la zona es compleja, porque cada vez que mirábamos daban un pronóstico diferente. Tan pronto estaba Durango con un sol reluciente y Mazatlán con 50% de nubes, como todo lo contrario. Obviamente consultamos a nuestro buen amigo y oficialmente meteorólogo Jose, (¡hey, muchas gracias!) que nos confirmó lo incierto del pronóstico. Nos fiamos del más optimista que nos dió, y descartamos ideas disparatadas de ir a Durango. La incertidumbre, la alta probabilidad de vientos fuertes en Durango y la experiencia de los atascos en Denver en el de 2017, todo suma para que nos quedemos. Y esa mañana hay cirros, pero no pinta mal la cosa...Nos quedamos aquí.
Al eclipse dedicamos una entrada hace unas semanas, con todo más fresco en la memoria. Les remitimos a ella en el siguiente enlace:
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Con la fase parcial acabando, el lugar de observación se queda vacío
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Finalizado el eclipse, con todo recogido, sólo queda relajarnos y seguir disfrutando de Mazatlán. Nos vamos algo más al norte, donde la costa comienza a ser solitaria...
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Pelícanos |
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Matorrales dunares |
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Zopilotes al acecho... |
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Ostrero americano, Haematopus palliatus |
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Concentración de pelícanos y otras aves. |
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Las gaviotas grises de cabeza blanca son otra especie, y las completamente oscuras, sus juveniles. Larus heermanni, la gaviota mexicana |
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Al que más se parece es a Charadrius semipalmatus, un chorlitejo de esta parte del mundo |
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Pelícanos lanzándose en picado |
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y surfeando olas |
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Los dos Danieles, aún en modo Eclipse. Observen que la tarde se fue nublando... Fuimos afortunados de que el tiempo nos respetara en la mañana |
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Marián modo zen, después de ver un eclipse y convivir con las rarezas de los Danieles |
Después de la naturaleza, a un gran Walmart a hacer acopio de víveres para celebrar nuestro éxito
Al lado hay un moderno centro comercial al que vamos a curiosear, por ver qué pinta tiene:
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Parecido a los nuestros... |
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Sí, la foto de la celebración ya la habíamos puesto en la entrada sobre el eclipse... |
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También la del tequila |
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Con el eclipse visto, nuestro intercambio de casa también se acaba. Nonkel Dani se vuelve a Bélgica a los dos días, y nosotros estamos pendientes de un barco que sale en tres, así que nos quedaremos algo más por aquí. Al día siguiente del eclipse mucha gente que vino exclusivamente por él ya se ha ido, así que no es difícil ni caro conseguir una habitación de hotelito en primera línea de mar en el Mazatlán viejo.
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La vista desde nuestra terraza |
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Patio interior tropical de nuestro hotel 'la Siesta' |
Hoy nos toca recorrer 'el Malecón', del que la ciudad se enorgullece por su gran longitud ¿el más largo de todo México?...
Empezamos en nuestra playa, 'Olas Altas' y vamos hacia el norte (derecha mirando el mar)
La Plaza Machado, por la tarde y con todos los eclipseros a la fuga, más tranquila que los días anteriores