miércoles, 9 de abril de 2025

Isla de Cebú: Moalbooal

 Después de los días relajados y con buen internet en Anda, isla de Bohol, ya no tuvimos más conexión decente y sobre todo tiempo para el blog, así que no esperen una entrada tan detallada ahora. Además, el viaje se 'acelera', pero para que no se acumule trabajo publicamos un trocito de Cebú...

Como tenemos visado en Filipinas limitado a treinta días, vamos acercándonos al tramo final en este país y hay que ir concretando los lugares a los que ir. De entre varias opciones, no queríamos irnos sin visitar Moalboal, un pequeño destino turístico en la costa SW de Cebú, al otro lado de la isla que la capital. Cómo no es precisamente 'cerca',  al punto de la mañana ( 6 a.m.) esperamos la guagua en Anda para trasladarnos al puerto en la capital de Bohol:

Anda


Recorrido de hoy, de Anda a Moalboal 

En el primer trayecto por tierra desandamos todo el sur de Bohol. Como ya en la entrada anterior dimos buena cuenta de esta isla, nos subimos rápido al ferry, que en dos horas nos traslada a Cebú - ciudad

Pier 1 en Cebú

Un taxi y casi seguido ya estamos en la guagua a Moalboal, que a las velocidades de las densas carreteras filipinas estará a unas tres horas, en las que cruzaremos media isla de Cebu. No es que el recorrido sea por los paisajes más pintorescos, pero todo vale para hacernos una idea...

El sur de Cebú city es un continuo urbano por más de una decena de km donde se apiñan coches, motos, tuctucs y camiones adelantándose unos a otros en un caos que parece que funciona, lento.

La arquitectura tampoco destaca por su esplendor



El cruce por el interior es montañoso y arbolado, aunque los puestos de venta de chuches y negocios de todo tipo junto a la carretera no parecen tener fin. El trayecto es largo en tiempo, así que hay una parada técnica en la otra orilla de la isla:


Una vez en la parada de Moalboal es fácil negociar un tuc-tuc, compartido con un alemán, para ir al hotelito. Allá vamos.


Gerty's guesthouse, un lugar agradable

Para descansar del traqueteo, una primera asomada a la orilla...


Y rápido al agua con gafas y tubo: nuestro objetivo aquí son las sardinas, que nos dijeron que hay a puñados...

Y es lo que anuncian todos los centros de buceo

En efecto, nuestro primer baño y en cuanto se llega al borde del arrecife, donde el coral cae hacia mayores profundidades, y sólo a unos cien metros de la orilla, vemos las primeras tortugas. Reconocemos que les pusimos poco asunto porque ya tuvimos para dar y regalar en Coron. Y sólo un poco más adelante, en la luz mortecina del atardecer, nos encontramos con nuestros primeros bancos de sardinas. Haberlas, haylas. Cómo en la foto de arriba, a millones. Tantas que cuando te rodean hasta marean. Impresionante.

No hay fotos nuestras debajo del agua. Los inventos que Dani trajo para intentar sacar alguna imagen murieron en las aguas de Palawan. Aprovechamos los últimos rayos de sol para disfrutar del atardecer después de haber nadado entre nubes de sardinas.


Callejeando

Más peña viendo el atardecer. Al fondo, la vecina isla de Negros ocupa todo el horizonte marino.

Descansando del 'filipino power' (arroz)

Concentración de población local en el polideportivo...


Junto con el karaoke, el baloncesto es el deporte estrella en Filipinas. No hay lugar del país donde no se vea gente a la tarde jugando, hasta en los terrenos más desangelados.


El día siguiente sale luminoso y prometedor.

Cresta sur de la isla de Cebú

Las montañas de esa zona (Osmeña peak) parece ser que son visitables, una especie de 'Chocolate Hills' por los carteles que vemos. También hay cascadas y otras atracciones, todas ellas fuera de nuestro plan ya un poco apretado. No da tiempo a todo... 




En la paz de la mañana, se distingue una nube blanca 'diferente' en una de las cimas de la isla de Negros... 

En la foto del móvil es sólo un puntito blanco, pero nos llama la atención...

Más tarde confirmaríamos sospechas:

Antes de sumergirnos de nuevo con las sardinas, paseo etnográfico antes del desayuno:
Casita para gallos hecha con neumáticos. Es un modelo estándar porque se ve en muchos sitios

La pasión por los gallos es notable en Cebú 

Abundan los terrenos de casas con decenas de 'casitas'

Tampoco es raro ver cabras en el borde de las carreteras ( y aunque no tenemos foto, perros, incontables )

Calle en Moalboal

Lo del caos de cables en los países del sudeste asiático es un clásico

Un 'corned beef silog'; puestos a clásicos, este se está haciendo uno en el apartado de desayunos filipinos

Ahora a la orilla:




Hay quien para ver las sardinas agarra un 'tour' en salvavidas y con guía que te arrastra y te hace selfies

También te ofrecen inmersiones...

Tienditas entre centro de buceo y otro centro de buceo...

Nosotros vamos por nuestra cuenta y sólo con gafas y tubo. Las sardinas están en lo azul oscuro, a millones.


Si te sumerges, y lo hicimos un buen puñado de veces, las sardinas te hacen el vacío y te rodean, como en las fotos:
Dani baja sin aletas, pero el efecto es el mismo. Salvo cuando bajas más y se te quedan por arriba, cual nube de tormenta tropical que no deja ver la superficie

Entre baño y baño, que casi no hicimos otra cosa

Nubes tropicales sobre Negros



Otro atardecer en Filipinas...


Al fondo, la erupción en las cumbres de Negros apenas se vislumbra. 

Con las sardinas vistas y aprobadas, emprendemos camino, otra vez largo...

Tuc tuc matinal


Cruzaremos la isla de Cebú a lo ancho y en su longitud:


Volvemos a repasar esta enorme isla. Antes de abandonar el lado oeste un último vistazo al volcán de la isla vecina por la ventanilla de la guagua:



Filipinas tiene elecciones pronto

En las montañas centrales


Mercado de cabras y pollos (amarrados en montones en el suelo)

Tienda de arroz, con decenas de variedades



Llegados a la costa capitalina, algún edificio colonial rompe la rutina de edificios feos.

Estación de guaguas sur.
En taxi rápido a la norte, donde nada más bajar nos arrastran a una furgona para 'Maya Port'
Pero la furgona no sale hasta media hora después, cuando consiguen llenarla.

Cruzamos a toda velocidad (el chófer aprieta) para plantarnos en tres horas (desde Cebú city) en el muelle...
Un tramo llano en el montañoso norte de Cebú

Esperando para cambiar de isla: 

Embarcadero de Maya para ir a Malapascua.

Saliendo

Punta norte de Cebú

Ferry proveniente de Manila


Malapascua a la vista: 
Y para los más observadores, detrás algunas montañas de Leyte, otra de las grandes islas.

Pero nosotros vamos a una minúscula. Próxima entrada, la isla de Malapascua.

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< En el momento de acabar de escribir esta entrada y darle al botón de publicar, estamos bajo una lluvia tropical nocturna en un parque nacional del interior de Malasia peninsular, dejando atrás Filipinas hace ya una semana. Cuando podamos contaremos nuestra estancia en Malapascua, el salto hasta Manila, las impresiones en la esplendorosa Kuala Lumpur y nuestra pequeña incursión en las montañas malayas... Cómo ven, no paramos. >