Después de los días relajados y con buen internet en Anda, isla de Bohol, ya no tuvimos más conexión decente y sobre todo tiempo para el blog, así que no esperen una entrada tan detallada ahora. Además, el viaje se 'acelera', pero para que no se acumule trabajo publicamos un trocito de Cebú...
Como tenemos visado en Filipinas limitado a treinta días, vamos acercándonos al tramo final en este país y hay que ir concretando los lugares a los que ir. De entre varias opciones, no queríamos irnos sin visitar Moalboal, un pequeño destino turístico en la costa SW de Cebú, al otro lado de la isla que la capital. Cómo no es precisamente 'cerca', al punto de la mañana ( 6 a.m.) esperamos la guagua en Anda para trasladarnos al puerto en la capital de Bohol:
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Anda |
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Recorrido de hoy, de Anda a Moalboal |
En el primer trayecto por tierra desandamos todo el sur de Bohol. Como ya en la entrada anterior dimos buena cuenta de esta isla, nos subimos rápido al ferry, que en dos horas nos traslada a Cebú - ciudad
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Pier 1 en Cebú |
Un taxi y casi seguido ya estamos en la guagua a Moalboal, que a las velocidades de las densas carreteras filipinas estará a unas tres horas, en las que cruzaremos media isla de Cebu. No es que el recorrido sea por los paisajes más pintorescos, pero todo vale para hacernos una idea...
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El sur de Cebú city es un continuo urbano por más de una decena de km donde se apiñan coches, motos, tuctucs y camiones adelantándose unos a otros en un caos que parece que funciona, lento. |
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La arquitectura tampoco destaca por su esplendor |
El cruce por el interior es montañoso y arbolado, aunque los puestos de venta de chuches y negocios de todo tipo junto a la carretera no parecen tener fin. El trayecto es largo en tiempo, así que hay una parada técnica en la otra orilla de la isla:
Una vez en la parada de Moalboal es fácil negociar un tuc-tuc, compartido con un alemán, para ir al hotelito. Allá vamos.
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Gerty's guesthouse, un lugar agradable |
Para descansar del traqueteo, una primera asomada a la orilla...
Y rápido al agua con gafas y tubo: nuestro objetivo aquí son las sardinas, que nos dijeron que hay a puñados...
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Y es lo que anuncian todos los centros de buceo |
En efecto, nuestro primer baño y en cuanto se llega al borde del arrecife, donde el coral cae hacia mayores profundidades, y sólo a unos cien metros de la orilla, vemos las primeras tortugas. Reconocemos que les pusimos poco asunto porque ya tuvimos para dar y regalar en Coron. Y sólo un poco más adelante, en la luz mortecina del atardecer, nos encontramos con nuestros primeros bancos de sardinas. Haberlas, haylas. Cómo en la foto de arriba, a millones. Tantas que cuando te rodean hasta marean. Impresionante.
No hay fotos nuestras debajo del agua. Los inventos que Dani trajo para intentar sacar alguna imagen murieron en las aguas de Palawan. Aprovechamos los últimos rayos de sol para disfrutar del atardecer después de haber nadado entre nubes de sardinas.
Junto con el karaoke, el baloncesto es el deporte estrella en Filipinas. No hay lugar del país donde no se vea gente a la tarde jugando, hasta en los terrenos más desangelados.
El día siguiente sale luminoso y prometedor.
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Cresta sur de la isla de Cebú |
Las montañas de esa zona (Osmeña peak) parece ser que son visitables, una especie de 'Chocolate Hills' por los carteles que vemos. También hay cascadas y otras atracciones, todas ellas fuera de nuestro plan ya un poco apretado. No da tiempo a todo...
Nosotros vamos por nuestra cuenta y sólo con gafas y tubo. Las sardinas están en lo azul oscuro, a millones.
Si te sumerges, y lo hicimos un buen puñado de veces, las sardinas te hacen el vacío y te rodean, como en las fotos:
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Dani baja sin aletas, pero el efecto es el mismo. Salvo cuando bajas más y se te quedan por arriba, cual nube de tormenta tropical que no deja ver la superficie |
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Entre baño y baño, que casi no hicimos otra cosa |
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Nubes tropicales sobre Negros |
Otro atardecer en Filipinas...
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Al fondo, la erupción en las cumbres de Negros apenas se vislumbra. |
Con las sardinas vistas y aprobadas, emprendemos camino, otra vez largo...
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Tuc tuc matinal |
Cruzaremos la isla de Cebú a lo ancho y en su longitud:
Volvemos a repasar esta enorme isla. Antes de abandonar el lado oeste un último vistazo al volcán de la isla vecina por la ventanilla de la guagua:
Cruzamos a toda velocidad (el chófer aprieta) para plantarnos en tres horas (desde Cebú city) en el muelle...
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Un tramo llano en el montañoso norte de Cebú |
Esperando para cambiar de isla:
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Embarcadero de Maya para ir a Malapascua. |
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Saliendo |
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Punta norte de Cebú |
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Ferry proveniente de Manila |
Malapascua a la vista:
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Y para los más observadores, detrás algunas montañas de Leyte, otra de las grandes islas. |
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Pero nosotros vamos a una minúscula. Próxima entrada, la isla de Malapascua. |
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< En el momento de acabar de escribir esta entrada y darle al botón de publicar, estamos bajo una lluvia tropical nocturna en un parque nacional del interior de Malasia peninsular, dejando atrás Filipinas hace ya una semana. Cuando podamos contaremos nuestra estancia en Malapascua, el salto hasta Manila, las impresiones en la esplendorosa Kuala Lumpur y nuestra pequeña incursión en las montañas malayas... Cómo ven, no paramos. >